La tradición profética centro europea

Introducción

Este asunto de las tradiciones proféticas es un tema interesante. No sé si a todo el mundo le gustará como otras profecías de las que ya he hablado por aquí. No se trata de un profeta concreto, sino de muchos, y no se trata de una fecha concreta para las profecías, sino que esta tradición profética abarca siglos.

Un profeta clásico como Nostradamus, vivió en una época muy concreta, hizo sus predicciones en unos pocos años, murió y ahora nos devanamos los sesos intentando saber si esas profecías tienen algún valor. En el caso de la tradición profética centro europea hay muchos profetas profetizando a lo largo de siglos. Bueno, puede parecer algo sin interés porque profetas ha habido y habrá muchos a lo largo de los siglos profetizando sobre las cosas mas variadas. ¿Qué hace interesante a estas predicciones?. Pues que predicen mas o menos las mismas cosas. Y esto ya les otorga cierta credibilidad. Porque Nostradamus podrá fallar o acertar, pero es un solo profeta, que bien pudo haberse inventado todo. No lo sabemos a ciencia cierta. Yo creo que no, pero no podemos estar seguros al 100%.

Sin embargo que haya 60 o 70 profetas en una misma localización geográfica, que predigan los mismo a lo largo de varios siglos, en una época en que si algo faltaba era información de todo tipo, pues ya es algo bastante mas difícil cometer fraude en estas condiciones. Se puede decir, que unos copiaron de otros, pero es difícil porque son tradiciones muy locales. Con internet nos hemos acostumbrado a que la información sea ubicua e infinita, pero en el s. XVIII por ejemplo, la gente del común sabía de las cosas de su aldea, que el emperador se llamaba fulanito de tal y pare usted de contar. No había electricidad, y cuando se ponía el sol, lo único que se podía era irse a dormir.

¿Qué es una profecía?

Averiguar que va a pasar es imposible porque el futuro no existe; el futuro no es un continente desconocido que pueda explorarse. Pero las semillas de lo que vaya a ocurrir mas adelante ya están en lo que estamos haciendo ahora, en el presente.

A lo largo de quince siglos, se había ido formando en centro Europa, que es mas o menos el ámbito de lengua alemana entre el Rin, el Elba y el Danubio, un cuantioso conjunto de vaticinios muy coherentes entre sí; un corpus de textos y tradiciones de origen diverso, pero que vistos en conjunto parecían un solo escenario.

Por ir al grano y para concretar de qué estamos hablando voy a exponer los puntos proféticos, las profecías concretas, el mínimo común múltiplo de este conglomerado profético de siglos y que es el siguiente:

• Desaparición del Sacro imperio Romano Germánico.
• Progreso tecnológico, cambios rápidos, pérdida de la Fe.
• Primer acontecimiento Mundial o Primera Guerra Mundial.
• Hambre, inflación y revoluciones en Alemania.
• Hitler invade Checoslovaquia.
• Segunda Guerra Mundial.
• Paz. Prosperidad. Generalización de la moda, los vehículos a motor, la tv. Pérdida del amor fraterno. Eclosión de todo tipo de tendencias sexuales. Las mujeres visten como hombres y los hombres se dejan largas barbas salvajes.

Esto último es una verdad como un templo. Todos conocemos la moda hípster y esas pobladas barbas. Pocos hombres se afeitan ya. Eso era algo muy común hasta hace 20 años.

Hasta aquí digamos la parte histórica de ese mínimo común múltiplo de la profecías centro Europeas. Ahora veremos los acontecimientos que no se han producido en nuestro punto particular de la historia. El tiempo se va moviendo continuamente hacia el futuro Y lo que en el s. XIX era profecía, es historia en el s. XXI, sin embargo quedan unas cuantas que parece que aún no se han cumplido. Y digo parece, porque hay ambigüedades típicas de vaticinios aún no cumplidos. Estos vaticinios serían los siguientes:

• Señales en el Cielo. Un gran crucifijo. Granizo cósmico. Aerolitos.
• Invasión desde el este de rusos, chinos y musulmanes
• Uso de armas químicas en Europa.
• Bombas atómicas en el mar producen inundaciones. Gran Bretaña se hunde en parte.
• Cataclismo en la corteza terrestre.
• Batallas finales en centro Europa.
• La naturaleza reacciona contra la guerra. Tres días de oscuridad. Desaparición de buena parte de la humanidad.
• Hambre. Escasez. Caos.
• El papa huye de Roma y corona a varios reyes.
• Un papa y un emperador santos pacifican el mundo. Rusia se convierte. El Islam es destruido.
• Llega la edad dorada.

Como dije antes, la existencia de una hipotética conspiración mundial sostenida a lo largo de siglos para ponerse de acuerdo en dar todos estos vaticinios es sumamente improbable, porque en otras partes del planeta se ha dicho mas o menos lo mismo y porque las fuentes son con frecuencia, sumamente iletradas. No creo que se hayan copiado unos a otros, porque son textos muy poco conocidos y poco accesibles, incluso para eruditos.

Estas profecías son muchas veces condicionadas. Algo parecido se puede encontrar en el relato del profeta Jonás que viene en la Biblia. Os recomiendo que lo leáis, porque ejemplifica perfectamente qué ocurre cuando una profecía es condicional y la conducta de los hombres puede cambiar su destino. Y ejemplifica también lo que le puede ocurrir a la credibilidad de un profeta cuando consigue cambiar el curso de la historia.

En efecto, Jonás fue requerido por Dios para predicar en la ciudad asiria de Nínive, actual Mosul en Iraq. El razonamiento es:

1. Predicar a los ninivitas su destrucción si no cambian
2. Los ninivitas cambiaron y la destrucción no se produjo.
3. Pero, ¿por qué no hubo destrucción? ¿Porque cambiaron o porque Jonás mentía y no la iba a haber de todos modos?. Y ahí el profeta pierde parte de su credibilidad, porque nunca se sabrá a ciencia cierta.

Pero la historia de Jonás merece también consideraciones de otro género. Porque Jonás, como la joven troyana Casandra anunciadora de desgracias, es el prototipo de todo sistema de alerta temprana: si les hacen caso a lo que avisan, no ocurrirá lo que auguraban; se habrán equivocado, y sufrirá su prestigio. Pero si no les hacen caso y ocurre la desgracia que quisieron prevenir, no servirá de consuelo saber que tenían razón, sino sólo añadirá amargura al desconsuelo de saberse inútiles y a la frustración del esfuerzo baldío.

Esto es algo muy parecido a lo que decía un amigo sobre los videntes aparicionistas que pululan como hongos hoy día. Se hacen predicciones que luego no se cumplen. Y como todo está sujeto a la oración, pues se dice que no se ha cumplido porque se ha orado. Y mi amigo, que es un cachondo, dice que eso es el comodín del público. Y tiene razón. Si se cumple bien, y si no es que se ha orado. Ya.

Lo cierto es que los indicadores objetivos nos están confirmando que empeora este tramo de la carretera del tiempo. Se acumulan las señales de peligro. Los vaticinios de la tradición centro Europea son esperanzadores, y no porque contradigan las tendencias objetivas, sino porque nos recuerdan que todo es condicional y que todo depende de nosotros. En buena medida somos hijos de nuestros actos y escultores de nuestro destino individual y colectivo.

Tradiciones y profecías en centro Europa

Esta selección de predicciones procedentes de Europa Central se compone de 75 vaticinios. De todos esos vaticinios, catorce representan el estado puro de la tradición: carecen de fecha, ni siquiera aproximada, y no hay posibilidad de calcularla.

Esta serie de profecías se enfoca en un acontecimiento muy concreto que no es otro que la tercera guerra mundial. No se sabe cuando será, pero por ejemplo, a fecha de hoy febrero de 2022 parece que la situación en Ucrania podría ser el detonante de esa tercera guerra mundial. 

Se habla de unos presagios muy concretos que anunciarán esa guerra y son los siguientes:

• La Pascua caerá en el día de San Marcos.
• El poderío inglés quedará quebrantado.
• Se verán 2 lunas durante 4 horas y el sol será de color rojo oscuro.
• La primavera será temprana y hermosa.

Parece que la siguiente Pascue en el día de san Marcos será en 2038 con lo cual podríamos estar tranquilos.

Las 14 tradiciones proféticas de Europa Central serían:

1. El anónimo del día de San Marcos.
2. El anónimo de la invasión del este.
3. El anónimo del oscurecimiento del aire.
4. El anónimo de la vieja profecía.
5. El anónimo suizo.
6. La saga de Coblenza.
7. La batalla mundial del Abedul.
8. La tradición del mundo muy ateo.
9. La tradición de Hellweg.
10. El anónimo de la turbulencia.
11. María Stieffel.
12. Padre Juan.
13. Peter Schlinkert.
14. El monje llamado araña negra.

Los profetas de la tradición centro Europea son:

1. Santa Odilia (383)
2. La monja Rosvita (932)
3. San Anselmo de Canterbury (1033-1109)
4. Hepidán de San Galo (1084)
5. Santa Hildegarda de Bingen (1098-1184)
6. Cesáreo de Heisterbach (1180-1240)
7. La monja Ludmila (1230-1253)
8. Santa Brígida de Suecia (1302-1373)
9. El doncel ciego de Praga (1356)
10. El revolucionario del alto Rin (1438)
11. Lichtenberg (1488)
12. Alberto Durero (1471-1528)
13. Paracelso (1493-1541)
14. El benedictino de la abadía de María Laach (s. XVI)
15. La sibila Michalda, vidente de Praga (+1658)
16. Anónimo del Fraile (s. XVII)
17. Anónimo de 1622
18. Anónimo de 1630
19. El venerable Bartolomé Holzhauser (1613-1658)
20. Leibniz (1646-1716)
21. El monje Luis Enrique (s. XVII)
22. Profecía de Maguncia (1670)
23. El Stormberger (1700)
24. El monje de Werl (1701)
25. Anónimo del capuchino (1762)
26. Josef Naar (+1763)
27. Elena de Walraff (s. XVIII)
28. Profecía de Marienthal (1749)
29. Johann Heinrich Jung-Stilling (1787)
30. Spielbähn (1698-1783)
31. Knopp de Ehrenberg (1714-1794)
32. El Mühlhiasl (1753-1830)
33. El viejo Jasper (1764-1833)
34. Anónimo del benedictino (s. XIX)
35. Ana Catalina Emmerick (1774-1824)
36. Catalina Leistnerin (+1831)
37. La sibila Weiss (1820)
38. El párroco bendito Francisco de Sales Handwercher (1792-1853)
39. El cantar del viejo tilo de los tiempos venideros (1850)
40. El joven tuerto de Elsen (1848)
41. Anónimo del XXI Concilio (1850)
42. El monje Hilarión de Jasna Gora (1850)
43. El ermitaño Antonio de Aquisgrán (1820)
44. Los rojos vienen del Este (1895)
45. Las consejas que se decían en el bosque (1900)
46. Sepp Wudy, el criado de Frischwinkel (1900)
47. Cartas del frente (1914)
48. Francisco Kugelbeer (1922)
49. Condesa Beliante (1923)
50. Párroco de Baden (1923)
51. Procopio, el pastor del bosque (1887-1965)
52. El zapatero loco (+1940)
53. María Burgstaller, «D’Huaber Marie» (1892-1973)
54. La conjetura de Spengler (1880-1936)
55. Padre Gregorio Findelen (1946)
56. Alois Irlmaier (1894-1959)
57. La madre Erna Stieglitz (+1975)
58. Gottfried von Werdenberg, el labrador del Waldviertel (1938)
59. José Stocker (1897-1975)
60. La visión del futuro del viejo párroco Tomás (1964)
61. Buenaventura Meyer (1977)
62. María Simma (1915)

Si sumamos las 14 tradiciones proféticas y los 62 profetas, que a veces son desconocidos, pero bueno, hemos hecho esta clasificación de urgencia. Por cierto, hay que sacar fuera la conjetura de Spengler, pues entonces tenemos los 75 ítems proféticos de la tradición profética centro Europea.

Explicarlos todos sería interminable. En cierto modo ya hemos resumido antes lo principal. Voy a entresacar algo de lo que me ha parecido mas impactante. Por ejemplo, la conjetura de Oswald Spengler, intelectual e historiador de talla mundial. No es realmente una profecía. El decía que una civilización acaba en tres guerras. El fue testigo de la primera guerra mundial, su razonamiento era que una generación no puede participar en dos guerras, y como se cambia de generación cada 25 años, la segunda guerra mundial tendría lugar en 1939. Acertó de pleno y presa de triunfalismo predijo la tercera guerra mundial en 1964.

Afortunadamente falló. Pero es fácil saber por qué falló. Primero, los años que tarda una generación en formarse va variando. Ahora no son 25 años, son mas de 30, porque las parejas tardan mas años en ser padres. Y en segundo lugar porque hay un factor que no ha existido nunca en todas las guerras anteriores. Y ese factor ya sabéis cual es. Se llama bomba atómica. Y tenía razón su creador. Es el arma que pondrá fin a todas las guerras, y así ha sido.

Hombre no a todas, pero sí a las guerras mundiales entre civilizaciones. Luego en esa cuenta particular de Oswald Spengler, la tercera guerra mundial no se ha producido porque nadie se atreve a iniciarla. No por falta de ganas. Pero con la bomba atómica sería un suicidio. Ni siquiera en la inminente invasión de Ucrania, que será eso, una invasión y no una guerra, se transformará en guerra mundial.

Por eso las profecías del fin del mundo, es posible que fallen al introducir este factor. El hecho de la existencia de un arma donde todos son víctimas y todos pierden, desvirtúa todas las predicciones y hace que sea mucho mas difícil interpretarlas. Pienso que Rusia atacará a Ucrania y recuperará lo que históricamente ha sido suyo siempre. La OTAN no hará absolutamente nada y pondrán sanciones, pero no muchas porque si no van a pasar mucho frío en invierno.

En este tipo de profecías centro Europeas, la cronología falla muchísimo. los profetas se animan a dar fechas pero ninguno acierta. Hay consenso en el tipo de acontecimientos que va a ocurrir, pero al decir fechas concretas, el fracaso es clamoroso.

Se insiste en los tan traídos y llevados tres días de oscuridad, que ya forma parte de la mitología cristiana contemporánea. Ya ha sido tratado este tema en otros post de esta cripta, pero por resumirlo de forma apresurada, los tres días de oscuridad será un acontecimiento del fin de los tiempos donde por tres días solo habrán tinieblas y los demonios serán soltados físicamente del infierno y se dedicaran a exterminar de la tierra a los ateos y los impíos, que como son la mayoría, la tierra quedará despoblada. La única manera de librarse será encerrarse en casa y orar con velas bendecidas el día de la candelaria. El que saliere a la calle morirá.

Es una desgracia mas que ocurre además de la guerra, superponiéndose a ella. No arderá ningún fuego, los rayos entran en las casas y se oyen las atroces maldiciones de los demonios. No solo morirá mucha gente a manos de los diablos sino que muchas ciudades especialmente ateas o libertinas, como por ejemplo París,  serán  consumidas por el fuego. Cuando aparezca una enorme cruz en el cielo esa será la señal de que los tres días de oscuridad han transcurrido.

Yo siempre he creído que los tres días de oscuridad eran parte de una estética, de una mitología cristiana contemporánea mas relacionado con el mundo aparicionista que con la realidad bíblica. Pero bueno, me cuentan los que saben, que no, que estoy equivocado, que tiene base bíblica, que multitud de santos han hablado de estos tres días de oscuridad y que hay demasiados videntes y profetas que coinciden.

Siguen sin convencerme. El que ocho de cada diez dentistas recomienden algo no significa que tengan razón, y a mi esto me suena muy confuso. En cualquier caso en todo este entramado profético ocurre una cosa. Hay sucesos puramente terrenales, mundanos, como las guerras o las revoluciones. Y luego, otro tipo de sucesos mas de tipo espiritual o si se quiere, mágico. Cosas como que «la naturaleza reacciona contra el hombre», «los tres días de oscuridad», «dos lunas visibles en el cielo» y así muchas mas.

Esto es un salto cualitativo. Igual que denominé «época de Conan el Bárbaro» a esa indeterminada edad entre el Diluvio Universal y la aparición de las primeras civilizaciones conocidas históricamente: Egipto, Asiria, etc, habría que dar un nombre concreto a esa época donde todo el planeta podrá ver hechos extraordinarios, mágicos, paranormales. Esto marcará un antes y un después. No sé que nombre se le podría dar. Tiendo a pensar que esa edad nunca será realidad a menos que estemos realmente cerca del fin.

Hay que destacar aquí una profecía poco conocida de una santa llamada Teresa Neumann que fue contemporánea de Hitler. Cuando Hitler fue nombrado canciller fue a visitar a Teresa Neumann, una chica de un pueblo de Baviera que era una estigmatizada y que se alimentaba exclusivamente de la Eucaristía. La joven le dijo a Hitler que beneficiara a Alemania con el cultivo de la ciencia, porque de lo contrario su mandato no duraría ni doce años  y dejaría Alemania en ruinas. Hitler se fue de allí visiblemente enfadado. 

En muchos de estos profetas se hace referencia a una guerra atómica de proporciones apocalípticas. Se produce una invasión rusa de Europa occidental que es rechazada por los ejércitos de la OTAN. El ejército ruso es prácticamente destruido por la superioridad tecnológica de Occidente. Se retiran hacia Rusia y se produce un contragolpe atómico contra toda las ciudades estadounidenses. Los muertos ya se cuentan por decenas de millones. Estados Unidos responde devastando atómicamente amplias zonas de Rusia y destruyendo todos los silos de misiles.

En la fase final de la guerra, entran en acción los submarinos para destruir lo que queda en pie de Europa. Las ciudades mas importantes son un mar de llamas. El panorama es apocalíptico. Un tercio de la humanidad ha muerto en escasas semanas. Los otros dos tercios sufrirán las nubes radiactivas y el marasmo económico y social que seguirá a la guerra. En varias de las profecías se afirma que la tierra ha tocado fondo y reacciona produciéndose terremotos y quiebras en la corteza terrestre, inundaciones y cambios climáticos. Esto último lo vio el papa Juan Pablo II.

En fin, este es uno de los posibles finales de la humanidad que predicen estas profecías. Después de esto, si llega a producirse, vendría una confusa edad dorada que nadie sabe precisar con exactitud. ¿Será la segunda venida de Cristo? ¿El descenso de la Jerusalén dorada?.

En ciertos momentos de algunas de las profecías se hace referencia a misteriosas naves muy modernas y silenciosas que destruirían misiles. ¿Son los ovnis?. Evidentemente estos profetas desconocían qué es un ovni.

Cuando se derrumbó la Unión Soviética se pensó que estas profecías ya no tenían mucho sentido al quedar solo Rusia y después de haber perdido un 30% de su territorio y de quedar en una situación política y económica calamitosa. Pero estamos en 2022, febrero y mira por donde Rusia va a recuperar un buen pedazo de ese territorio perdido y se ha revelado como una potencia militar terrestre invencible. Tanto es así que ya se da por descontado que la OTAN no va a hacer nada. Pero quien sabe. Las guerras se sabe siempre como empiezan pero nunca como acaban.

Y finalmente, y para ilustrar lo que puede venirse encima, una de las profecías abundaba en ciertos detalles cotidianos de lo que supone una guerra mundial entre potencias nucleares. Desde el minuto uno de la guerra, no hay electricidad, no hay agua, no hay gasolina, no hay internet, no hay gas, no hay dinero y no hay trabajo. Desde el minuto uno. Pensarlo bien. En 24h volvemos al siglo XVIII. Si quieres agua, cava un pozo. Si quieres comida, cultívala, cuando caiga la noche, una vela por persona y a dormir. Despertarse al alba para trabajar como negros simplemente para poner un plato de comida en la mesa. El dinero no tendrá ningún valor. Solo el trueque. Tanto tienes, tanto vales. Si no sabes hacer nada, morirás de hambre. No habrá medicinas, si estás enfermo, lo que dure tu cuerpo. Eso es la guerra. Ese será el día a día de millones de personas. Así que aquí dejo este post que ha querido describir un poco a vuelapluma esa tradición profético de Europa central. No creo que vuelva sobre el tema, porque es repetir y repetir profecías, y sumar y sumar profecías que al final eso cansa, porque no añaden nada al discurso que he tratado de demostrar aquí. He dejado en el post la relación de todas las tradiciones proféticas, para que el que quiera pueda consultarlas y profundizar.

Me he documentado sobre todo con el libro de José María Sánchez de Toca: «Los profetas del bosque», texto prácticamente inencontrable hoy día.