Hace unos días, en su estreno, tuve la ocasión de ver la película tiempo de M. Night Shyamalan, el considerado Stephen King indio. Es muy buena película, que yo recomiendo ver. En la línea de todas aquellas que han sido grandes éxitos como “el sexto sentido” o “el bosque”.
Poco presupuesto, actores normalitos. Nada de grandes estrellas. Efectos especiales los justos, los que cualquiera puede hacer con su cámara de vídeo: planos, contraplanos, jugar con la luz, los desenfoques, el control de los tiempos, etc.
El principal activo de ésta película y de todas las grandes películas de Shyamalan y también de Stephen King es el argumento (razonamiento que demuestra, refuta o justifica algo). Es decir, las ideas. Vivimos en un mundo donde no se cuidan los argumentos porque ya no se fabrican ideas. Copiamos muchas cosas y adaptamos y versionamos muchísimas más. Pero yo echo de menos el que se fabriquen ideas nuevas. El éxito de directores de cine como Shyamalan o escritores como King se basa en que tienen ideas nuevas, originales, novedosas.
Esta película tiene una idea nueva y original. Un enclave geográfico, una playa detrás de un macizo rocoso provisto de unas minerales específicos tiene la propiedad de acelerar el tiempo localmente.
Podríamos decir que es un lugar telúrico ya que la energía o influencia que sale de la tierra afecta a los que se encuentran alrededor. Imaginaros los efectos de semejante poder en los desgraciados que queden allí atrapados.
No son nuevas las películas que trabajan el concepto de tiempo. Pero esta para mi tiene una idea novedosa al relacionarla con el concepto de telurismo que hemos tratado varias veces en esta web. Pero sí tiene un fallo que la hace no ser consistente científicamente.
La película en el fondo lo que está proponiendo no es una especie de viaje en el tiempo o de cambio de línea temporal, sino la aceleración de determinados procesos, pero dentro del tiempo local experimentado por los protagonistas. Una verdadera alteración del decurso global del tiempo, no sería percibido por los protagonistas.
Si ahora se detuviera el tiempo mil años, al cabo de los cuales volviera arrancar, nosotros no nos daríamos cuenta, porque el tiempo es una dimensión absoluta. Necesitaríamos un tiempo externo al nuestro, al que experimentamos, para darnos cuenta de que nuestro tiempo acelera, frena o se detiene.
Naturalmente, no sólo necesitaríamos ese tiempo externo, sino disponer de órganos sensoriales capaces de percibir ambos tiempos.
Lo cual nos lleva a un razonamiento circular. Si para percibir alteraciones en el tiempo que estoy viviendo, necesito un tiempo externo que me sirva de marco de referencia, si quisiera percibir alteraciones en el propio marco de referencia, a su vez necesitaría un segundo marco de referencia y órganos sensoriales capaces de percibir 3 decursos temporales multidependientes. Y así ad infinitum con un cuarto tiempo, un quinto…
Es posible que el tiempo solo sea una dimensión espacial que no es plana como las otras tres. Representamos el espacio como tres ejes coordenados perpendiculares entre sí formando un triedro de referencia. Quizá el tiempo solo sea un cuarto eje coordenado en forma de espiral o algún tipo de curva que se cierre sobre sí misma infinitas veces. Es posible que el tiempo sólo sea la forma que tiene nuestra percepción de percibir una realidad cuatridimensional.
Todas estas ideas están desarrolladas en los siguientes textos que he publicado aquí mismo
Son ideas que son un poco escurridizas, pero es lo que hay que saber para coger perfectamente un criterio cabal y científico de lo que es el tiempo. Por las razones anteriormente expuestas, deducimos que el tiempo no transcurre y que por lo tanto si se parara y reiniciara al cabo de mil años no lo notaríamos.
El hecho de este comportamiento extraño del tiempo no quiere decir, que los momentos que componen el tiempo no estén conectados entre sí. El tiempo transcurre desde el pasado hacia el futuro pasando por el presente. Pero…. ¿podría ser al revés?. Pues las leyes de la física no lo impiden. La mayoría de ellas (hay alguna excepción) son reversibles temporalmente. Si cambias t por -t siguen siendo igual de válidas.
Lo que es verdaderamente importante es la conexión entre los momentos. El tiempo no es exactamente un continuo. Es decir, no se puede dividir hasta el infinito en momentos cada vez mas pequeños. Existe un límite en esa subdivisión.
Igual que la materia tampoco se puede subdividir hasta el infinito porque llegamos a las llamadas partículas elementales, que se llaman así porque no están hechas de objetos mas simples, parece que hay una cantidad de tiempo llamada tiempo de Planck tal que no puede existir otro tiempo mas pequeño. Es una cantidad de tiempo muy pequeña, casi infinitesimal, pero medible, finita y distinta de cero. Esto introduce una complicación. Si el tiempo es una sucesión de tiempos de Planck, ¿Dónde acaba un tiempo de Planck y empieza el siguiente? ¿qué hay entre dos tiempos de Planck? ¿la nada temporal? ¿el no tiempo?.
Esto no es un problema científico, pero sí filosófico. Es el problema de pasar de un espacio continuo a otro discreto. También existen problemas filosóficos, si el razonamiento es a la inversa. Si tengo un continuo, no lo puedo subdividir porque en el punto de corte habría partes (los extremos) y ahí se rompería el continuo en una regresión infinita.
En fin, la propia naturaleza nos saca de nuestras discusiones mentales bizantinas y nos dice que la realidad que observamos es discreta, cuantizable y no continua.
Por cierto, el espacio también es discreto. La medida del espacio es la longitud, que medimos en unidades de longitud: metro, centímetro, milímetro, etc. Pues bien, existe una unidad mínima de espacio mas pequeña de la cual no es posible encontrar otra. Ciertamente, al igual que pasaba con el tiempo, esa unidad límite de espacio es pequeñísima, tan pequeña que un átomo a su lado es un espacio enorme, sideral. Pero no por pequeña inexistente. Finita y no nula. Ya habréis adivinado el nombre de la mas pequeña longitud posible: longitud de Planck.
Lo cual nos lleva a problemas filosóficos aún mas graves. La longitud y tiempo de Planck, nos están diciendo que el espaciotiempo no es un continuo sino algo discreto, fragmentado, granuloso ¿Un fractal quizá?, no parece probable. ¿Una realidad espumosa como hecha de burbujas que bullen, evanescente?, probablemente la verdad se halle mas cerca de esa visión. Por cierto, ¿Qué hay entre espacios separados por distancias menores que la longitud de Planck?.
Alguien dirá: de acuerdo con tu razonamiento, esa pregunta no tiene sentido. El espaciotiempo es un enrejado de tuberías de formas cambiantes cuyas dimensiones no pueden ser menores que la longitud de Planck y tal que todos los procesos que allí ocurren no pueden tener tiempos inferiores al tiempo de Planck. Entonces ¿qué hay en esos espacios que separan los enrejados? ¿la nada? ¿otro universo? ¿otra realidad? ¿el mas allá?. ¿Es allí donde vamos después de la muerte?. Y si no hay nada mas lento que el tiempo de Planck, ¿qué ocurre cuando empiezo cualquier tarea?. Cuando empiezo una cosa parto de cero, porque antes de hacer esa cosa, no hacía nada (por hipótesis). Entonces ¿paso hasta el tiempo de Planck a velocidad infinita?. ¿O realmente siempre estoy haciendo esa tarea y nunca la termino?. Volvemos a los problemas del continuo.
En definitiva, en la película tiempo, no hay verdaderos viajes en el tiempo, sino una aceleración natural de determinados procesos que si dependen del tiempo.
Para mi es mas importante, la perspectiva filosófica que se adquiere con las ideas que se muestran en la película. Debido a la aceleración de ciertos procesos como por ejemplo: el crecimiento, el envejecimiento, las enfermedades, etc, se plantea la posibilidad de vivir toda una vida en unos tres días. El cuerpo pasa por todos los estadios por los que pasa en una vida normal de 80 años, pero en tres días.
Esto produce que el desarrollo mental no vaya acorde con los procesos físicos que se producen a tal velocidad, porque al fin y al cabo, el desarrollo mental también es un proceso físico que lleva su tiempo. Esto no parece muy importante, pero me lleva a la siguiente cuestión ¿cuántas vidas son necesarias para un desarrollo pleno del ser humano? ¿cuánto tiempo nos gustaría vivir? ¿nos gustaría ser inmortales, o por el contrario sería una maldición?.
Es difícil responder a estas preguntas, pero todos estamos de acuerdo en que dentro de unas mínimas condiciones de salud y comodidad material, a todos nos gustaría vivir mucho mas tiempo del que nos toca. Ya sé que existe el suicidio, pero dejando a un lado las enfermedades mentales, para mi no existen suicidas, sino personas infelices. Recuérdese que mi premisa de salida es un mínimo razonable de saludo.
Tampoco existe la depresión, sino la impotencia por no poder superar los problemas o las circunstancias adversas que nos atenazan. O simplemente por no poder acomodar nuestro esquema de pensamiento, nuestros paradigmas mentales a la tozuda realidad. Imaginen los cristianos que se encuentra la tumba de Jesucristo con sus restos mortales, sin lugar a dudas. Pues se acabó todo. Los sacerdotes al paro, el Vaticano a la venta, y a otra cosa.
Pero bueno, han pasado mas de dos mil años y tal tumba no se ha encontrado. Y se estuvo buscando por tierra, mar y aire. Aún hoy día se busca.