EL PROBLEMA DEL MISTERIO
Estoy escuchando con mucha atención los vídeos de Iker Jiménez donde de forma paulatina, pero clara y decidida, empieza a renegar de los pilares básicos del misterio. Hay que decir en su descargo y en honor a la verdad, que es un proceso por el que han pasado ya la mayoría de las figuras sagradas del misterio en España. El simplemente, ha sido el último en sumarse a la moda, pero habrá más.
Que conste, que cada persona está en su derecho de cambiar sus paradigmas mentales, o sin llegar tan lejos, de cambiar simplemente de opinión, faltaría más. No debe de ser fácil, como el mismo Iker confiesa, que después de 30 años estudiando de forma profesional el fenómeno ovni, ahora se caiga del guindo.
Y ya se sabe lo que pasa con las herejías. Una vez que se transige con una, vienen todas las demás y el edificio de la doctrina se viene abajo. Admito, que si la doctrina no es buena o errónea, no está mal que se destruya, pero al final, lo que tienes es un edificio destruido. Y después de la destrucción no queda nada. Difícilmente los popes del misterio en España, van a poder vender misterio si ellos mismos no creen en el misterio.
Cualquiera puede ser iconoclasta, pero luego pretender ganar dinero ofreciendo una mercancía que ellos no consumen me parece una estafa intelectual, moral y material. Esto ha hecho que prácticamente no siga ningún podcast del misterio en español. La mayoría de ellos no cree en absoluto en nada del misterio. Empezando por los propios consagrados de toda la vida y acabando por los últimos monos recién llegados al misterio.
Menos mal que nos quedan los clásicos como Benítez, con sus luces y sus sombras, como Jiménez del Oso, Enrique de Vicente, etc. Hay muchísimos libros clásicos de ufología e investigadores serios como Josep Guijarro que son los que hay que seguir.
Bueno, ya he dejado claro lo que pienso, pero analicemos el problema del misterio, que tiene mas de problema que de otra cosa.
¿Qué es lo que le ha ocurrido a Iker Jiménez y otros muchos como el?. Pues desde mi punto de vista, no es difícil responder a la pregunta, pero explicarlo bien es algo largo. Para empezar, que una persona que ha estado muchos años investigando el fenómeno ovni, ahora diga que no cree en el fenómeno, que es la mente, la antropología, el cerebro, las cavernas, Jung o no sé qué más, porque todo eso se ha dicho, lo que quiere decir es que en el fondo nunca ha creído en el fenómeno ovni. Nunca lo ha creído en serio. Ni si quiera ha creído en el misterio.
Como mucho han querido creer en el misterio, por anhelos juveniles, postureo, cuestiones estéticas o vaya usted a saber por qué. Recordemos ese famoso cartel de “i want to believe” que vimos muchas veces en el expediente X. Hay que reconocer que esto es humano. Muchas creencias se alimentan por el propio deseo de creer y me parece una actitud tan lamentable como el espectáculo al que asistimos ahora de que el sumo sacerdote le prende fuego al templo.
Porque hay que tener en cuenta una cosa: “El misterio es el misterio”. Si todos los fenómenos estuvieran explicados o tuvieran siquiera una hipótesis plausible, ya no entrarían dentro de esta categoría del misterio. El misterio es inasible, escurridizo, inexplicable, impermeable a las teorías, esquivo, inefable, a veces absurdo; porque si no fuera así, no sería misterio.
El proceso mental que han sufrido voluntariosos investigadores como Iker Jiménez y otros, no ha sido una repentina pérdida de fe. Ha sido la paulatina decepción de quien nunca la ha tenido. No se puede pretender ser San Pablo para luego descubrir que siempre has sido Barrabás.
Se argumenta en descargo de estos misteriólogos descreídos que en el fondo son investigadores que buscan la verdad. Pero no saben como operan las categorías mentales que rigen en el esquivo campo del misterio.
El mundo académico y universitario cree que todo es analizable mediante el método científico y que se puede aplicar criterios estadísticos a todo. En el mundo del misterio, esto no es así. La parte puede valer mas que el todo. Por ejemplo, una psicofonía clara, de origen inexplicable, sin fraude posible tiene un valor absoluto, aunque no pueda reproducirse en laboratorio
¿Qué dirá el mundo científico si se encuentran 3 bacterias en marte?. Pues que hay vida en marte, aunque sólo hayan encontrado esas. Y esto sería literalmente cierto, aunque esas bacterias procedan de la tierra traídas en las múltiples misiones que se han enviado allí. Pero no les costaría afirmarlo y dar palmas con las orejas.
Sin embargo con el misterio es diferente. Tienes la psicofonía del siglo y eso es suficiente para los popes materialistas que imponen una forma de pensar, estrecha, rastrera y casposa. Pues bien, hay un buen puñado de psicofonías genuinas y no se ha encontrado ninguna bacteria en marte.
Y esto entronca con otro fenómeno mental de las mentes positivistas. Para el que cree de buena fe, no son necesarias una infinidad de pruebas. Bastan unas cuantas que sean razonables y creíbles. Y para el que no quiere creer, ninguna prueba será nunca suficiente.
Si estudias el misterio como yo lo hago, o investigas el misterio como muchos otros hacen, desde mi punto de vista, tienes que creer en el misterio. Si no tienes fe en el misterio, además de estafarte a ti mismo, nunca vas a encontrar la prueba concluyente de que el misterio existe y es real. El misterio siempre está mas allá. Siempre está en la frontera del conocimiento, siempre es especulativo. Nunca está terminado ni explicado. Si lo estuviera, ya no sería misterio.
Si te aproximas al misterio con una mente materialista o positivista (una forma extrema de materialismo) que es lo que en el fondo hacen los periodistas, porque así se lo han enseñado en las universidades, nunca vas a llegar a ninguna conclusión válida. Te quedarás como máximo en una perplejidad de la que no podrás salir.
Pretender resolver el misterio como pretende hacerlo Iker Jiménez y otros a base de miles de entrevistas, cuadernos de campo, platós de televisión y largas noches de radio, puede ser muy entretenido y gratificante, y yo soy el primero que he disfrutado de ello, pero al final no llegarás a nada. Llegarás a la perplejidad y después al abandono del misterio.
Y tampoco es que yo tenga una solución para este problema. Yo creo que el misterio hay que estudiarlo desde un punto de vista holístico. Veamos qué quiere decir esto:
- Hay que adoptar un punto de vista renacentista y multidisciplinar. Por eso un investigador del misterio, necesita menos cuadernos de campo y más skills de todo tipo. Ya dije en otro post que un buen estudioso del misterio, necesitaba saber mucho de todo.
- Hay que estudiar el misterio como un todo, eso es lo que quiere decir holístico. En el fondo, si algo sabemos, es que en su interior, el misterio, tiene estructura. Todas las ramas del misterio están relacionadas entre sí. No se puede ser un erudito en parapsicología y desconocerlo todo sobre los ovnis como le ocurre al estudioso Santiago Vázquez. Hay que tocar todos los palillos del misterio.
- No son tan importantes los testigos y las posibles pruebas materiales, porque en el fondo va a haber muy pocas. Iker Jiménez en su última entrevista con Antonio Runa, hablando sobre el fenómeno ovni, se lamenta de que con miles de millones de móviles no hay una sola foto creíble de ellos. Y tiene razón, pero el fenómeno ovni, no es abordable con esa perspectiva. Tenemos psicofonías y psicoimágenes clarísimas y tampoco creen en ellas. Lo importante es verificar claramente que ha sucedido algo que no tiene explicación dentro del marco científico.
- La estadística no tiene relevancia en el estudio de los fenómenos del misterio por las razones que he explicado anteriormente. Quizá aquí son mas aplicables los criterios de la psicología de Jung como la sincronicidad o procesos aún desconocidos. Si fuera aplicable la estadística poco de misterio tendría el fenómeno.
Es patente el absoluto desconocimiento sobre parapsicología clásica que hay en los estudiosos e investigadores españoles. Gente que se pasa horas viendo lugares presuntamente encantados, donde ocurren fenómenos poltergeist, gente que experimenta con ouija, con fotografía paranormal, y que desconocen lo mas elemental de la parapsicología clásica que se encuentra en tratados antiguos pero muy completos como los escritos por Richet o Tyrrell.
Yo creo que el conocimiento que viene en esas enciclopedias clásicas de parapsicología, debería ser conocido a fondo por cualquier estudioso del misterio. Yo mismo he de confesar que solo conozco lo elemental de parapsicobiofísica clásica. Luego aquí tenemos un nicho de mercado que no está cubierto por los misteriólogos españoles.
En cuanto al fenómeno ovni, que nos ha traído hasta aquí, se ha estudiado mucho y bien en España, y hay verdaderos expertos en el fenómeno, pero no en la actualidad sino en el pasado. Hoy día me quedo con el trabajo de Josep Guijarro y José Antonio Caravaca, aunque no estoy de acuerdo con las teorías de este último, si he de recomendar la compra de su último libro, aunque simplemente sea porque es una buena colección bien expuesta y ordenada de casuística ovni. También es un buen libro para descubrir las líneas de pensamiento histórico que han pasado por los investigadores a lo largo de las décadas. Sin embargo, las conclusiones no me parecen acertadas. Y meter en el mismo saco las apariciones marianas, los fantasmas, los fenómenos telúricos, los cuentos y leyendas populares y los ovnis, me parece un auténtico error. Eso se llama reduccionismo, y caer en el es estropear un muy buen y recomendable libro.
Desde mi punto de vista queda un campo de Agramante para los pocos investigadores que aún creen el misterio. Si saben aprovechar esta ventana de oportunidad que tienen, cogerán una importante parte de gente aficionada al misterio que ahora está huérfana de divulgadores como Dios manda.
Para eso hay que ser coherente, tener las ideas claras y ofrecer un producto de calidad. La oportunidad está ahí.