Lugares de Poder y Zahoríes

Introducción a los Lugares de Poder

En el post anterior hemos visto una introducción a que es un lugar de poder, su relación con las corrientes de agua subterráneas y la teoría que subyace a la detección de esas corrientes de agua subterráneas.

Hemos visto también que el radiestesista es el profesional encargado de la localización de esas aguas subterráneas, pero también de muchas otras cosas como por ejemplo minerales. Aún mas, los radiestesistas afirman reconocer entidades abstractas.

Sabemos que los radiestesistas usan el péndulo para detectar y localizar todo lo dicho anteriormente. De la misma forma, sabemos que, en teoría, el centro de detección de los radiestesistas se hallaría en el cerebelo, y el péndulo, sería una especie de chivato que avisaría al radiestesista de que su cerebelo ha hecho una detección que para el es totalmente inconsciente.

¿Qué es un lugar de poder?

Simplemente un lugar donde la energía que brota de la tierra o que llega hasta ella se hace mucho más densa.

Siempre en un Lugar de Poder se reúnen uno o varios Vórtices Energéticos, en ocasiones distribuidos de igual manera, otras de forma irregular y en otras de forma simétrica como en la basílica del monasterio de Escorial, que forma varios anillos energéticos.

Cuando en un lugar, construido o no, existen varios Vórtices Energéticos cercanos entre sí, de la misma o de distinta índole, convierten a esa zona, lugar, bosque, templo, etc., en un Lugar de Poder.

¿Qué es un zahorí?

Ahora nos centraremos en otro tipo de profesional: el zahorí. Los zahoríes son personas especializadas en la detección de aguas subterráneas. Recorren el terreno provistos de varillas de cobre u horquillas, y detectan el punto donde debe ser excavado un pozo.

Hay que decir que las aguas subterráneas que son capaces de detectar los zahoríes, son aguas subterráneas en movimiento. Las aguas estancadas no serían detectables con el método que ellos emplean.

Nuevamente, como en el caso de los radiestesistas, los zahoríes utilizan una parte de su cuerpo para detectar las corrientes subterráneas. Si los raiestesistas usaban el cerebelo para detectar todo un abanico de cosas, los zahoríes están mas centrados en el agua, y ellos usan complejos mecanismos del oído interno para detectar dichas corrientes.

Mecanismo de detección usado por los zahoríes

Para determinar donde se detecta el agua, se siguió un método indirecto:

• En primer lugar se descartó que fueran las propias varillas de cobre. Para ello se hicieron mediciones con el sistema zahorí-varillas dentro de una jaula de Faraday, y los resultados seguían siendo positivos. Ocurrían detecciones. Entonces no podían ser ondas electromagnéticas. Tendría que ser algo relacionado con la gravitación.
• En segundo lugar, se determinó mediante una serie de mediciones, que el centro de recepción de la señal de que hay agua, estaba situado en la cabeza del zahorí, concretamente a la altura del oido.
• Posteriormente, estas mediciones se afinaron los mas posible, estudiando a muchos zahoríes en proceso exitoso de detección y se llegó a la conclusión de que el zahorí detecta en los complejos y delicados mecanismos del oído interno
• Todavía se ha llegado mas lejos, y se ha identificado, y se ha identificado las estructuras de las máculas y los otolitos como sensibles al campo gravitatorio y por lo tanto, serían los centros de detección de los zahoríes.

Esto no es de extrañar, porque los médicos saben desde hace mucho que el centro del equilibrio está en el oído interno, y que las fuerzas que hacen que nos mareemos, también se detectan en el oído interno. Y todo ello a su vez está muy relacionado con el equilibrio de nuestro cuerpo, que no es otra cosa que su relación con el campo gravitatorio. Luego por lo tanto

1. tiene todo el sentido del mundo ésta hipótesis
2. ha sido contrastada con resultados experimentales positivos

De forma que ya tenemos todas las piezas.

• El zahorí pasa por una corriente de agua que no es otra cosa que el desplazamiento de una masa con respecto a otra.
• Dicho desplazamiento relativo produce una mínima variación del campo gravitatorio, que es detectado por las máculas y los otolitos del oído interno.
• El zahorí no es consciente de este hecho, pero su cuerpo si, haciendo un leve estremecimiento, que es lo que causa que las varillas se muevan
• El zahorí, si ve el movimiento de las varillas y sabe que ha detectado una corriente de agua subterráneas.

Método práctico seguido por los zahoríes

Carlos Pellón es un estudioso del tema de los zahoríes y radiestesistas, el nos cuenta como un zahorí detecta agua en la práctica:

 Descrito de un modo esquemático, y simplificado para su mejor comprensión, el proceso es el siguiente:

 En una fase inicial, el zahorí efectúa una exploración previa, en la que recorre pausadamente el perímetro del terreno a estudiar, manteniendo los brazos semiestirados frontalmente, con las varillas en las manos en equilibrio horizontal. En diferentes puntos del recorrido las varillas, aparentemente de un modo espontáneo, se cruzan. Toma nota mentalmente de estas señales y, finalmente se sitúa en el lugar del terreno que considera más adecuado, dando comienzo a la localización propiamente dicha. Desde él, camina en línea recta hasta que en un momento del recorrido, las varillas giran hacia el interior de sus brazos cruzándose(x). En ese lugar coloca una marca en el suelo (1). Sitúa nuevamente las varillas en posición de trabajo, y continúa caminando en la misma dirección y sentido.

En una posición (2) próxima al punto (1), las varillas en lugar de cruzarse, se separan. Toma nota mental de esta circunstancia, pero no coloca marca alguna y sigue caminando. A una mayor distancia del punto (1), las varillas vuelven a cruzarse(x). Igual que anteriormente, coloca una nueva marca en el suelo (3). Avanza del orden de un metro más, gira sobre sí mismo y, con las varillas de nuevo en posición de trabajo, vuelve a pasar sobre el mismo punto (3), pero en sentido inverso. Las varillas, ahora que camina en sentido contrario, no se cruzan.

Continúa retornando hacia el punto (1) y, cuando de nuevo se encuentra bastante próximo al él, las varillas se cruzan(x), procediendo a marcar el punto (2). Alcanzado el punto inicial, repite la operación en sentido contrario, marcando el punto (4). La distancia de A – B, resulta ser prácticamente igual a la de A – C. En otros lugares del terreno, vuelve a repetir el proceso, con resultados análogos. En ese momento, el zahorí se considera en condiciones de afirmar, que existe una corriente de agua (S) situada en la vertical del punto A, y que la profundidad a la que se encuentra, es igual a la distancia A-B, o la de A-C, ya que es prácticamente la misma.

La distancia entre los puntos (1) y (2), afirma que corresponde a la anchura de la corriente detectada. Probablemente contará también otras muchas cosas, tales como el caudal de la corriente, o si el agua es potable etc. Tiene que justificar lo que cobra por su trabajo, pero para la finalidad de este análisis, carecen de interés. Se perfora el pozo y efectivamente, el agua está allí. No sólo eso, la profundidad es bastante próxima a la indicada por el zahorí.

Justificación de la teoría

El sistema de detección por ligeras variaciones del campo gravitatorio que pueden impresionar determinadas estructuras celulares del oído interno, se parece mucho a los detectores de ondas gravitatorias LIGO y VIRGO

Un detector de ondas gravitacionales se parece mucho a dos varillas de cobre. En realidad es un interferómetro gigante, cuyos 2 brazos miden lo mismo. Se proyecta luz por ellos hasta unos espejos y es sistema es capaz de detectar ligerísimas variaciones de longitud.

Cuando una onda gravitatoria atraviesa un brazo, hace mas corto el espaciotiempo en ese brazo, con solo el diámetro de un átomo de diferencia, pero el sistema es capaz de detectar esa distancia infinitesimal.

En resumidas cuentas, tanto los radiestesistas como los zahoríes aprovecharían detectores ultrasensibles de fuerzas de la naturaleza como la gravitatoria. Pequeñísimas variaciones del campo gravitatorio serían detectadas bien por el cerebelo, bien por el oído interno posibilitando así el señalamiento del lugar exacto de esas corrientes subterráneas de agua.

Lo que me parece mas débil en todo este argumento es la conexión que existe entre detección inconsciente de la corriente de agua y accionamiento del músculo del brazo para activar, bien el péndulo en el caso de los radiestesistas, bien las varillas en el caso de los zahoríes.

Me parece una explicación ad hoc. Da la sensación de que se ha dicho así para hacerla encajar a martillazos en el sistema. Pero tiene credibilidad simplemente porque el mecanismo funciona y evidentemente el movimiento involuntario del brazo existe. Luego debe de haber un mecanismo aún desconocido, que conecta el cerebelo u oído interno con la parte motora del cerebro y activa un movimiento de las manos. Carlos Pellón da una serie de razonamientos y explicaciones. Que cada cual juzgue si le convencen.

Líneas Hartmann y Líneas Curry

“No duerma en el mismo lugar en el que hubiera dormido otra persona que padeció una enfermedad grave, a menos que coloque una protección contra radiaciones terrestres que las neutralicen”.

Dr. Ernst Hartmann.

El médico alemán Ernst Hartman., en los años 50, descubrió una red de radiaciones que cubre la Tierra a modo de malla. Son dos tipos de líneas de fuerza de unos 30 centímetros. Las primeras descienden de norte a sur separadas por un poco más de metro y medio (160 cm). Las segundas van de este a oeste un poco más separadas (190 cm); verticalmente ascienden hasta la estratosfera.

Existen numerosas causas que pueden provocarnos una enfermedad o alterar el funcionamiento de nuestro organismo.

Entre las principales causas se encuentran el agitado ritmo de vida, el stress, una incorrecta alimentación, vida sedentaria, agentes externos como virus, bacterias, etc. Pero hay otro factor muy importante y lamentablemente poco conocido que, sin embargo, es causante de gran parte de las dolencias y enfermedades en los seres vivos. Nos referimos a las radiaciones telúricas.

Estas radiaciones patógenas, generalmente llamadas radiaciones terrestres, están originadas por diversas causas que tienen que ver con procesos geológicos o telúricos que acontecen en el interior de la tierra (radiactividad natural, fallas y fisuras geológicas, fricción terrestre, aguas subterráneas, etc.) y, muy especialmente, por un sistema de franjas de radiación consideradas como líneas de fuerza del campo electromagnético terrestre.

Debo añadir a todo esto, que la masiva contaminación electromagnética artificial de nuestros días es recogida en el subsuelo principalmente por las líneas que forman esta red que surca el planeta de forma ortogonal. Es por eso que cada vez son más peligrosas. Es posible que antes del descubrimiento de la electricidad esta red no fuese la causa de una gran parte de las enfermedades que hoy padecemos. De hecho si nos alejamos al menos 500 Km. de la civilización, la medición de estas líneas nos daría unos índices de radiación mucho menos nocivos para la salud.

Por su parte, su compatriota y colega Manfred Curry describe otra. Esta, formada por franjas de 15 cm de ancho que se orientan en diagonal con los puntos cardinales, separadas por unos 0,85 cm.

Donde se cruzan dos líneas de Hartman o de Curry, se producen fenómenos positivos y negativos que afectan a los objetos y a las personas.
Y cuando lo hacen además con ciertas corrientes subterráneas de agua, el efecto se amplifica.

También se producen continuamente sutiles vibraciones de origen tectónico y telúrico sólo detectables por mecanismos de precisión. Incluso ciertas personas, zahories o, más modernamente, rabdomantes dotados de una especial sensibilidad, pueden sentir su presencia. 

Dentro de la Red Curry, se encuentran, sin seguir aparentemente ninguna posición lógica, los que se conocen como Puntos de Poder, estos puntos actúan positivamente sobre nuestra energía y dependiendo de su nivel de radiación influyen sobre el plano vital o físico, sobre el plano mental y emocional y sobre el plano espiritual, que apoya el hecho de que dentro del cuerpo humano hay tres planos energéticos de una misma índole pero con distintas funciones.

Los chinos han desarrollado técnicas geománticas, que conocemos con la denominación Feng Shui. Utilizando mapas y tablas misteriosas en las que aparecen dibujos y combinaciones de seis líneas (I Ching), deciden dónde hay que construir y cómo hay que hacerlo. También establecen lo que es conveniente o no poner en el interior de las casas, y el lugar exacto en el que mejor aprovechan las energías positivas que influyen sobre sus habitantes.

Unidades Bovis

Acabamos de ver la existencia de esas redes energéticas misteriosas de Hartman y Curry, aunque ahí no queda la cosa, porque existen mas como por ejemplo las redes de Peyré.

Antiguamente los zahoríes no podían medir la intensidad de la actividad telúrica, hasta la aparición del biómetro de Simoneton que medía la calidad de los alimentos en angströms. Este sistema de medición se reveló ineficaz y se recurrieron a las unidades bovis. ¿Qué miden las unidades bovis?, pues la mejor definición que he encontrado es la siguiente: las unidades bovis miden cuantitativamente la calidad vibratoria de los objetos terrestres.

Los Bovis son una unidad relativa que depende de cada persona, y lo que miden es el nivel de energía. ¿Eso que quiere decir? Que cada radiestesista dependiendo de cómo esté “codificado mentalmente” medirá un nivel de Bovis u otros.

La vibración de la Tierra ha cambiado. De hecho evoluciona  continuamente ya que es una entidad “viva” y energéticamente activa, y eso nos afecta a todos los seres que vivimos sobre ella.

La unidad Bovis indica la vitalidad de un lugar o un objeto, un alimento o la salud de una persona. Durante su investigación, Alfred Bovis (1871-1947) había establecido que todos los seres vivos contienen una cierta vitalidad que podría medirse en Ångström. Descubrió que era el mismo para la medición de la tasa vibratoria de donde estaba. Su escala se ha convertido en una referencia para la radiestesia, que se mide por las unidades Bovis.

Después de testar a muchas personas, A. Bovis determinó que el cuerpo está sano cuando vibra en el rango de 6500 a 8000 UB; una persona enferma de cáncer vibra entre 4000 y 4500 UB, y una persona próxima a la muerte vibra sobre las 1000 UB. Cada enfermedad y cada virus tiene una frecuencia vibratoria propia. Por ejemplo, el bacilo de Koch, responsable de la tuberculosis, vibra a 5.500 unidades Bovis.

Se cree que el verdadero artífice de la escala que actualmente conocemos fue del ingeniero Simoneton, discípulo radiestésico del anterior, que la utilizó para medir el nivel vibratorio de lugares, personas, animales y materia. El ingeniero A. Simoneton, enfermo de tuberculosis. Éste consiguió superar su dolencia testando todos los alimentos que consumía y tomando solo aquellos que tuviesen una vibración alta.

Para el ser humano existen tres niveles vibracionales:

– Cuerpo Físico. De 0 a 10.000 unidades Bovis.
– Cuerpo Etéreo (aura). De 11.000 a 13.500 unidades Bovis.
– Nivel espiritual. De 13.000 a 19.500 unidades Bovis.

Por tanto creo que no podemos ceñirnos a unas medidas estrictas a la hora de valorar dónde está el límite (en unidades bovis) entre la salud y la enfermedad.

En los lugares sagrados se ha verificado experimentalmente, que dichos lugares tejen a su alrededor un cinturón protector que puede disminuir su poder por la intervención humana. Además estas líneas de protección son variables dándose el caso de que no son iguales en una iglesia románica que en una gótica.

En las iglesias románicas, las líneas son mas fuertes en la pila bautismal o piedra de los muertos, y en las góticas en las líneas de luz que proceden de los rosetones. Una persona sensible a la energía telúrica debe de dirigirse primero a estas partes de las iglesias para sentir su poder.

Los dos juanes, el bautista y el evangelista determinan los máximos de las oscilaciones energéticas coincidiendo con los dos solsticios. Estas circunstancias ya se relatan en el corpus agrimensorum romanorum que se encuentra en la biblioteca vaticana. Ya entonces se conocía la existencia y funcionamiento de estas redes energéticas.

Para profundizar en este interesante tema recomiendo la obra de:

Ferrán Renau

Epifanio Alcañiz

Juan Ignacio Cuesta

Así por ejemplo el libro: “domoterapia de luz” de Ferrán Renau, me parece un texto de lectura inexcusable para aprender de estos temas.

Octógono  Radiante

Muchos son los misterios que nos dejaron sin desvelar los Caballeros de la Orden del Temple, entre ellos uno de los más intrigantes es el de introducir algún elemento octogonal en sus construcciones sagradas. Han corrido ríos de tinta desde que el trovador templario Wolfram von Eschembach escribía en uno de sus poemas “… y el templo del Grial simulaba la forma radiante del octógono”.

Un octógono está formado por un vórtice  de 60 cm aproximadamente. La zona forma un octógono delimitado por 4 líneas Hartmann de primer orden y por cuatro líneas Curry. En el Vórtice Energético, las líneas Curry se estrechan y se forma un octógono bastante regular de aproximadamente 4 m de diámetro en algunos casos y 8 m en otros.

El tipo de vórtice y las radiaciones energéticas que emite en su interior varían desde 9.500 UB los de 19.500 UB, y de 11.500 UB (7.500 fuera del octógono) los de 24.500 UB, hasta 12.000 UB, los de 33.000 UB, siendo estos ultimos de un diametro de 8 m. Las dos líneas Hartmann y las dos Líneas Curry que pasan por su centro, se detectan, pero arrojan una lectura de 11.500 UB.

Recordad que estos Vórtices Energéticos (mayores) se dan sobre un Punto Estrella con cruce de vena de agua.

Algunos fenómenos telúricos

Todo aquello que, bajo nuestros pies se mueve o está roto, nos afecta telúricamente. Es decir, todos los fenómenos que inciden fracturando o alterando el subsuelo de algún modo notable, pueden afectarnos en alguna medida, especialmente si, como en el caso del agua subterránea, se trata de fluídos en movimiento. Pero también hay sustancias quietas que pueden afectarnos, yacimientos de materiales capaces de perturbar nuestra salud o sustancias tóxicas disueltas en el agua. Estas aguas tóxicas se conocen como albañales.

la lista de fenómenos telúricos investigables por un radiestesista es:

Aguas subterráneas
Fallas geológicas
Rocas y vetas patógenas. Radioactividad.
Yacimientos embolsados de agua estanca, gas, petróleo,

Todos los fenómenos telúricos actúan verticalmente. Pero ¿afectan
por igual a todas las viviendas que se hallan en esa misma vertical? No.

En realidad y de modo global, ¿dónde terminarían todas las afectaciones telúricas? hay un consenso de que esos fenómenos cesan pasados los seiscientos metros de altura.

Pero para otros fenómenos más graves o para otras personas, la distancia podría variar. También puede la pregunta anterior aplicarse a las profundidades: ¿la acción de los fenómenos telúricos nos afecta sea cual
sea su profundidad bajo el suelo? Depende. Se han  detectado granitos
patógenos a trescientos y hasta a seiscientos metros de profundidad radioactividad a más de mil metros. 

Cuanto mas compacto y uniforme es un suelo, mas transmite y menos filtra, como por ejemplo, los suelos rocosos y escasamente fracturados. Las arenas y las arcillas en estado plástico filtran o retienen mucho mas.

Conclusiones

Después de lo visto hasta aquí, tenemos una lista heterogénea de fenómenos y áreas de estudio que están relacionadas entre sí:

• Energías telúricas o telurismo
• Lugares sagrados
• Lugares de Poder
• Geometría Sagrada
• Radiestesia
• Geomancia
• Energía Geomagnética
• Sanación / Feng Shui

Y probablemente me deje alguno mas. En esta mezcla hay un poco de todo. Hay áreas que prácticamente se pueden estudiar aplicando el método científico, y otras que son puramente esotéricas. Por ejemplo las líneas Hartman o las unidades bovis, se pueden estudiar utilizando medidores de campo eléctrico y magnético, aunque no olvidemos que las unidades bovis son medidas bajo una escala subjetiva.

Esto es complicado, pero aquí también subyace la idea de que todo vibra. Eso es un principio del esoterismo ¿no?, al final todo son vibraciones, que podemos percibir o no, y que pueden afectarnos o no.

Por ejemplo en las mediciones de unidades bovis, vemos que cuantas menos unidades, mas enferma está la persona o el lugar. Es paradigmático que se ponga al cáncer sólo un escalón por encima de la muerte, lo que ya sospechábamos ¿verdad?.

Hay que tener en cuenta, que las personas no son sólidas, prácticamente todos nosotros somos líquidos. Pero la tierra y los lugares donde hay mucha piedra, mucha roca, son muy sólidos, y todos los sólidos vibran, porque los átomos que componen los sólidos nunca están quietos por el principio de incertidumbre. Hay lo que se llama una energía de punto cero. Esa realidad física lo que nos dice es que nada en el universo tiene energía cero. Todo se mueve, todo vibra y nada se congela nunca del todo.

De ahí es fácil deducir que los sólidos que componen este planeta-purgatorio llevan asociados diversos modos de vibración que son los que dan origen a las variadas redes energéticas que los acompañan.

Así, los lugares de poder serían una especie de recintos amplificadores o cavidades de resonancia de esas energías telúricas. De este modo, determinadas personas sensibles a esas vibraciones pueden verse afectadas en esos lugares, igual que los cetáceos se ven afectados por el campo magnético terrestre.

Determinados profesionales como los zahoríes o los radiestesistas pueden aprovechar estas realidades para encontrar agua o petróleo. Podrá ponerse en duda el mecanismo aquí explicado, pero lo cierto es que funciona. Si la profesión no ha desaparecido, es que tienen éxito donde fallan los geólogos.

Y finalmente, entrando ya en la parte mas esotérica, determinados “sanadores” estarían utilizando estos conocimientos para sanar casas enfermas. Ojo aquí, que en este terreno están emboscados los que llevan túnica, los charlatanes y los estafadores.

Hay mucho mas que decir sobre este asunto, pero será en otro post, donde profundizaremos en los detalles de las redes de energía telúrica.