Hipótesis OVNI

Hipótesis OVNI

Bueno, este es un post en el que por enésima vez voy a hablar sobre el fenómeno ovni. Y creo que voy a hablar bastante mas sobre ello. Ya lo he dicho en mas de una ocasión. Me parece que los ovnis son el pilar central del misterio, no solamente en España, en el mundo entero. El misterio abarca muchos campos de conocimiento, pero hay casos que son puramente locales. Teleplastias por ejemplo, hay en casi ningún sitio excepto en España con el tema de las caras de Bélmez.

Es mas, estoy pensando en que mi primer libro sobre el misterio quizá sea sobre el tema ovni. Mi planteamiento es el siguiente. Es evidente que esto es una investigación para hacer un ensayo, o sea una investigación de «salón». Y es verdad, no lo niego. Porque investigaciones de campo, in situ, para visitar innumerables testigos, de esas ya hay muchísimas. Excelentes investigadores, se han dejado la piel en muy loables viajes persiguiendo los ovnis durante miles de kilómetros. Y luego lo han plasmado en libros de los que tengo bastantes. Muchos en papel, y cientos en electrónico.

Pero, con todos los respetos, en lo que fallan es en la interpretación. En arrojar luz sobre un fenómeno, que si no puedes hacer ese trabajo de estructuración, de puesta en común, de análisis, pues al final lo que tienes es una suma teológica de casos y casos y mas casos, la famosa casuística que es adorada por estudiosos como Santiago Vázquez, pero que si no dotas de una meta-estructura a esa casuística lo único que tienes es el vacío. Y esto se ve clarísimamente en el libro «mis primos» de JJ Benítez, título desafortunado, de un libro, que es precisamente eso, un catálogo de casos. Yo lo compré y lo leí, precisamente por eso, porque era una enciclopedia de casos muy usable para postear.

No le pedía mas al libro, y tampoco lo encontré. Sé perfectamente que el problema es complejísimo, que autores como Jacques Vallée y otros han avanzado hipótesis explicativas muy personales, y ojo, muy respetables y muy dignas de consideración y estudio. De la misma manera que el libro «mis primos», de Benítez es una buena enciclopedia de casos, el libro «distorsión» del investigador y ufólogo, José Antonio Caravaca, sería una buena enciclopedia de explicaciones o hipótesis y de unas muy buenas disertaciones sobre ellas.

Pero el problema, para mí es bastante mas serio que la dicotomía: casuística versus hipótesis. El problema de los ovnis es que, a mi juicio y de ahí mi pretensión de escribir un libro, las hipótesis que se han vertido desde los años 60 hasta ahora, o son falsas, o están incorrectamente planteadas o desarrolladas. En el último post sobre el tema ovni, avancé mi hipótesis de la dimensión espiritual, pero no quiero decir con esto que crea que es la verdadera. Es un tema que dista mucho de tener soluciones finales. Lo estoy meditando y dándole vueltas un día y otro. Hay que leer y leer mucho, pero a la vez también organizar, expurgar, analizar, separar el grano de la paja e integrar todas las ramificaciones que tiene el fenómeno ovni. ¿Qué hacemos con los contactados? ¿está correctamente planteada la relación de los avistamientos con los seres elementales? ¿tiene algún sentido relacionar los ovnis con las apariciones marianas? ¿la hipótesis extraterrestre sigue siendo válida? ¿fue una moda de las que van y vienen? ¿Qué relación tienen los ovnis con hipotéticas civilizaciones desaparecidas?.

Veréis, a medida que empezamos a hacernos estas y otras preguntas, la cosa se empieza a enmarañar y viendo programas de tv sobre ovnis en diferentes épocas se da uno cuenta de cosas muy significativas. He estado viendo excelentes programas del divulgador de lo oculto, Dr. Jiménez del Oso, hechos en 1977, otros de los años 90, con investigadores mas jóvenes. Y en todos ellos, los investigadores tenían el prejuicio de su tiempo. En los años 70 la gente era muy crítica con la Iglesia y tendían a decir los investigadores que las apariciones marianas eran realmente avistamientos ovni. En los 80 y los 90, se puso de moda lo fantástico y lo onírico con películas como «cristal oscuro», y los investigadores aventuraban hipótesis como que los ovnis estaban detrás de las apariciones de seres elementales.

A ver, yo no estoy en contra a priori de ninguna hipótesis. Como esto es un misterio y no hemos llegado nunca a nada concluyente, cualquiera puede ser verdad. Pero lo de los elementales me parece sencillamente ridículo. Esto se debe a la falta de preparación y de formación de los investigadores. Y cuidado, yo no los culpo a ellos en absoluto, yo me identifico con ellos. Como el problema ovni jamás ha sido abordado por la universidad y por investigadores serios que le dieran el marchamo de honestidad y de criterio contrastado, pues al final, ¿Quiénes son los ufólogos?, pues son gente normal, del común, con sus profesiones y su poca, mucha o limitada formación. Gente con mas entusiasmo que cualidades intelectuales para abordar el estudio de este fenómeno.

Como la ciencia oficial ha estado burlándose de la ufología durante décadas el resultado ha sido pues una legión de ufólogos voluntariosos y entusiastas, pero con deficiente o incompleta preparación, además se ha dado lugar a que este campo se infectara de gente con túnicas, iluminados y timadores que han acentuado aún  mas el rechazo de la comunidad científica y académica hacia el problema de los no identificados. Ahora esa comunidad científica se tiene que tragar sus insultos, porque son los mismos poderes públicos los que de alguna manera los están invitando a estudiar los ovnis y dar respuestas.

Algunas hipótesis

Por ejemplo tenemos al bueno de Patrick Harpur, que en su «realidad daimónica» nos dice que los ovnis y sus tripulantes son seres que de alguna manera, han existido siempre, y que lo único que hacen es cambiar su apariencia física ante los hombres para adaptarse a cada tiempo y a cada época.

Este es un tópico que se ha repetido muchas veces por varios autores. Es difícil desmontarlo porque si algo tienen los ovnis es que no hay dos avistamientos iguales y no hay dos humanoides iguales. Los ovnis y los avistamientos cambian?, si?, luego es que lo hacen para adaptarse a nosotros. Hombre, pues no. O al menos, no necesariamente. Es lo que se llama una explicación ad hoc o para el propósito. Una ocurrencia vamos, algo que yo suelto sobre la marcha y que podría explicar el fenómeno, pero que tampoco se aportan muchas mas pruebas.

De todas formas con esto, que no se entienda que yo descalifico a nadie, ni siquiera lo critico. Esto es un misterio y todas las aportaciones son valiosas. Es mas recomiendo la lectura del libro «realidad daimónica».

Luego tenemos al escritor e investigador contemporáneo David Cuevas que confiesa que no sabe que son los ovnis, no sabe de donde vienen, ni qué es lo que quieren. Eso sí, una cosa tiene clara David Cuevas, y es que los ovnis «nos tienen confundidos». Y ahí parece terminar el sesudo análisis del problema. Pues qué queréis que os diga. Un poco pobretón ¿no?. Si resulta que desde el caso Ummo, allá por los albores de los 50, hasta las oleadas ovni de los 70 pasando por insignes ufólogos y divulgadores del misterio como Ribera, JJ Benítez y Jiménez del Oso, después de miles de horas de debates, cientos de libros y vidas enteras gastadas en el estudio de éste fenómeno, la conclusión de un investigador contemporáneo es que «nos tienen confundidos», esto es que no hemos avanzado nada.

Ignacio Darnaude sostiene en su «principio de elusividad cósmica» que no existen los casos ovni perfectos, todos tienen fallos. Este es un gran investigador y estudioso del fenómeno ovni, natural de Sevilla, ya tristemente fallecido, que es autor ni mas ni menos que de mas de 300 hipótesis sobre el origen de los ovnis. No es que sean suyas, si no que el las recopilado y estructurado. Sorprende la dedicación y el trabajo de años de gente que no dejan de ser particulares que investigan absolutamente en solitario.

Scott Rogo, investigador sobre parapsicología y ovnis, natural de California, decía que los ovnis son algo intermedio entre lo mental y lo físico. Aunque el en el fondo pensaba que eran mas de origen mental que otra cosa. En concreto creía que los ovnis son una especie de fenómeno unitario que respondería a una especie extraña de poltergeist. Ignoro los detalles de esta afirmación. Parece que de nuevo estamos ante una explicación ad hoc construida sobre la marcha. Bueno. Es una idea. Me parece sinceramente absurda, pero como esto sigue siendo un misterio, hay que poner todas las cartas que tengamos sobre la mesa. Imaginar que la solución al problema ovni debe venir precedida de un enorme brainstorming que consiste en eso mismo, en considerar todas las hipótesis por tontas que parezcan. Ya habrá tiempo luego de eliminarlas.

Para John Mack, doctor por la universidad de Harvard, el fenómeno ovni procedería de una «realidad sutil que puede manifestarse en el mundo físico por mediación de una fuente que por su propia naturaleza, no puede proporcionar evidencias o pruebas sólidas que satisfagan las exigencias metodológicas de los escépticos». ¿Vosotros os habéis enterado de algo?. Yo tampoco. Y es un doctor por la universidad de Harvard. No hay que culparle, porque todos los que hemos abordado este tema estamos igual de perdidos. Cada uno hace lo que puede y aporta lo que entiende que es lo mejor.

Muchos investigadores a tenor de la disparidad de los encuentros cercanos ovni. Recordad, no hay dos avistamientos iguales, no hay dos encuentros cercanos iguales, intentan dar una explicación, como diría yo, psicológica, semi-espiritual, no sé muy bien como definirlo. El caso es que ellos piensan que sea quien sea que esté detrás del fenómeno ovni, y ante un avistamiento, se producen los siguientes dos pasos o fases.

  1. La causa del fenómeno, accede a nuestra mente y su contenido. Es decir, sabe quiénes somos, cómo pensamos, qué intenciones tenemos, y lo mas importante, cómo vamos a reaccionar.
  2. En función de esa lectura de la mente que nos ha hecho, la causa del fenómeno ovni, ejecuta una performance, una actuación, una representación adaptada a las características de nuestra psique, que ya conoce. Así por ejemplo, pues aterrizará, dará vueltas por el cielo, hará una abducción, se mostrará como una nave, una luz, hará determinadas piruetas, se bajará un ser o un humanoide y se mostrará, o hablará, en fin, las posibilidades son tantas como los casos.

Hombre pues, como intento de explicación no está mal. Podría adaptarse a los hechos. Este es un tipo de explicación que no es ad-hoc. Es mas bien una interpolación, una regresión lineal. El investigador, ante la nube de puntos, que son los casos y sus circunstancias, pues traza una línea que une esos puntos y ante el dibujo resultante dice: Esa es la solución.

¿Problema?. Qué esa no es la solución. Es simplemente unir los puntos. Eso nos dice muy poco. El problema sigue estando ahí. Pero es un avance. Puede tomarse como base de partida para profundizar sobre la naturaleza del fenómeno, aunque sea para rebatirlo. ¿Dónde falla este razonamiento?. Pues desde mi punto de vista, falla en la motivación y falla en las pruebas. Falla en la motivación porque no responde a los porqués del fenómeno. Suponiendo que los tripulantes de los ovnis fueran extraterrestres, que no está claro en absoluto, ¿por qué habrían de venir desde tan lejos hasta aquí para someternos a una especie de hipnosis y leernos la mente para luego con esa lectura hacer no se qué?. No hay respuestas. Y luego además hay que demostrar la afirmación en sí, y no lo hacen.

Vale, admito la mayor, suponemos que vienen aquí supuestos extraterrestres a leernos la mente. Pero ¿Cómo se que es así? ¿Qué pruebas tengo de que se produce esa lectura de mente?. Ya sé que no es fácil probar algo así, pero si se dicen cosas, no pueden ser dichas así por que sí, lanzadas al aire sin mas explicación. Eso no es ciencia. Hay que fundamentar un poco los hechos.

Pierre Guerín un investigador ovni, piensa de forma parecida a Jacques Vallée. Los ovnis serían de procedencia extraterrestre, pero al objeto de camuflar sus apariciones, ejercen una hipnosis a distancia de los testigos pues para hacerlos creer que están soñando, camuflar de alguna manera su aparición, inducirles una especie de sueño lúcido de tal forma que puedan dudar si lo que vieron fue real o imaginado. Pienso que parece contradictorio que quieras presentarte ante un testigo, pero hacerle creer como que lo que ve no es lo que ve, sino otra cosa, es algo raro. Si no quieres hacerte presente, pues no te haces visible y ya está ¿no?.

Parece ser además, según afirma el propio Jacques Vallée, que la gente que ha sido testigo de avistamiento, es como si hubieran sido víctimas de un estado alterado de conciencia, como si hubieran sufrido una modificación de su percepción. Como si efectivamente esos ovnis y sus tripulantes no vinieran del espacio sino de un universo paralelo al nuestro y sólo en trance, con la conciencia alterada, o teniendo capacidad de percepción extrasensorial, pudiera esa realidad paralela hacerse presente.

Esto no resuelve mucho nuestros problemas, pero fijaros en una cosa. En el fondo el problema se escinde en dos. Estoy simplificando mucho y seguro que me equivoco y me dejo muchos detalles por el camino, pero si no, es que no hay manera de avanzar. 

  • Por una  parte tendríamos que los tripulantes de los ovnis serían seres materiales, extraterrestres, intraterrestres de alguna especie animal desconocida e invisible para nosotros, seres de otros universos, pero materiales, tangibles, que hacen un viaje real en naves reales y vienen hasta nosotros con algún tipo de propósito concreto. Estudio, curiosidad, etc.
  • Por otra parte tendríamos que esos ovnis provienen de una dimensión espiritual de algún tipo. No tiene por qué ser un universo paralelo, puede ser el mas allá, el purgatorio, otro modo de vibración que puede hacerse visible…

No olvidemos una cosa. En el universo, en este universo, el real, donde vivimos nosotros, donde está este planeta-purgatorio en el que habitamos, tiene una cosa llamada espectro electromagnético que es realmente extraordinaria. El espectro electromagnético es el conjunto de todas las ondas electromagnéticas de todas las frecuencias.

¿Y cuantas ondas hay?. Pues ahí viene lo notable del tema. Hay infinitas. Las frecuencias que puede tener una onda son infinitas. Nosotros vemos solo en un estrecho margen de frecuencias. Por encima del ultravioleta hay infinitas longitudes de onda y por debajo del infrarrojo hay infinitas longitudes de onda. Podría haber infinidad de mundos, de seres, que solo pueden verse en alguna de esas frecuencias invisibles para nosotros. Sabemos que los gatos o los perros pueden percibir alguna de esas frecuencias. Las personas dotadas de percepción extrasensorial también pueden percibir esos seres. Qué explicación tiene si no, el hecho de que paragnostas como por ejemplo Paloma Navarrete dice que «ve muertitos» caminando como si tal cosa por nuestro universo físico, pero que solo ve ella. La misma consideración puede hacerse de otro paragnosta como Aldo Linares, que parece que accede a un mundo que solo ve el y los que tienen sus mismo poderes. Porque son eso, poderes, vamos a llamar a las cosas por su nombre.

Pero lo realmente extraordinario del espectro electromagnético es que es ilimitado. De hecho es infinito. Existen infinitas frecuencias. ¿Qué nos está diciendo esto?. Pues que tenemos un instrumento en la naturaleza, que la naturaleza nos ha proporcionado, que viene a ser como un cuchillo infinitamente largo e infinitamente afilado. Y que es una puerta para explorar el mas allá. De hecho, buena parte de la parapsicología está montada entorno al espectro electromagnético, psicofonías, psicoimágenes, transradio, etc son técnicas de parapsicología científica que se basan en explotar el espectro electromagnético. Y para mi, no es que vaya a decir que el espectro electromagnético lo explique todo, como esos tíos con túnica que van diciendo que todo son vibraciones, no, no digo tal cosa. Pero si digo que es una clave importante que no hay que perder de vista.

Lo que percibe el cerebro, una parte importante se hace a través de ondas electromagnéticas, en la visión. La mayoría de nosotros vemos en el rango de la luz visible, por eso se llama así. Pero, ¿y si hay gente como Aldo Linares o Paloma Navarrete que por ejemplo son capaces de ver ondas de radio?. ¿Y si esas entidades son capaces de modular las ondas de radio para que estos paragnostas puedan verlos?. Esto explicaría ciertas cosas, como que esos testigos ven los fenómenos pero no los oyen, o al revés. ¿Y que hay de las personas normales que no tienen poderes y que sin embargo, han sido testigos de encuentros en la tercera fase?. Pues como dicen muchos autores de hipótesis ovni, se ha observado que los testigos de los avistamientos estaban como hipnotizados, como sofronizados o magnetizados, como si hubieran sufrido un estado alterado de conciencia inducido artificialmente.

Es decir, se fuerza de alguna manera a los testigos a ver la escena que de otra manera no podrían ver. Si los ovnis son materiales como afirma la HET, o sea naves espaciales con alienígenas dentro, no tiene mucho sentido hacer todo ese teatro. Pero si tiene todo el sentido cuando no son naves espaciales sino seres que habitan en otra dimensión que solo podemos ver si somos paragnostas o estamos en un estado alterado de conciencia.

Profundicemos aún mas en qué ocurre cuando tenemos una visión de éstas correspondientes a lo que podríamos llamar, siguiendo a Patrick Harpur, realidad daimónica. Estas visiones del mas allá se pueden enfocar y estudiar desde muchas perspectivas. Una de ellas es el análisis que hizo Jung de la fenomenología ovni aplicando su método psicológico.

Jung, como seguidor de Freud, entendía que, aparte de nuestras vidas conscientes existe una vida inconsciente que en general ignoramos. El inconscientes el depositario de nuestra experiencia pasada, parte de la cual se puede recordar conscientemente a voluntad mediante la memoria pero otras partes no se pueden recordar, puesto que están reprimidas. No obstante, un contenido reprimido no desaparece sin más, sino que continúa ejerciendo una influencia soterrada en nuestras vidas, reapareciendo de forma indirecta como neurosis.

A grandes rasgos, la tarea del psicoanálisis es alentar al paciente para que saque a la luz esta experiencia olvidada o reprimida -a menudo desde la infancia-, para así deshacer el nudo psicológico que está provocando la neurosis y sus poco deseables síntomas.

Pero, a diferencia de Freud, Jung trataba con pacientes que sufrían perturbaciones más serias, psicosis más que neurosis. Por ejemplo, un paciente podía albergar ideas y creencias fantásticas que no hallaran ninguna analogía más que en algún esotérico
mito gnóstico.

Así que Jung se vio obligado a reconocer un nivel más profundo de la psique que contenía la experiencia pasada no sólo de nuestras vidas personales, sino de toda la especie humana. Llamó a este nivel de la psique el inconsciente colectivo, para distinguirlo del subconsciente de Freud al que, a su vez, rebautizó como inconsciente personal.

Describir por parte de Jung el inconsciente en términos de estratos o niveles, era sólo una manera de hablar. El inconsciente en sí no puede describirse; sólo puede representarse mediante metáforas. Es cambiante, un hervidero en constante fluctuación. En efecto, el océano era la metáfora preferida de Jung, según la cual la conciencia es, por supuesto, tan sólo una pequeña isla que emerge y está rodeada de la vasta fluidez del inconsciente. El contenido del inconsciente es un mar de imágenes.

Normalmente son visuales, pero no exclusivamente, ya que pueden ser abstracciones, modelos o ideas. Las imágenes del inconsciente colectivo son representaciones de lo que Jung llamaba arquetipos. La idea de arquetipo no es nueva, se remonta a Platón, que postulaba un universo ideal de formas, del que
todo lo que hay en este mundo sería una simple copia-, pero sí era una nueva idea aplicada a la psicología. Los arquetipos son paradójicos. No pueden conocerse en sí
mismos, pero pueden conocerse de manera indirecta a través de sus imágenes. Son impersonales por definición, pero se pueden manifestar personalmente. Por ejemplo,
el arquetipo que se encuentra, por así decirlo, más cerca de la superficie se denomina sombra. A un nivel personal, encarna nuestro lado inferior, todos nuestros rasgos
reprimidos. Podría aparecer en sueños y fantasías, por lo tanto, como un gemelo secreto o un conocido al que se desprecia o un hermanastro idiota. Al mismo tiempo,
nuestras sombras personales están enraizadas en una sombra colectiva impersonal, el arquetipo del mal, como el que representa el Diablo cristiano.

Es más común encontrar una imagen arquetípica indirecta (es decir, en proyección) que directamente. Aquí se hace evidente lo acertado del término sombra. Y es que el
arquetipo se salta totalmente la conciencia y proyecta una sombra sobre el mundo exterior.

Como se puede ver, estas ideas de Jung, pueden aplicarse claramente al estudio de la fenomenología ovni o de las apariciones en general, pero no es la única metodología para aproximarse al problema.

Por ejemplo, si el testigo tiene creencias religiosas, dispone ya de una cosmogonía previamente pregrabada en su cerebro y se sentirá tentado a describir el avistamiento o encuentro cercano en función de esas creencias religiosas. Pero yo voy as allá. No es necesario tener esas creencias religiosas. Basta haber crecido en una cultura religiosa determinada para explicar el fenómeno en términos de esa cultura aunque el testigo sea ateo o agnóstico. En España todos tenemos clara las cosmogonía cristiana católica. ¿Qué personajes hay en el mas allá?. Cualquiera se creyente, ateo o agnóstico en España, te dirá pues está el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, ángeles, ángeles caídos y almas humanas. Las alamas humanas pueden estar en el Cielo, el infierno, el purgatorio, el limbo e incluso vagar por la Tierra según recientes estudios de exorcistas como por ejemplo el P. José Antonio Fortea.

Si una persona, con esta cosmogonía tiene un avistamiento ovni o un encuentro cercano, va a tender a encajarlo en este paradigma de creencias. Pensará que los humanoides son demonios o ángeles. puede creer que sean apariciones de almas del purgatorio y todo lo que no sea eso lo verá como algo poco probable o incluso fantástico porque, en el fondo, solo damos credibilidad a ideas que tenemos firmemente grabadas en el cerebro.

Y no olvidemos, que un cristiano, pero también un judío o incluso un musulmán en el fondo nunca van a creer del todo en la hipótesis extraterrestres, porque la existencia de seres extraterrestres no viene en sus libros sagrados; la Biblia, el Talmud o el Corán, pero también hay razones objetivas para no creer en la hipótesis extraterrestre, y yo voy a dar una ahora muy convincente. Se ha dicho, repetido y remachado por parte del main stream en libros, cine y tv que es lógico y hasta necesario que tienen que existir los extraterrestres porque como el universo es muy grande, no tiene sentido, estadísticamente hablando, que sólo hay una especie inteligente en el planeta, es decir, nosotros.

Es una falacia tan bien montada, tan sutil, repetida y radiada hasta el infinito, que es hasta políticamente incorrecto creer en otra cosa que no sea esta mentira. Pero es falsa, absolutamente falsa, un burda mentira, una patraña que se desmonta muy fácilmente y veréis como. Ellos dicen los extraterrestres existen porque el universo es gigantesco y no tiene sentido que haya solo vida en un planeta, la Tierra y sólo una especie inteligente, los humanos. Pues precisamente por eso es por lo que no existen. Como el universo es muy grande, enorme, gigantesco, si fuera verdad que hay mas especies inteligentes, serían muchas, precisamente por su mismo argumento, por estadística. Pero precisamente por eso, porque deberían de ser miles de millones de especies inteligentes en todos los estadios de desarrollo, ya deberíamos haber visto algo. Y no hemos visto absolutamente nada. Ni rastro. Ni un tornillo, ni una bacteria, ni una mínima señal de radio, ni la mas mínima anomalía de nada. Estamos solos, absolutamente solos. 

Y si la hipótesis extraterrestre es falsa de toda falsedad, ¿Qué hipótesis o grupo de hipótesis nos queda?. Pues la que yo he llamado la dimensión espiritual. Universo paralelo, otro universo que hemos dado en llamar mas allá, que conformamos con ciertos habitantes en función de nuestras creencias religiosas, pero que bien pudiera contener muchos mas habitantes desconocidos, seres feéricos, daimones y otros absolutamente desconocidos para nosotros y que sólo los hemos atisbado en nuestras pesadillas mas oscuras.

 

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