Los fuegos de Laroya
Los fuegos de Laroya son un fenómeno paranormal que ocurrió en la pequeña localidad de Laroya, en la provincia de Almería, España, en 1945. Durante ese año, entre junio y agosto, se reportaron múltiples incendios espontáneos en diferentes casas del pueblo. Estos fuegos aparecían de manera inexplicable, quemando muebles, ropa, utensilios de cocina y otros objetos, sin una causa aparente. Los habitantes, incapaces de detener los incendios y alarmados por su frecuencia y misterio, buscaron explicaciones tanto naturales como sobrenaturales.
Diversos expertos y autoridades, incluidos bomberos y la Guardia Civil, investigaron el fenómeno, pero no encontraron ninguna causa concluyente. La falta de explicación racional llevó a que muchas personas creyeran que los incendios eran obra de fuerzas paranormales o sobrenaturales. Con el tiempo, los fuegos cesaron tan misteriosamente como habían comenzado, dejando a Laroya con un evento insólito en su historia que sigue siendo un enigma hasta hoy.
Este es un resumen de titulares periodísticos del caso de los fuegos de Laroya. Es un caso típico del misterio, es decir, a fecha de hoy sigue siendo un auténtico misterio. No se ha llegado a ninguna conclusión. Hubo una investigación oficial por parte de militares del ejército de policía y no se llegó a ningún resultado salvo que lo imposible puede convertirse en realidad.
Este es un misterio en el que la realidad supera con mucho la ficción. Es un misterio muy típico y tópico de la España Profunda. Un caso cuya música suena muy parecida a la de los sucesos de Bélmez de la Moraleda o las apariciones de Garabandal, desaparición del niño de Somosierra y otros muchos. Son casos muy emblemáticos de fenómenos para normales en la España rural y profunda, caracterizados por:
- Aislamiento de los protagonistas
- Magnitud inexplicable de los sucesos
- Incapacidad de la autoridad competente de explicar mínimamente los hechos
- Persistencia de esos mismos hechos a través del tiempo como misterios absolutos.
Son sucesos que tocan muchos puntos del misterio, como por ejemplo las apariciones, los ovnis, la combustión humana espontánea, los poltergeist o las luces populares. Tengo la sensación de que estos fenómenos sólo pueden aparecer en zonas rurales aisladas. Esto es imposible que ocurra en Madrid por ejemplo. Las razones?. Las ignoro, no tengo criterio para resolverlo. Si así fuera, esto no sería un misterio.
Como hemos dicho en los titulares la localización geográfica del misterio es en el pueblo de Laroya, sierra de Filabres, provincia de Almería.
Los eventos comenzaron el 16 de junio de 1945 a las 17:00 horas. Laroya estaba envuelta en una espesa niebla, algo inusual para esa época del año, a pesar de ser una zona de sierra. Esto hizo que los habitantes sintieran lo que luego describieron como una extraña inquietud o desasosiego. Además, el aire estaba impregnado de un fuerte olor a azufre. Fijaros que ya tenemos aquí el primer dato sospechoso.
María Martínez Martínez, una niña de 14 años, estaba jugando en un cortijo conocido como «Pitango». De repente, María vio una especie de bola azulada que parecía descender del cielo, encendiendo en llamas el delantal que llevaba puesto. Bien, aquí tenemos otro hecho sospechoso. Realmente dos: bola que flota y llamas azuladas.
Lógicamente la niña se sobresaltó, pero a pesar del susto, reaccionó rápidamente y logró quitarse el delantal antes de que las llamas del fuego la quemaran. Los trabajadores del cortijo, alarmados por los gritos de María, acudieron en su ayuda y se quedaron atónitos al ver a la niña luchando contra las llamas. Poneros en la situación, estos fuegos no tenían nada de naturales.
En la misma área, pero al otro lado de la montaña, había un cortijo llamado «Franco» donde también se informó de un incendio inexplicable a la misma hora en que María fue sorprendida por las llamas. En ambos casos, el fuego surgió sin razón aparente. El temor se apoderó de los habitantes de Laroya ante la posibilidad de incendios espontáneos. Recordad que estamos ya en verano. Efectivamente, sus temores se confirmaron cuando, más tarde ese mismo día, se desataron nuevos focos de fuego sin explicación mientras la densa niebla cubría la localidad. Al disiparse la misteriosa niebla alrededor de las 23:00 horas, los incendios cesaron. Fijaros pues que hubo 6 horas de incendios espontáneos en la zona. Tercer hecho a anotar en nuestro cuaderno de campo: la relación entre los fuegos espontáneos y la misteriosa niebla.
En la provincia de Almería, en la localidad de Laroya, situada en la Sierra de los Filabres, se vivieron varias semanas de misteriosos incendios con combustiones espontáneas que atormentaron y llegaron incluso a afectar físicamente a los vecinos tanto de día como de noche. Los fuegos de Laroya permanecen como uno de los Expedientes X más enigmáticos de España, aún sin resolver.
Inicialmente, los vecinos pensaron que podría haber un pirómano en la zona, por lo que organizaron una búsqueda nocturna para atraparlo. Sin embargo, no lograron encontrar a nadie. La hipótesis es un poco peregrina dado que los hechos ocurridos nada tienen que ver con pirómanos, pero bueno como explicación apresurada y a falta de otra mejor podría valer.
Al día siguiente, denunciaron los hechos a la Guardia Civil en la cercana población de Macael, solicitando su ayuda. El Cabo Santos, junto con cuatro agentes a caballo, se desplazó inmediatamente a Laroya para iniciar una investigación. La sorpresa les aguardaba a su llegada: al comenzar las pesquisas, la chaqueta de uno de los guardias, que colgaba de una percha, se incendió espontáneamente sin motivo alguno. Otros objetos en la misma habitación, como una escoba y una silla, también comenzaron a arder. Incluso presenciaron la escalofriante escena de una gallina que se quemó viva inexplicablemente. Todo esto sucedió en un cortijo llamado «Estella».
Un miembro de las fuerzas del orden, el cabo Santos, alarmado por lo que estaba presenciando, intentó mantener la calma entre los vecinos, pero no pudo evitar gritar: “¡Se nos quema todo!”. En ese instante, el fuego se propagó a los tejados del cortijo y, de allí, a la cuadra, la despensa y hasta los alimentos almacenados.
Santos informó de inmediato al Gobierno Civil, que decidió enviar a expertos para investigar lo que ocurría en Laroya. Entre ellos estaba el Jefe del Observatorio Meteorológico, el ingeniero Rodríguez Navarro, acompañado por otro ingeniero de la Jefatura de Minas de la provincia. A pesar de investigaciones de estos dos técnicos, los fuegos continuaron de manera inexplicable hasta que, el 23 de junio de 1945, la noche de San Juan, presenciaron en vivo los incendios en el cortijo «Fuente del Sax».
Al día siguiente, 24 de junio, se registró la mayor actividad incendiaria, con fuegos en los cortijos «Cerrajero» y «Gabriel Martínez», causando grandes pérdidas materiales. Los expertos concluyeron que los fuegos parecían tener vida e inteligencia propias. Ese día se registraron más de 100 incendios inexplicables en toda la región, y en las dos semanas siguientes, se contabilizaron alrededor de 300 fuegos.
Estos son ya datos a tener muy en cuenta. Estamos hablando de mas de 400 fuegos o incendios espontáneos e inexplicables producidos entre el 16 de Junio y el 8 de Julio de 1945. Tenemos además un claro máximo de virulencia y número de incendios en el 24 de Junio el día de San Juan, una fecha mágica muy relacionada con rituales del fuego.
Es sorprendente la declaración de un vecino, ya anciano y testigo del fenómeno que dijo como días antes de que comenzaran los fuegos se veían esferas de luz y el más que el no solamente vio las esferas sino una figura que llamaban el niño con la cabeza grande y los ojos enormes qué les parecía como el esqueleto de un niño pequeño pero de mayor dimensión. Estamos hablando de una época en la que no se hablaban de ovnis.
Según las declaraciones de algunos lugareños de la época decían que era como si aquellos fuegos tuvieran vida propia como si actuaran en de manera inteligente y es que hablaban que aquellos fuegos parecían moverse prácticamente con con intencionalidad como si tuviesen cierta selectividad de quemar una botella sí y otra no, una manga de un abrigo y la otra manga quedaba totalmente normal, quemaban unos tenedores y otros se quedaban normal eh era como si hubiese algún tipo de intencionalidad o una inteligencia detrás del fenómeno.
Además de la presencia del ejército que fue requerida, los vecinos denunciaron los hechos a la Guardia Civil de la localidad cercana de Macael, solicitando ayuda y la presencia de la Benemérita.
El cura del pueblo se convirtió en un observador clave de los sucesos. Tocaba la campana cada vez que veía un incendio, y era testigo de cómo un fuego se extinguía solo para que otro surgiera en otro lugar. La prensa se enteró de los hechos y lo publicó a nivel nacional, atrayendo a curiosos y voluntarios dispuestos a ayudar a sofocar los fuegos espontáneos. A mi esto me recuerda mucho a los sucesos de Bélmez de la Moraleda, pero de eso ya hablaremos en otro post.
Haciendo memoria, los expertos recordaron un incidente similar ocurrido en noviembre de 1741, en pleno siglo XVIII en Almería, cuando una nube empujada por fuertes vientos del Este llegó a la Sierra y la capital, dejando una lluvia de chispas que encendió numerosos fuegos, incluso quemando barcos de la Armada Inglesa en el puerto de Almería. Aquel fenómeno, vinculado a una erupción del volcán Etna, ocurrió a la misma hora en 1741 que los fuegos de Laroya en 1945, es decir a las 5 de la tarde. Nuevamente fijaros en lo llamativo de este hecho. Una nube o extraña niebla es la que propicia el inicio de los extraños fuegos. Mira que le he dado vueltas, por intentar buscar un fenómeno natural que pudiera explicar estos extraños fenómenos, pudiera ser que la nube arrastrara mucha electricidad estática y azufre o sustancias similares procedentes en este caso del Volcán Etna.
Y al llegar a una zona de sierra como la Sierra de Filabres, la nube se queda estancada en un lugar seco porque estamos en verano y bueno, la combinación de sequedad, electricidad estática y azufre del volcán, pudieron provocar esos extraños fuegos. Esta es una explicación insuficiente, pero bueno, algo es algo. El color azul de las llamas podría deberse a la electricidad, no sé. El caso es que allí fueron un equipo de científicos que lo sabían todo sobre estas cosas y concluyeron que no tenían ni idea de lo que había pasado.
El ingeniero José Cubillo otro experto que también investigó los hechos, proponiendo varias hipótesis: bolsas de gas en el aire, fenómenos climáticos como los rayos bola, o concentraciones inflamables de materia o gases. Sin embargo, todas fueron descartadas por otros investigadores. Las cenizas del Etna y la intervención humana también se descartaron como causas de los incendios debido a su naturaleza espontánea. O sea que como podéis ver la hipótesis que había pensado yo ha sido desestimada por los expertos.
Uno de los científicos que llegó hasta la zona sacó un trípode de madera y cuando iba a colocar un medidor topográfico el trípode comenzó a arder espontáneamente. Aquel científico cerró su trípode, se fue y nunca más volvió al pueblo del pánico sobrevenido que lo atenazó.
En definitiva, miembros del instituto geológico minero nacional y miembros del consejo superior de investigación y ciencia fueron hasta la sierra de los Filabres. Emitieron un informe que concluye que ni la mano del hombre crea los fuegos ni existe ningún tipo de bolsa de gas y después de 200 folios acaban aseverando que no tienen ni idea de lo que está pasando allí.
Por otra parte, los ancianos, los mas viejos del lugar rememoraban una antigua maldición. Según una antigua leyenda, un musulmán llamado «Jamá» fue ejecutado en la hoguera por la Inquisición en Laroya. Este musulmán murió prometiendo venganza mientras ardía. Otros creían que los incendios eran obra de Satanás, dada la presencia de un fuerte olor a azufre en la zona. Algunos testigos afirmaron haber visto «una especie de niño esquelético suspendido en el aire, envuelto en fuego y luz».
era interesantísimo el hecho de que aquella figura de pequeña estatura, pues producía una sensación de miedo a todos aquellos lugareños que lo veían y además lo vieron bastantes noches es decir era algo que aparecía con cierta asiduidad , tenía un aspecto muy desagradable un aspecto muy esquelético y y siempre aparecía flotando con condiciones de extrema delgadez y emitiendo la figura del niño que parecía flotar
sobre Laroya.
Se concluyó que los fuegos parecían comportarse de manera inteligente, prefiriendo prender en objetos de colores claros o blancos. Otro dato importante. Comportamiento inteligente de los fuegos, y la aparición del niño esquelético.
El 7 de julio de 1945, el Gobierno envió a un químico y a un fotógrafo a Laroya. Al llegar, fueron testigos de un incendio en un cortijo llamado «Pitango». El 11 de julio llegaron más expertos del Instituto Geológico Minero, del Instituto Geográfico, del Instituto Geofísico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, del Servicio Meteorológico del Ministerio de Defensa, incluido el Teniente Coronel Morán Samaniego y su asistente, el Sr. Sierra Silva. En el cortijo «Pitango», la capa de Samaniego se incendió repentinamente, y otros expertos vieron cómo sus instrumentos de medición se calcinaban por completo.
Es que este fenómeno, yo siempre he pensado leyendo las declaraciones e informes, que se parece mas a CHE, combustión humana espontánea que a incendios clásicos. De hecho una gallina se quemó así. Se queman determinados objetos en concreto.
Los investigadores no lograron determinar las causas del enigma, abandonando la investigación sin datos concluyentes ni hipótesis probables. El Gobierno decidió silenciar el caso, que se convirtió en uno de los Expedientes X más famosos de España. Se concluyó que los fuegos parecían comportarse de manera inteligente, prendiendo preferentemente en lugares con colores claros. María, su delantal, la gallina, las ropas, etc., eran de colores claros, y luego objetos oscuros como los uniformes de la Guardia Civil también comenzaron a arder. Luego entonces la diferenciación entre colores claros y oscuros no es significativa para este problema.
Antes de que comenzaran los incendios, una increíble claridad luminosa aparecía en los lugares afectados, descrita como humo o niebla. Todo lo que se quemaba desprendía un fuerte olor a azufre, petróleo y sustancias similares. Los objetos incendiados no estaban en contacto con el suelo, sino que estaban aislados eléctricamente, como prendas en perchas o dentro de armarios. Además, si se les echaba agua, el fuego cobraba más fuerza en lugar de apagarse, como suele ocurrir con los fuegos de combustibles. Esto reforzaría mi hipótesis sobre las sustancias que pudieran haberse arrastrado del volcán Etna, pero los expertos lo descartaron.
El 11 de julio llegaron más expertos de diversas instituciones, pero sus investigaciones no dieron frutos.
Después de que los incendios cesaran y la gente comenzara a olvidar el tema, aparecieron restos de petróleo en Laroya, que la Guardia Civil demostró que alguien había colocado a propósito. María, la niña que sufrió los primeros incendios, confesó haber colocado el petróleo para que los investigadores volvieran y resolvieran el misterio. La prensa la apodó «La Niña de los Fuegos», señalándola como la causante de la maldición. María terminó suicidándose, tragando sosa cáustica. Se decía que se sentía poseída por el diablo desde aquellos incidentes. Su hermana mayor se suicidó arrojándose por un precipicio del pueblo, y su hermano se ahorcó en el cortijo «Pitango» tiempo después. Todo esto contribuyó al misterio de los suicidios familiares y a la creencia en una maldición que asolaba al pueblo. La tragedia de estos 3 hermanos protagonistas de los fuegos, es muy significativa. El impulso de suicidio en los 3 hermanos, es un suceso claramente demoníaco. Nadie en su sano juicio se suicida bebiendo sosa caustica.
La Guardia Civil hizo callar a todo el mundo, la prensa dejó de hablar del tema, pero los fuegos continuaron durante dos meses más. Los habitantes decían estar viviendo el fin del mundo.
En definitiva este es un evento que parece perfectamente dirigido por una inteligencia. Se ha apuntado también la posibilidad de que pudiera haber sido un experimento en una región totalmente aislada como era Laroya aunque con unas características ovni muy definidas como ese olor a azufre con esa aparente inteligencia la selectividad a la hora de quemar los objetos, lo absurdo de la falta de un componente de ignición o combustión, el inmenso poder calorífico como para poder quemar una gallina quemar, trigo verde, harina..
Bueno, pues hasta aquí mas o menos lo que suele llamarse una exposición razonada de los hechos. Este es un fenómeno paranormal que ya tiene muchos años, data de 1945, luego estamos hablando de prácticamente 80 años. Por lo tanto es un fenómeno ampliamente tratado y diseccionado por misteriólogos españoles de varias generaciones.
Y por eso en mi web no suelo poner muchos casos de este tipo, porque una simple búsqueda utilizando san Google les abrumarían con cientos de páginas y vídeos donde se explica todo esto. Al fin y al cabo, internet está lleno de redundancia. ¿Cómo se podría dar mas valor añadido a este tipo de casos?.
Pues se pueden hacer muchas cosas. En primer lugar de todos hacer un verdadero trabajo de exhaustivo de recopilación de todos los hechos y una adecuada presentación ordenada. Yo esto no lo hago, porque un episodio de un podcast, para que se entretenido no debería superar los 50 minutos. Mas de eso es un ladrillo. Ahora bien, en esos 50 minutos hay que dar el máximo de información posible.
Y lo primero que he hecho es aportar como si dijéramos el máximo común divisor de lo que se explica en las diferentes fuentes de información. Yo creo que todo lo que se ha podido decir del caso está reflejado en el post. He dejado fuera ciertas interpretaciones para el niño esquelético de dioses egipcios o la diosa Astarté que me parece tonterías supinas. El resto creo que está todo.
Obviamente el informe de 200 páginas que se hizo en el año 1945 no está incluido en el post, entre otras porque no lo he encontrado digitalizado. Se vende en papel en todo colección por unos 20€. A cambio pongo este informe descargable, que es un resumen bastante bueno.
Además de reflejar todos los cabos significativos del caso, hay que dar algún tipo de valor añadido. Ya he detectado que muchos misteriólogos con podcast o programas de gran éxito, tienen capítulos que son una auténtica vergüenza. Están sacados del Wikipedia y declamados ante el micrófono sin más.
Se pueden obtener datos de fuentes externas por supuesto. Se puede y se debe porque si no, no hay manera humana de abordar un tema, pero esos datos hay que extractarlos, ordenarlos y finalmente con ellos, escribir un discurso lógico con nuestro estilo, aportando las opiniones y conduciendo el tema como nos parezca porque para eso estamos en un podcast.
Eso es básicamente lo que hago yo. Y finalmente, tras ese discurso que es el 90% del episodio, luego hay que dar algún tipo de conclusión, algún tipo de idea, no sé, algo que incite al oyente a seguir pensando por su cuenta.
Y lamentablemente, nuevamente tengo que decir que el 95% de los que se publica por internet son simplemente cortas y pegas de muchos sitios, refritos con poco interés, y los que son originales pues simplemente se limitan a narrar los hechos y punto. Y oye, yo creo que hay que hacer algo mas. Porque para repetir como un papagayo los hechos ya hay un informe hecho de 200 páginas que está escrito desde 1945 por testigos oculares que además son científicos y miembros de organismos científicos oficiales, que además estuvieron en el lugar de los hechos, en la fecha de los hechos, entrevistando a los paisanos y siendo testigos directos de los hechos. No necesito mas.
Y en ese sentido si habéis estado atentos a cuando iba yo remarcando los hechos que me parecían interesantes o significativos sobre el caso de los fuegos de Laroya, pues ya es hora de extractar esos relevantes y son:
- Fuerte olor a azufre
- Bolas ígneas flotantes
- Llamas azuladas
- La misteriosa niebla. Los fuegos aparecen en presencia de esa niebla
- Máximo de actividad en el día de San Juan
- Niño blanco esquelético
- Comportamiento inteligente del fuego
- Posible poltergeist provocado por la niña María Martínez
Si a esto añadimos el episodio trágico de los 3 suicidios y el hecho de que notables científicos desplazados a la zona y testigos oculares de los hechos emiten un informe de 200 páginas diciendo que no tienen ni idea de las causas de los fuegos, pues debemos concluir que esto es un misterio como una catedral.
Incluso las hipótesis científicas que se han aportado como el azufre del volcán, que son hipótesis razonables y dichas con criterio, los mismos científicos las han descartado.
Entonces ¿qué nos queda?, pues aplicamos una de las reglas de la lógica. Cuando la razón se escinde entre dos proposiciones mutuamente excluyentes y se determina que una de ellas es falsa, la que queda por estrafalaria o inverosímil que parezca, es verdadera por narices.
En este caso o bien existe una explicación científica o bien una explicación sobrenatural. No hay una ternera posibilidad ¿no?. Pues bien, parece que la explicación científica no la hay dicho por los mismos científicos. Entonces la proposición que queda, la de la explicación sobrenatural del fenómeno es verdadera si o si.
Hombre yo creo que el tema es algo mas complicado. Puede que finalmente haya algún tipo de explicación científica que no hemos sabido encontrar. Es improbable pero pudiera ser.
Por otra parte, aún siendo verdad lo de la explicación sobrenatural, no tenemos ni idea de por donde podrían ir los tiros.
En mi opinión hay elementos suficientes para pensar que esto es un acto de seres que no están en nuestra dimensión. Puede que sean fuerzas extrañas que operan desde el mas allá, o seres elementales que no podemos ver. En mi opinión son fuerzas preternaturales, operadas por demonios o por seres que, sin ser demonios, no participan de nuestros conceptos de lógica o de moralidad. Son como los dioses oscuros de los mitos de Cthulhu o los seres que éstos controlan. No lo sé, pero es algún tipo de estas entidades.
Producen fuego, siembran el terror entre gente inocente de manera impune y arbitraria. Es como si salieran de una dimensión paralela, quemaran algo y volvieran a esconderse. Quizá son inocentes desde nuestro punto de vista porque la dimensión de su mundo y la del nuestro se han mezclado en el sufrido pueblo de Laroya. Y luego como vinieron se fueron. Estuvieron en el mismo sitio en el siglo XVIII haciendo lo mismo. Es como si hubiera un punto débil en la zona de Laroya justo en la frontera entre su universo y el nuestro. Volvieron en 1945. Pero nadie sabe cuando volverán y donde, aunque yo creo que volverá a ser en Laroya.