Relación entre la Masonería y el Satanismo
Este post es un poco la continuación del anterior. Aquí pretendo establecer una relación entre la masonería y el satanismo. En primer lugar tengo que decir que ni masones ni satanistas constituyen un grupo numeroso de personas.
Los masones porque trafican con influencias y se reparten mucho dinero a través de la información privilegiada y por eso no pueden ser muchos a repartir. Y los satanistas, porque sus andanzas chocan a menudo con un obstáculo llamado código penal, y claro, no están las cosas con ir a ver a otro personaje que viste de negro pero que no es el macho cabría al que ellos adoran.
Pero como veremos aquí unos y otros tienen mucha relación. Y hay que ser horados y justos, y hemos de decir que no todos los masones ni mucho menos son satanistas, y que se sentirían muy ofendidos si se les acusa de esa negra pertenencia.
Pero la tesis fundamental de este post es: «no todos los masones son satanistas, pero todos los satanistas presentan algún tipo de obediencia masónica». Es decir, todos los satanistas han prestado su nombre a alguna logia masónica sea del tipo que sea.
A la pregunta de ¿Qué es la masonería? se le han dado muchas respuestas a lo largo de la historia. He leído muchos libros sobre la masonería y recuerdo que cuando era joven, muy joven y oía la palabra «masonería» me quedaba muy intrigado porque salía en prensa, en libros, en televisión y se le daba mucha importancia. Y yo no tenía la mas remota idea ni de lejos de lo que significaba esa palabra. Fui al diccionario y me quedé casi peor. Evidentemente era un tema muy complicado y hay que estar mínimamente formado para entender qué es la masonería.
Para responder con éxito a la pregunta de qué es la masonería, he llegado a la conclusión, de que es una pregunta parecida a ¿Qué es la inteligencia?. ¿Se es mas listo por tener mucha capacidad de razonar?, pues sí y no. La inteligencia es poliédrica. Ser inteligente es tener capacidad de razonar correctamente, pero también es tener memoria, pero también es tener sentido práctico, pero también es saber cuando te están engañando, pero también es saber decir no, pero también es juzgar situaciones y escoger lo que mas te conviene….en definitiva, es un sin fin de facetas y casi nunca se es bueno en todas.
Con la masonería pasa algo parecido. Una respuesta que podría darse es la siguiente. En la antigüedad, surgió la secta de los maniqueos que divinizaban tanto el bien como el mal, poniéndolos al mismo nivel. Posteriormente, los llamados gnósticos recogieron esa vamos a decirlo así, espiritualidad de los maniqueos y se declararon poseedores de una sabiduría profunda y oculta. lo Gnosis. En el fondo es puro postureo, pero los gnósticos sí eran mucho mas sabios que el pueblo llano en general, que era analfabeto en casi un 100%. Así que en el país de los ciegos el tuerto es el rey. Los gnósticos ejercerían una soberbia intelectual parecida a la de los maniqueos.
Y, en fin, la masonería sería la gnosis en tiempos modernos, y los masones serían los gnósticos de la actualidad. Este enfoque es cierto. pero no es menos cierto, que masones han sido también los constructores de templos y catedrales. o sea, los gremios de albañiles y constructores en general. Y en esto no hay nada extraño ni malo. Son los gremios de profesiones de toda la vida que surgieron en la edad media. Gente que defendía sus intereses, intercambiaban información concerniente a su gremio e incluso tenían un lenguaje críptico o de argot que solo ellos entendían y que dejaban grabados en los sillares de piedra de las catedrales. Y eso es también masonería.
Pero masonería es también unas determinadas sectas de códigos y normas comunes que surgieron a partir de 1717 y que fueron creciendo y evolucionando. Bien es verdad, que de muy distintas acepciones y obediencias. Desde meras agrupaciones de buenos ciudadanos, hasta sectas de corte luciferino como por ejemplo los Illuminati.
El creador del satanismo moderno es Aleister Crowley. Creó el satanismo bajo la inspiración de Baphomet, un misterioso ídolo diabólico de origen templario en cuyo culto participó Rasputín, confidente de la zarina de Rusia. Se dice que los templarios adoraban a Baphomet y esa fue la principal acusación del papa y el rey de Francia para exterminarlos. Aunque estas acusaciones fueron mayoritariamente injustas y había temas económicos de por medio, no es menos cierto y esto no ha sido dicho nunca por los presuntos misteriólogos que pretenden ser muy sabios y luego no saben nada. Es verdad que cayeron muchos justos por pecadores. Pero también es verdad que entre los templarios había un sector que adoraba a Baphomet. Y ya hablaré de eso mas adelante.
El siguiente satanista famoso fue Antón Szander Lavey creador de la Iglesia de Satán, de la biblia satánica y del culto al demonio. Curiosamente, Lavey no creía en el demonio y al igual que Crowley ambos eran masones.
Modernamente ha habido muchos testimonios de masones arrepentido que se han salido de la secta masónica y que nos han revelado lo que de verdad ocurre en ese oscuro mundo. Hay muchos testimonios, pero se pueden sacar unas primeras conclusiones. Aquí se puede aplicar la regla del 5/95. Un 5% de altos cargos masónicos que ocupan los grados mas elevados, saben la verdadera naturaleza de las doctrinas que se enseñan, que son luciferinas y todos ellos adoran a Satán, pero manteniendo estas circunstancias en el mas absoluto secreto.
El otro 95% de masones cree esa gran mentira de que la masonería no es una religión, sino una organización social que hace buenas obras. Un conocido masón llamado Albert Pike lo dice claramente, es Lucifer el portador de la luz, el encargado de llevar la luz que iluminará a los masones. Una frase de Pike es: «Deus meunque ius», Dios y mi derecho. O sea que el Dios de la Francmasonería es Lucifer, los masones están diciendo que ellos utilizan el método oculto a través de Lucifer para conseguir su derecho y su justicia. La frase es muy peligrosa y poderosa dentro del satanismo.
Así pues como la masonería es una sociedad secreta, la fuente principal que tenemos para estudiarla por dentro sin ser masón, es el testimonio de masones arrepentidos, que hay los suficientes como para hacernos una idea cabal. Hay que tener en cuenta que los masones y los satanistas no son muchos en número como dijimos mas arriba. Además, escapar de estas sectas y no digamos empezar a hablar de lo que realmente son en público, es un deporte de riesgo por decirlo de manera suave.
Y aquí tengo que decir una cosa que siempre he pensado. Hace 300 años cuando surgió oficialmente la masonería simbólica en contraposición a la masonería operativa, la de los gremios de albañiles, la «buena», era comprensible que fueran sociedades secretas ya que, de no ser así, las cabezas de muchos masones habrían sucumbido al verdugo del Rey.
Pero en sociedades democráticas como las nuestras no es que no tenga sentido que sean sociedades secretas, es que ser sociedad secreta debería ser delito. La constitución dice que partidos y sindicatos deben tener depositados sus estatutos y su funcionamiento y estructura deben ser democráticos. Es decir, en una sociedad abierta como la nuestra no caben secretos ni organizaciones secretas u ocultas. Por lo menos aquellas organizaciones estructuradas. Si cuatro amigos se reúnen en un sótano a hablar de ovnis y no quieren decírselo a nadie, pues no pasa nada.
Pero si una organización con mas de 300 años de antigüedad, que ampara en su seno a sectores muy elitistas de la sociedad, que tiene sedes por toda la geografía del país y reuniones secretas donde se dictan leyes, se tuercen las decisiones de los legítimos representantes políticos, se trafica con influencias, se hacen todo tipo de cambalaches, tienen lugar todo tipo de corruptelas, ese tipo de sociedades no puede ser secreta so capa de no se qué tradición esotérica. No al menos en un país democrático y soberano.
La religión misteriosa masónica, está unida originariamente al paganismo en el antiguo Egipto, Caldea y China. Una vez que los masones progresan hacia los grados mas elevados son engañados sistemáticamente sobre la verdadera naturaleza y objetivo secreto de la masonería. El objetivo secreto de la masonería es la dominación mundial que se lograría sabiendo el llamado secreto científico de la masonería. Toda esta terminología es muy alambicada y parece extraída de dragones y mazmorras o de algún juego de rol, pero es real como la vida misma.
Pues bien el secreto científico de la masonería, agárrense a la silla, no es otro que «el orden nace del caos». Esto se reconoce abiertamente en el emblema del grado 33 y último del rito escocés antiguo y aceptado.
Es decir, los francmasones son engañados para alcanzar la verdad. ¿Cuál es esa verdad?. La que se aprende en los grados mas elevados. Y es que el Gran Arquitecto Universal no es el Yahvé del Antiguo Testamento, sino Lucifer. ¿Y qué promete Lucifer?. Promete que el hombre será como dios a cambio de un juramento de fidelidad a Lucifer/Satán. O sea algo parecido a lo que prometió a los primeros padres Adán y Eva. Hay toda una mitología masónica paralela a lo que viene en la Biblia. Así por ejemplo los masones creen que:
Adán fue el primer masón y hablaba con el Gran Arquitecto.
El arca masónica de Noé
Las pirámides, obra de la masonería
Abraham, transmisor del arte
Israel, pueblo masónico
Moisés, Gran Maestre de la Masonería
Y así un montón de subversiones de la historia bíblica. Pero en la masonería también existe una relación con el Islam. Parece mentira, pero existe esa extraña relación con el Islam porque la masonería tiene vocación globalista de dominación mundial. Esta relación se articula en la sociedad secreta Shrine, muy relacionada con los mas altos grados, es una sociedad extraña, creada por americanos fanáticos del panarabismo del siglo XX que incorpora una multitud de signos islámicos reverenciados por una parte importante de los masones. A cada miembro se le entrega un fez rojo con la espada árabe y con la joya del creciente musulmán.
Esta profunda desviación masónica se conoce con el nombre de Shrine y es una secta muy extendida, no solo en América sino en muchas partes del mundo. Se hace jurar a los miembros sobre una copia del Corán, se distinguen por su veneración a la sangre cuyo símbolo es el fez masónico. Estos masones islámicos toman juramento en nombre de Alá y reconocen a esta deidad lunar pagana, confiriendo en el fondo una burla a todo lo que es el Islam.
Dentro de la masonería, que es una sociedad secreta en la que hay que tener mucho dinero para prosperar, porque la sociedad, en los grados altos, exige ese dinero, pues digo, existe la llamada masonería azul, que viene a ser la masonería de los pobres. De los pobres desgraciados que no tienen dinero para escalar a los mas altos puestos.
Para ellos estén reservados solamente los tres primeros grados de la masonería de los 33 que tiene. Esos grados son: aprendiz, compañero y maestro. Suelen ser grados mas satisfactorios para los que entran en la masonería, porque satisfacen gran parte de la curiosidad. La inmensa mayoría de los masones no pasa jamás del grado de maestro. Los otros 30 grados están reservados sólo para una minoría muy minoritaria. Luego la masonería no sólo es una sociedad secreta, con el déficit democrático que ello supone, sino que también es una sociedad muy elitista y minoritaria en sus filas dirigentes.
Y aquí viene la relación de la francmasonería con el satanismo. ¿Cuál es el eslabón de unión entre ambas oscuridades?. Pues los tan traídos y llevados Illuminati. En el siglo XVIII cuando se funda la masonería moderna en 1717, se crea una importante congregación religiosa. En Ingolstadt (ciudad donde se fabrican los audi) en Baviera, un profesor de la universidad de allí, el jesuita Adam Weishaupt fundó una orden llamada los Illuminati de Baviera. Era una sociedad secreta, fundada por jesuitas que tuvo un antecedente en los Alumbrados de España del siglo XVI que fueron muy bien descritos por Miguel Delibes en su libre: «el hereje».
Los Illuminati son una orden gnóstica que acaba muy pronto siendo masónica. Sus miembros eran unos seres extraños, anticatólicos que también intentan absorber a la propia masonería. Hay un momento en que gran parte de la masonería europea está dominada por los Illuminati de Baviera. Tienen una historia compleja y forman una secta que intenta hacerse con toda la masonería. No lo consiguen totalmente, pero sí en gran parte. Desde aquel momento y hasta la actualidad, los Illuminati de Baviera son una sociedad secreta masónica y con gran influencia también en Estados Unidos donde fundan una delegación.
Es muy importante saber que de la herencia y tradición de los Illuminati de Baviera va a nacer nada menos que el satanismo moderno. Hubo una serie de personajes vinculados a los Illuminati que son los creadores del nuevo satanismo. Tener en cuenta que estamos el siglo y la época de las luces. Se cultiva el racionalismo y el cientifismo a ultranza, y a nadie le interesa ni Dios ni el diablo. Esos personajes relanzan el satanismo. Son un sacerdote católico francés llamado Constant que inventó el neosatanismo. Quizá se le conozca mas por su seudónimo: Eliphas Levy, creador del ocultismo moderno y el que lanzó la idee de la espiritualidad esotérica: espiritismo, ouija, escritura automática…Todas estas modas ecxtrañas, paganas, renacen en el siglo XIX gracias a Eliphas Levy.
Se empezó por el renacimiento de las antiguas prácticas alquímicas. Este creador del ocultismo, es seguido por todos los ocultistas, empezando por una mujer Ucraniana llamada Madame Blavatsky, mujer muy prolífica, dedicada al ocultismo y que llena el siglo XIX con su figura. Es una de las dirigentes de la segunda internacional socialista. Se hace masona, crea la masonería femenina y tiene una enorme influencia en el ocultismo del siglo XIX. Sus libros, aparentemente muy profundos son en el fondo una antología de disparates.
Otro de los adeptos de Eliphas Levy fue Aleister Crowley, quien en sus confesiones publicadas en 1904 afirma que llegó a grado supremo en todas las obediencias masónicas. Es considerado el padre del satanismo moderno.
Conclusión
De momento voy a dejar aquí el tema del satanismo, aunque no el de la masonería. Creo que el asunto del satanismo no da para mucho mas entre el post anterior y este. No es que la masonería tenga mas que decir, pero merecerá volver a ella en otro par de posts, puesto que es algo que, aunque minoritario, se está extendiendo.
Vaya por delante, que por lo que a mí respecta, cada uno puede hacer lo quiera y lo que le dicte su ánimo o su conciencia, faltaría mas. En el asunto del satanismo y la masonería, pienso igual que con las tendencias sexuales. Lo que ocurra en el interior de las cabezas de la gente, yo no puedo saberlo, pero tampoco ni quiero, ni debo. Así que mientras no me pongan sus miserias hasta en la sopa, todos contentos. Con el satanismo pienso exactamente lo mismo. Ojo, miserias podemos tener todos, y secretos inconfesables también. Pero para eso hay una palabra que se llama discreción.
Sin embargo yo si daría algún consejo, de amigo. En plan constructivo. Es verdad que todos somos ya mayores y que cada uno ha de recorrer su propio camino, y yo además es que me repugna decirle a nadie lo que tiene que hacer o como conducirse por la vida. Si se me ha pedido consejo, lo he dado, pero si no, en boca cerrada no entran moscas. Ya tengo esta web para decir lo que me parezca. Mirad, todo este tema del esoterismo, las ciencias ocultas, la parapsicología, las teorías de conspiración, los ovnis, las sectas son temas que me apasionan y esta web y buena parte de mi tiempo van dedicados a ello. Tengo una gran biblioteca del misterio, sobre todo de libros electrónicos, e invierto mucho tiempo leyendo y documentándome para elaborar los post de esta cripta.
Pero a lo largo de años de estudio e interés por estos temas he llegado a la conclusión de que no se puede sacar mucho en claro de ellos. Y estos así porque son misterios. Si se llegara a conclusiones definitivas sobre, por ejemplo, qué es la masonería, pues vaya una sociedad secreta, ya estaría todo dicho. Ya no sería un misterio. Y el mismo razonamiento se puede aplicar a las psicofonías, la ouija o el satanismo. Pero veréis, existe un problema. Existe un peligro. Y os lo voy a decir, no en plan moralista como Santiago Vázquez que parece un cura trabucaire, sino objetivamente.
El misterio, la parapsicología, las ciencias ocultas, responden a dos obsesiones de la humanidad:
- Saber que hay mas allá. Curiosidad. Querer desvelar los misterios.
- Y ya de paso, si de ese mundo oculto saco algo, que me ayude a solventar mis problemas, mis miserias, mis insuficiencias, pues mejor.
Y ya sabéis por una parte, que la curiosidad mató al gato y que el 95% de nuestros problemas, miserias e insuficiencias, tienen su origen en nosotros mismos. Difícilmente va a ayudarnos el esoterismo, la magia o las terapias alternativas si antes no nos ayudamos nosotros mismos.
Ya podéis adivinar, que en el esoterismo, en el misterio se corre el peligro de depositar falsas expectativas y de ser víctima de charlatanes, eso en el mejor de los casos. Porque en el peor de ellos se puede caer en manos de una secta que, para empezar, nos despluma, luego nos hace perder el empleo y la familia y en tercer lugar nos cuesta la vida.
y este es el peligro del satanismo, y en menor medida de la masonería. No entro aquí en temas espirituales ni religiosos ni el riesgo claro que hay de posesión, etc. Eso cada uno verá de acuerdo con su filosofía de vida. Pero si es cierto que masonería y satanismo pueden entrañar graves peligros. Comiendo con un buen amigo, me comentó que quería entrar en masonería. Le dije, ah, que interesante, para contestarme a renglón seguido que no sabía muy bien qué era aquello de la masonería y que como yo sabía del tema, que se lo explicara.
Yo le contesté que como se le había ocurrido pensar en entrar en una sociedad secreta de la que lo desconoce todo, sin saber muy bien a ciencia cierta que se iba a encontrar allí y qué se iban a esperar en la logia de el.
Le hice un brief de que es la masonería y los peligros que conlleva. También le expliqué las ventajas, que son básicamente hacerse con el tiempo y sirviendo bien a la secta, de una aprovechable agenda de contactos. Bueno ahí quedó la cosa, que yo sepa nunca llegó a entrar en la masonería. Que yo sepa.
Estos peligros se refuerzan mucho en personas inestables, con baja autoestima y desorientados. Que alguien así caiga en una secta satánica, o víctima de el mismo cuando emplea su tiempo en grabar cientos de psicofonías, es una verdadera desgracia. Y luego está el tema de la falsa sabiduría. A ver si lo se explicar. Dejando aparte las personas inestables, hay mucha gente, que piensa que en el esoterismo hay verdadera sabiduría. Y me refiero a personas con su carrera, con los pies sobre la tierra y la cabeza sobre los hombros. Sueltan unas charlas y unas peroratas que yo me quedo impresionado, pero impresionado del tiempo que pierdo escuchándolos y cómo haría para quitármelos de encima. Y es gente inteligente, repito. Otros no. ¿Qué merito intelectual o académico tiene leerse las 2800 páginas del libro de Urantia? ¿Qué sentido tiene dedicar una vida entera a los ovnis, cuando puedes muy bien haberte equivocado en casi todo lo que creías saber de ellos? ¿Qué logro intelectual supone haber grabado 70.000 psicofonías? ¿Qué conseguimos fundiéndonos todos nuestros ahorros en toneladas de equipos electrónicos para hacer transcomunicación, equipos que a los 10 años son pura chatarra obsoleta que hay que malvender?, si todos sabemos que las psicofonías, son como la ouija o la escritura automática. Auténticos misterios de los que se pueden sacar pocas conclusiones.
Son obsesiones, trampas del ego, postureo falsamente intelectual. Cuántos intelectuales hay que han oscilado entre el fervor religioso, el ateísmo, de repente creen que la verdad se haya en la psicología y para ellos todo es psicología, luego es el budismo, mas tarde se desencantan y creen hallar la verdad en la parapsicología, para al final acabar desencantado de todo.
En fin, estas son las trampas de esoterismo y del misterio en general y del satanismo y la masonería en particular. Con el añadido de que en el satanismo corremos un riesgo físico para nuestro cuerpo o la posibilidad de cometer delitos y poder ir a la cárcel.
Y ya para finalizar, tener en cuenta que en los temas de misterio, hay mucho fraude, mucha falsedad, desinformadores, debunkers, bromistas, agentes gubernamentales sembrando la cizaña. Se han escrito bibliotecas enteras falsas a propósito o mediante chalados que se lo estaban inventando todo. Hay que saber seleccionar y saber escoger que textos se leen. Por ejemplo, acordaros de los detalles de caso Ummo. Ha habido muchos ufólogos, investigadores, aficionados que han dedicado media vida a ese emblemático caso ovni español. Algunos de ellos como Antonio Ribera, muy buenos, nada menos que fue el padre de la ufología o el mismo Farriols, un científico que estaba absolutamente convencido de la realidad de los ummitas.
Para descubrir al cabo de 30 años que todo bien pudo ser una broma de proporciones gigantescas urdida por un inefable personaje llamado José Luis Jordán Peña. ¿Cómo se sentirían si descubren la triste realidad después de quemarse las pestañas y el cerebro con las famosas cartas ummitas y aquellos gráficos y artículos enciclopédicos mecanografiados…en fin. Cuidado con lo que se lee, se compra, etc. El tiempo es limitado, los años son pocos y la salud escasa. Hay que seleccionar mucho, tener claro en que va a dedicar uno el tiempo y el esfuerzo. Hay que saber distinguir la basura de los buenos libros. Yo no digo que sea fácil, pero si os gusta el misterio, esto hay que saber hacerlo. Leerse el libro de urantia, por ejemplo, me parece una soberana pérdida de tiempo. Con el esoterismo puro pasa algo parecido. A mi me interesa mucho el personaje de Aleister Crowley, pero en última instancia, me queda la duda de que este personaje haya sido un verdadero mago negro como presume. Escribió muchos libros, gruesos volúmenes donde explica muchas cosas, y yo no sé hasta que punto el recoge tradiciones mas antiguas o simplemente se lo inventa, mezcla churras con merinas, oye campanas pero no sabe de donde, no obstante y lo escribe y rellena los huecos con otras cosas…en el misterio siempre nos van a quedar estas dudas.
En cierta ocasión, hablando con un sacerdote de estos temas del misterio, del esoterismo, de la magia, yo le comentaba que me parecían cuestiones super interesantes, dignas de estudio, que no en vano, la Iglesia Católica tiene una cátedra de parapsicología en la universidad lateranense y el me contestó diciendo que le parecía todo muy bien, pero que no alcanzaba a comprender ese interés por la magia y por leer libros de magia y de esoterismo. Que no es que lo censurara a priori pero quería que le explicase qué pretendía obtener de la lectura de esos tomos en plan práctico y concreto.
Y ahí me di cuenta de que no tenía ninguna respuesta. El misterio por definición son cosas que se nos escapan y de las que no tenemos respuestas prácticas ni concretas. Hay que conocerlo bien si nos interesa, seleccionar las lecturas y seguir indagando y buscando dentro del misterio. Algo encontraremos, seguro. Y precisamente la Iglesia Católica es la primera institución con interés en la parapsicología. Existe una cátedra de parapsicología en la Universidad Lateranense en Roma. Es una universidad católica. Dicha cátedra fue fundada en 1989 y se conocía su director. Ahora hay otro pero no se sabe quien es, o yo al menos no sé quién es. Es algo que la Iglesia lleva muy en secreto, pero le interesa. También el Vaticano mantiene un observatorio astronómico con instalaciones en varios países entre ellos Estados Unidos. Para qué quiere el Vaticano un observatorio astronómico internacional y qué investigaciones está haciendo son motivo de especulación, y un día hablaré de ello porque el tema tiene tela. Si os gusta el misterio, seguro que ya habéis oído hablar de ello. Esto lo que nos dice al fin y al cabo es que hay verdades detrás del misterio, que la Iglesia Católica, a pesar de lo que diga, lo sabe, y que merece la pena invertir tiempo en el misterio.