El budismo tibetano y su relación con el mal

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Según la historia estándar comúnmente admitida en Occidente y repetida por el Dalai Lama, Buda fue un príncipe hindú, nacido en el siglo VI a.C. en lo que hoy es Nepal, que dejó su palacio para dedicarse a la meditación en busca de la iluminación, dejando un grupo de discípulos, quienes luego de un tiempo, se dividieron en muchas escuelas y fueron poniendo por escrito las enseñanzas del maestro, produciendo así unas 18 versiones distintas del canon budista, esto es, de las palabras de Buda, cuyos discípulos inmediatos no apuntaron lo mas mínimo a tal punto que los registros de las supuestas enseñanzas del supuesto Buda no viene de los que lo habrían oído sino de “concilios monásticos” después de su muerte, lo cual llevó al monje budista B. Bodhi a admitir que es improbable que las enseñanzas que derivan de estos concilios reproduzcan exactamente las palabras de Buda.

Introducción

Yo creo que el título no es muy afortunado, porque ha pasado mucho tiempo desde que le puse título al post hasta que empecé a escribirlo. Se me van ocurriendo ideas y leyendo libros y entonces digo: “debo hacer un post sobre este tema”. Lo inicio, y lo dejo ahí y pueden pasar semanas hasta que lo retomo. Lo normal es que lleve 3 o 4 posts a la vez.

Este post está basado en varios libros que he leído y quería tratar un tema en concreto que era precisamente ese: lo que tiene de maléfico, malévolo, demoníaco, oscuro y tenebroso el budismo tibetano, porque parece ser que hay muchos tipos de budismos.

Y claro aquí me encontré con la primera dificultad para realizar este post. Y es que yo no tengo ni idea de budismo, ni tibetano ni de ninguna otra clase. A eso le he puesto remedio porque ya he estudiado el tema con la profundidad suficiente. La segunda dificultad, es que me han interesado otros temas paralelos al budismo o al hinduismo, como son los chakras y los mandalas. También como ya sabéis me ha interesado el asunto de la reencarnación y su consecuencia inmediata que es el karma. Así que cuando hable del la reencarnación, hablaré siempre del binomio reencarnación/karma que van ligados el uno al otro, al menos en estas religiones orientales.

El budismo de todos los tipos es un conjunto de creencias, no es una religión, que ha tenido y ha gozado de muy buena fama en Occidente. Tiene buena prensa, no se puede negar. Y ya sabéis lo que dice el refrán. Cría buena fama y échate a dormir. Y en estos tiempos de lo políticamente correcto, los ofendiditos, las zonas seguras, la resiliencia, lo de la fama es una cuestión de vida o muerte.

Uno de los textos donde me he documentado, es un libro que intenta desmontar el budismo como religión organizada. Si se ve algún resabio de ello en las líneas que siguen, me la lavo las manos. No pretendo desmontar al Budismo como religión, entre otras cosas porque el Budismo no es una religión, aunque se me escape tal apelativo mas de una vez por economía del lenguaje. Ni siquiera pienso que se trate de una filosofía, al estilo de las filosofías que conocemos en Occidente, como el realismo o el idealismo. Las propias doctrinas budistas llegan a decir que en el fondo no existe nada, con lo cual no puede ser sujeto de filosofía o religión. He aquí la complejidad de este tema y por qué siempre ha sido un misterio para mi.

Si parece ser que el Budismo se asentó sobre una especie de religión preexistente llamada Bon, aunque estaríamos hablando de algo realmente antiguo. Pero el Budismo en sí mismo no sería una religión organizada aunque tenga estéticas. Tener estéticas de algo no quiere decir que seas ese algo.

Siempre ha sido fácil que te puedan colgar un sambenito, pero hoy como te caiga encima el sambenito equivocado, estás perdido. Y al revés, si te dan el sello de aceptación y aprobación por el mainstream, pues tienes un seguro de vida. Pues bien el budismo, es de esas cosas que tiene ese sello de aceptación por parte de las élites dominantes, y en este post vamos a sacarle un poco las vergüenzas a esta especie de filosofía, aunque he de deciros que no va a ser el asunto tan crudo como había tramado en un principio.

Como os dije antes estoy estudiando el tema de los chakras, los mandalas, la meditación, el yoga etc. Y no me parece el león tan fiero como lo pintan. La meditación y el yoga tienen unos beneficios indudables para el cuerpo y la mente. Los mandalas me parecen ejercicios extraordinarios de relajación y creatividad y los chakras me parece que son una buena base para el estudio de las medicinas tradicionales como la China, por ejemplo. Así que vamos a ello a ver que sale de todo esto.

El budismo

La primera cuestión con la que me encontré, es que no está nada claro la existencia histórica del propio Buda. Igual que la existencia de Cristo no está en discusión por nadie que tenga un mínimo de seriedad, la existencia de Buda como hombre real, histórico, presenta muchos problemas.

Hubo muchos autores occidentales que estudiaron el budismo, que no olvidemos que era absolutamente desconocido en Occidente. Uno de ellos, llamado Spence Hardy dijo que lo mas probable es que Buda sea una criatura imaginaria, una especie de fantasma formado en la mente de los ascetas. En 1873 Senart sostiene que Buda no existió y que su historia, en realidad, sería un mito solar.

Ni siquiera existiría certeza sobre el nombre real de Buda. Hoy en día, todas las investigaciones, así como todos los seguidores del Budismo Occidental de moda, han admitido la historicidad de Buda. Todos transmiten la leyenda de un príncipe de la casta Ksatriya que se habría convertido en el fundador de una religión prometida con el futuro que conocemos. Durante tres siglos, el formidable desarrollo de estas creencias se ha basado en una persona sobre cuya existencia histórica no se sabe absolutamente nada.

Según la historia estándar comúnmente admitida en Occidente y repetida por el Dalai Lama, Buda fue un príncipe hindú, nacido en el siglo VI a.C. en lo que hoy es Nepal, que dejó su palacio para dedicarse a la meditación en busca de la iluminación, dejando un grupo de discípulos, quienes luego de un tiempo, se dividieron en muchas escuelas y fueron poniendo por escrito las enseñanzas del maestro, produciendo así unas 18 versiones distintas del canon budista, esto es, de las palabras de Buda, cuyos discípulos inmediatos no apuntaron lo mas mínimo a tal punto que los registros de las supuestas enseñanzas del supuesto Buda no viene de los que lo habrían oído sino de “concilios monásticos” después de su muerte, lo cual llevó al monje budista B. Bodhi a admitir que es improbable que las enseñanzas que derivan de estos concilios reproduzcan exactamente las palabras de Buda.

El relato dominante sobre Buda y el Budismo es una invención de orientalistas anti cristianos del s.XIX. Existiría una triple influencia sobre este Budismo. Además de la influencia india, tenemos una influencia iraní, una influencia maniquea y otra egipcia. Esta era la opinión del jesuita Athanasius Kirchner, y también de la budista-satanista Helena Blavatsky, que veían una continuidad entre el antiguo Egipto y el Tíbet. Probablemente, además habría una cuarta influencia parcial que sería la judeo-cabalística, puesto que existen muchas semejanzas entre la cábala tibetana y la cábala hebrea.

Los textos mas tempranos no nos dicen el nombre de Buda, generalmente, se oye que Buda era Siddharta Gautama del clan Sakya, pero el problema es que el nombre Siddharta y sus variantes y los Sakyas no figuran en ninguna fuente temprana, ni si quiera en el canon pali, que es la Biblia budista

Cosmovisión Budista

Primer dato impactante: El Budismo Tibetano cree en una enorme multitud de dioses, pero ninguno de ellos es el creador. Es mas, son considerados dioses transitorios. Y esto es algo, que quiero resaltar. Ocurre también en el hinduismo, que sí es una religión, aunque bastante extraña. Es motivo de discusión si los dioses en el hinduismo son 33.000, 33 millones o 33 mil millones. Y esto parece que es una enfermedad de la que adolece el budismo. Esta indeterminación del número de dioses a los que adoran hinduistas y budistas y que no está resuelta en absoluto, como podréis deducir le quita seriedad y empaque a la doctrina religiosa. Por no hablar del elevadísimo número de dioses que manejan. Esto no es serio y no se sostiene. Parece un cúmulo de creencias ancestrales, arraigadas en las costumbres de la gente, pero que no obedece a ninguna racionalidad.

Segundo dato impactante. Buda no ofrece la salvación, en general ningún tipo de salvación porque ni siquiera te puede librar del karma, esto es de las consecuencias de tus actos.

Tercer dato impactante: La cosmovisión del Budismo puede resumirse en la frase: “nada existe”.

Lo mas parecido a un Dios creador en el Hinduísmo es la creencia en Brahma, pero Brahma no es creador porque Brahma es panteísta. Además el Budismo cree en muchos Brahmas.

Ya vamos teniendo varios datos que nos construyen un perfil de esta compleja religión. La ley del karma, que ni el mismo Buda puede cancelar, dice que quien daña a un animal, sufrirá en vidas posteriores castigos similares. Por ejemplo si matas a un mosquito que te molesta, renacerás 10 veces seguidas como mosquito, y serás muerto de un manotazo en las 10 reencarnaciones en virtud de la ley del karma.

Y aquí nos enfrentamos a una idea que no por menos confusa, ha sido mas influyente en los países occidentales. Hablamos del karma. El karma es un concepto atractivo y atrayente. Lo es en Occidente porque se parece mucho a la idea del infierno o purgatorio a la que estamos acostumbrados. Es muy perturbadora la idea de que aquellos hombres y mujeres que han hecho el mal, se vayan de rositas a la otra vida. Por fuerza debe de haber un castigo.

También diríamos que debe de haber un premio. Pero en la cosmovisión cristiana esto no es tan fácil. Diríamos que si somos buenos recibimos un premio y vamos al cielo, y que si somos malos, recibimos un castigo y vamos al infierno. No es exactamente así. Nuestro destino es siempre el cielo. No es un premio, es retornar a nuestra casa. Nuestro paso por este planeta purgatorio, es simplemente un período de prueba, unos exámenes si se quiere, que a pesar de su dificultad, recibimos muchas ayudas y “recuperaciones”. Pero al final hay que aprobarlos. Sólo si se “suspende” es cuando nuestro destino final queda sellado para toda la eternidad y nos espera Satán en las puertas del infierno.

Sin embargo el karma es parecido pero muy distinto en el fondo. Si parece que es un sistema de premios y castigos, según el cual, si soy bueno, “asciendo” al estilo de si por ejemplo soy el empleado del mes en una empresa, ascendería de plano espiritual o material, pero siempre mas elevado. Y si soy malo, mi castigo consiste en descender, en ser degradado hacia una vida mas inferior o mas materializada si se quiere. El Dalai Lama claramente advierte que la culpa no existe en la terminología budista. El que se salva no es el que es perdonado, sino el que es iluminado. El perdón no existe, al no existir la culpa. Ahora bien, ¿Cómo se obtiene la salvación?, pues convirtiéndose uno en un yogui. El yoga es el método central del budismo tibetano. El objetivo del kalachakra yoga es purificar y transformar el samsara en iluminación.

El yoga es la completa supresión de las tendencias de la mente. El yoga seca la mente mediante una serie de posturas extremas. El yoga ya estaba presente en la cultura religiosa ancestral de la India, especialmente en determinadas prácticas chamánicas con las que se intentaba dominar las fuerzas  de la naturaleza. Los Upanishad elaboraron la práctica del yoga, con los elementos esenciales de concentración, control de la respiración y unión con una fuerza sobrehumana.

Los asanas o ejercicios físicos en la práctica del yoga buscan flexibilizar el cuerpo para despertar las fuerzas latentes, especialmente la energía llamada “kundalini” que se metamorfosea en una serpiente y sirve para desarrollar poderes sobrenaturales. La palabra yoga significa “unión” entre el yo transitorio llamado JIVA con el yo eterno infinito, llamado BRAHMAN que es el concepto hindú de Dios.. Este Dios no es un Dios personal como en el cristianismo, sino que es una sustancia impersonal espiritual que es uno con la naturaleza y el cosmos. De esta manera, el yoga busca la disolución del alma humana en el absoluto y por tanto es la religión del Anticristo.

Para el Budismo y gran parte del Hinduismo el bien y el mal son uno mismo. El yoga nace somo un método ascético del Brahamanismo-hinduísmo que busca la inactividad, la supresión de los actos, con el fin de quemar el karma y escapar al renacer, o sea escapar a la reencarnación o samsara, uniéndose al ser (Brahmán).

Como no existe la vida eterna ni el mas allá, por fuerza tiene irrumpir el concepto de reencarnación para que la doctrina del karma pueda sostenerse. Así el binomio reencarnación/karma sería el paralelo al binomio condenación/salvación después de la muerte en el cristianismo. De hecho en el cristianismo hay un recordatorio de cuatro palabras que se llama, los novísimos y que es: muerte, juico, cielo, infierno. Y se les suele recordar constantemente a los cristianos que al final son las únicas cosas que deberían importarle: Después de la muerte viene un juicio y tras él iremos al cielo o al infierno para toda la eternidad. Se dice también que si bien la misericordia de Dios es infinita también lo es su justicia, de modo que, máximas facilidades, pero si la haces, la pagas y nadie escapa sin pagar nada. Esto se podrá creer o no, por su puesto, y hay mucha gente que no lo cree, pero coherente es.

Sin embargo en la doctrina del karma/reencarnación, que insisto, es una doctrina que ha calado en Occidente, porque es una doctrina atractiva. Esto no ofrece dudas. Pero tenemos algunos problemas. Por ejemplo, ¿Quién o quienes deciden cuánto te elevas o cuanto te degradas en función de tu karma acumulado?. En el cristianismo está claro. Es Jesucristo el que te juzga en el juicio particular al instante de morir.

Pero en las doctrinas reencarnacionistas no está claro. ¿Es Buda? ¿Espíritus avanzados? ¿Avatares? ¿Es algún tipo de mecanismo o automatismo regido por leyes que desconocemos?. Y en cualquier caso, sostenido o avalado ¿Por quién?. En el caso del cristianismo está muy claro. Es Dios quien sostiene y avala todo el proceso de muerte, juicio, cielo, infierno. Y otra cosa, ¿cuándo se detiene el proceso de pago de karma – sucesivas reencarnaciones?. Se supone que cuando se alcanza la iluminación, o sea cuando nos hemos elevado a un estadio superior, pero eso tampoco está muy claro.

Y una cosa mas, ¿En qué consiste alcanzar el estadio de iluminación o Nirvana?. Quizá este sea el aspecto mas misterioso junto con su paralelo cristiano. Todos imaginamos en qué consiste pasar la eternidad en un sitio como el infierno, pero no tenemos muy claro en qué consiste estar en el Cielo o alcanzar la iluminación. Se dice que son estados de gran felicidad en el que se nos pasa el tiempo viendo el rostro de Dios, participando de Su gloria, etc. Pero como somos seres muy materiales no le sacamos partido a eso.

El estado de iluminación es parecido, aunque confiesan que nirvana y samsara no tienen esencia.. El significado literal del nirvana es “no-ser”. El propio Milarepa dice que : “si tú puedes percibir el samsara y el nirvana como vací0s, tu meditación ha alcanzado la perfección”.

A fin de cuentas, uno de los pilares de la doctrina budista se puede sintetizar como “nada existe”, según formula el Dalai Lama cuando afirma “la naturaleza impermanente de las cosas” si bien añade que “reconocer que las cosas no tienen existencia inherente es una visión profunda, que requiere años de estudio y meditación”. Esto no es algo nuevo, se llama inmanentismo en la filosofía occidental y viene a decir que nada tienen existencia fuera de la conciencia que lo percibe. Para Buda no hay nada sino el vacío.

El Dalai Lama afirma que “cada uno cree que hay un yo esencial y continuo imputado por nosotros; cuando en realidad no existe”. Esta creencia en el yo, es para el Budismo Tibetano, la causa de nuestra infelicidad y debe de ser superada por medio de la meditación y sus coadyuvantes como por ejemplo, el yoga. Así, la “meditación sobre el vacío” es una enseñanza fundamental en la doctrina budista. la enseñanza de Buda busca socavar todo sistema de creencias, individual, social, espiritual o científica, que acepte lo aparente como real.

El objetivo intermedio del Budismo es la iluminación y el objetivo final sería el nirvana, en el cual se halla la insuperable paz del yoga. Si el yogui no llega a la iluminación perfecta se convertirá en un pequeño dios e irá a un paraíso provisional donde estará gozando por un tiempo de placeres carnales al estilo de las huríes islámicas. Después volverá a la tierra, para completar su proceso de iluminación y alcanzar el último paraíso, el definitivo, que es el nirvana.

Por otra parte tenemos que la relación entre el budismo y el sexo es el tantra. El tantra es un camino rápido pero peligroso caracterizado por rituales transgresores. Parece ser que el propio Buda, alcanzó la iluminación por medio de una meditación tántrica.

Pero , ¿Qué es el nirvana?. Es el nombre budista del paraíso celestial, lo mismo que el Cielo para los católicos. En el nirvana, el sujeto salvado es extinguido y además ni si quiera lo piensa. El nirvana es la conciencia primordial en estado de vaciedad, es la nada.

El Dalai Lama da por sentado que debemos tener el propósito de liberarnos del fango de la existencia cíclica. Según el Dalai Lama el mero combate contra las emociones, solo se puede obtener a lo largo de las sucesivas reencarnaciones. El Dalai Lama llega a decir que hemos estado atravesando el círculo de la vida y la muerte durante mucho mas tiempo del que ha existido el planeta Tierra, con lo cual da a entender de nuestro origen extraterrestre. Así pues, el nirvana es no-creación, no-pensamiento, silencioso, asexual, impersonal, vacío y desinteresado.

Según la mitología budista, el mismo Buda necesitó un número incontable de vidas para llegar al nirvana. Si Buda necesitó incontables vidas para llegar al nirvana, ¿Cuánto necesitará un budista promedio?. Imposible decirlo.

Vemos la importancia de los mandalas en el budismo tibetano. La iluminación puede alcanzarse mas rápidamente si el alma, usando un mandala, se consagra a una deidad demoníaca, la visualiza y se identifica con ella.. El mandala sirve para convertirse en deidad tántrica, para lo cual, el alumno, debe introducirse con la ayuda del gurú, en la casa de la deidad demoníaca. Esa casa no es física, sino simbólica, con forma de tablero y se llama mandala.

El yogui debe invocar a la deidad demoníaca para que venga y entre a su casa, esto es, al mandala y, entonces, una vez que la deidad vino, el yogui debe adorarla y luego el yogui le suplica a la deidad, entrar dentro de ella. El mandala budista, es un altar esotérico y es tan importante que la adoración de una deidad con el mandala es la fase final de la iniciación. El mandala es así, un círculo protector montado para hacer un rito mágico en el que los participantes adoran a los habitantes del mandala, estos habitantes, en teoría son demonios.

Quien construye un mandala, que como hemos dicho antes, es un círculo mágico o cosmograma, que suele incorporar diagramas yantra con triángulos opuestos, lo ancla a una zona, por ejemplo a una casa y luego el siguiente paso es llamar a los dioses y suplicarles que habiten el mandala, o mejor dicho, la zona en la que el mandala se ancló. Una vez que la zona fue ocupada por un mandala, según creen los budistas, esa zona se convierte en un centro sagrado.

La construcción de un mandala implica la subyugación mágica de los habitantes de la zona, es decir, lo que los exorcistas llaman una infestación, a lo que la magia del mandala agrega que los habitantes de la zona quedan sometidos a los demonios posesores. Lo dicho alcanza a todos aquellos que tengan mandalas en sus casas. Estos demonios son del tipo vampiro psíquico o consumidores de soplos vitales en la terminología cristiana.

Los lamas hacen varios rituales que apuntan siempre a la construcción de un mandala. Se comparan con los círculos mágicos usados por los brujos medievales para convocar a los demonios, ya que el mandala tibetano puede ser usado para conjurar Budas, dioses y diablos, llamados asuras. Los mandalas son empleados en todos los rituales tántricos.

Todo mandala está rodeado por un círculo en llamas, puesto que todo mandala, está destinado a ser incendiado, evocando el incendio del yogui y del universo entero, por tanto el mandala es un gigantesco altar sacrificial.

Una gran impulsora del budismo y del mito de Shambhala en Occidente, fue la teosofista y cabalista Madame Blavatsky. Ella, había comenzado estudiando la cábala egipcia, obsesionada con el ocultismo, fundó la teosofía, que es una doctrina sincrética de cábalas, judía, tibetana y otras, que une al dios tibetano Avalokitesvara con el Adán cósmico de la cábala hebrea. Ella consideraba uqe un Dalai Lama será el salvador de la humanidad. Nadie como ella contribuyó a propagar el mito del Tíbet como una tierra de inefable misterio.

Habiendo terminado el tema de los mandalas y una breve reseña del mito de Shambala, quiero terminar aquí este post, no sin antes decir que aún queda mucho por decir sobre este complejo tema del Budismo Tibetano. Han salido multitud de términos, que yo creo que ahora se entienden un poco mejor. No quiero alargar mas el post, porque creo que con una duración de 35 min es mas que suficiente. Mas allá creo que se hace largo, aunque los tengo de casi una hora. En fin, nos vemos en el siguiente post.

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