El problema de la fecha del fin del mundo
En otros post de esta cripta he tratado el tema de la fecha del fin del mundo. No es algo fácil de determinar puesto que como dicen las escrituras solo lo sabe el Padre. Es decir, de las tres personas de la Santísima Trinidad sólo conoce tal fecha, el Padre.
No vamos a perseguir imposibles, pero sí vamos a aproximarnos a saber cuando esto puede dar un cambio significativo. Cuando se habla del apocalipsis o del fin del mundo, en seguida se dice el topicazo de: no, no; no es que se vaya a acabar el planeta tierra, sino que es el fin de una época. De tanto oír la misma idiotez ya me pregunto si ser idiota es gratis o las nuevas generaciones de los pseudo-investigadores del misterio son tan tontos como las que los precedieron. Y de esto ya hablaré alguna vez, porque tela marinera los nuevos podcast de gente del misterio. Ayer hice el esfuerzo de escuchar uno muy recomendado y muy publicitado de un hombre que incluso ha pasado por cuarto milenio, y que ha sido decepcionante.
En honor a la verdad hay que decir que las tonterías las dijo el entrevistado. Si basas tu programa de radio o podcast en entrevistar a gente, al final programa es de ellos. Un programa de entrevistas es cómodo porque no tienes que pensar, el programa te lo hace el entrevistado. Algún viejísimo locutor del misterio ha vivido de eso su ya muy larga vida.
Creo que para llevar un entrevistado a que diga tontunas, mejor las dices tu mismo y listo, que para eso es tu medio. Volviendo a lo que nos ocupa, yo quiero lograr lo siguiente: Establecer el acontecimiento o acontecimientos que darán inicio al fin de los tiempos de forma inequívoca. No es tarea fácil, luego empezaremos por hacer algunas precisiones.
Apocalipsis
El Apocalipsis es el último libro de la Biblia, que en griego antiguo significa revelación. Punto. De siempre se ha interpretado que este particular libro de la Biblia escrito por san Juan en la isla de Patmos en la primera mitad del s.I , posiblemente la segunda mitad.
El problema con el libro del Apocalipsis, es el de la interpretación. La Iglesia Católica, y sus doctores le han dado vueltas a este libro durante 2000 años y no han llegado a ninguna conclusión válida, de momento. Es un libro muy alegórico. Todos los sacerdotes con los que he consultado dicen que es imposible interpretarlo. Que sabremos lo que quiere decir cuando tengamos los acontecimientos encima.
También es un libro que hay que leer. El hecho de que tenga interpretación incierta no quiere decir que no haya que leerlo e intentar que nos inspire. En las oscuras estanterías de esta cripta guardo un ejemplar encuadernado en tela roja, con muchas iluminaciones a 7 tintas. Os recomiendo un buen ejemplar, con imágenes que os sugieran cosas durante la lectura. Además debería estar comentado. El que yo tengo está comentado por un buen teólogo: Hans Urs von Balthasar. Recomiendo que se lea varias veces.
El fin del mundo
Entendiendo el mundo como este planeta purgatorio donde habitamos, la Tierra, el fin del mundo sería el final físico del planeta Tierra. Esto es un acontecimiento que puede ser espiritual o no. Es decir, el mundo, este planeta, puede llegar a su fin perfectamente mañana mismo. De hecho cuando el sol se convierta en una gigante roja volatilizará la Tierra. También podría sufrir el impacto de un asteroide muy grande. No destruiría el planeta, pero lo haría inhabitable. Puede perder la atmósfera, calentarse como Venus, enfriarse como Marte, en fin, un largo rosario de catástrofes que pueden suponer el fin del planeta como lugar óptimo para albergar vida. Eso sería el fin del mundo.
Mi opinión es que esa eventualidad no llegará nunca. Por supuesto que habrá catástrofes naturales y ambientales. De hecho ocurren continuamente. Lo han hecho en el pasado y lo harán en el futuro.
Es decir, no creo en un final físico del planeta. O al menos no en uno en el que nosotros perezcamos. Sin embargo, a lo largo de mi vida si que en alguna ocasión he experimentado la sensación de que se acercaba un posible final del mundo. Ahora estoy convencido de que eso no ocurrirá, pero sí que puede haber acontecimientos que se le parecerán mucho. Ese tipo de acontecimientos son las guerras. Durante la segunda guerra mundial mucha gente, sobre todo en Europa pensaría que ha empezado una especie de apocalipsis y no dejaban de tener razón. Durante la primera guerra del golfo, guerra en la que participé, sí llegué a convencerme durante un tiempo de que podría ocurrir una hecatombe nuclear, o al menos una ruina económica generalizada.
Vistos los acontecimientos con perspectiva, tanto en la segunda guerra mundial como en la primera del golfo, estábamos muy lejos de cualquier evento siquiera similar a un apocalipsis. Fueron sucesos muy graves sin duda, pero muy lejanos del fin.
Y un poco la intención de este post como he dicho antes es identificar esos acontecimientos o eventos serios y terribles que determinarían el inicio del apocalipsis. Y saberlos distinguir de lo que simplemente son catástrofes pasajeras que le ocurren a la humanidad de vez en cuando.
El fin de los tiempos
El fin de los tiempos vendría a ser como el primer capítulo del apocalipsis, vendría a ser como esas etapas iniciales del cumplimiento del apocalipsis en las que aún no sabemos exactamente si estamos o no dentro del apocalipsis porque la realidad de los acontecimientos no encuentra todavía suficiente reflejo en las escrituras. Necesitamos pues encontrar un método para detectar el comienzo del apocalipsis en estas etapas tempranas.
O al menos, si no somos capaces de encontrar ese método, si que adquiramos la capacidad de razonar sobre el tema y de tener los conocimientos necesarios para afinar nuestra percepción sobre este importante asunto. Si es verdad que estamos al inicio de los últimos debería reflejarse esto siquiera aunque sea un poco en el apocalipsis. Cómo distinguir una guerra mas de La guerra con mayúsculas. Cómo distinguir una dictadura mas de La dictadura con mayúsculas. Ese es el problema al que nos enfrentamos.
Criterios e Indicios
Necesitamos, para resolver este problema, hacer dos listas. Una lista de criterios y otra lista de indicios. De los acontecimientos que observamos a nuestro alrededor, serán indicios aquellos que nos indiquen que estamos en los últimos tiempos. Entendiendo por tales últimos tiempos los inicios del apocalipsis. Luego una lista de criterios que van a ser de alguna manera las guías o faros que nos guiarán en la selección de indicios. Es posible que estas listas sean muy cortas, pero debemos intentar hacerlas.
Criterio 1: concordancia con la Biblia
Indudablemente el acontecimiento que seleccionemos como indicio ha de estar en la Biblia de alguna manera. Se ha de reflejar en el apocalipsis, aunque sea de forma tangencial. Y aquí vamos ya a poner un ejemplo práctico. Todos recordamos el pasaje del apocalipsis donde habla de la marca de la bestia. Nadie podrá comprar ni vender sin tener dicha marca que se encontrará en la mano o en la frente.
Hasta el siglo XX no teníamos manera de saber interpretar este pasaje. Desde los años 70 del s.XX se han lanzado al mercado unos chips que se pueden llevar bajo la piel y que sirven para tareas tan variadas como abrir puertas, desconectar alarmas o pagar en un comercio. La verdad es que no han tenido mucho éxito porque nadie quiere introducir cuerpos extraños dentro de su cuerpo para tareas simples que se solucionan con una tarjeta o mas modernamente con un móvil. Introducirse un chip de radiofrecuencia e incrustarlo en la carne es doloroso y peligroso. En fin una chorrada como un piano de cola que solo lo hacen gente excéntrica.
Pero los tiempos cambian y salen chips muy minúsculos. Ya no es necesario meterse una lanceta quirúrgica para implantarse el maldito chip. Ahora se pueden tatuar en la piel. Un chip de menos de un centímetro cuadrado que se adhiere a la piel en un proceso indoloro, que podría sustituirse con facilidad, sin problemas, para incorporar nuevas funcionalidades y potencialidades.
Esto ya es mucho mas peligroso y se parece inquietantemente al relato bíblico: ¿No es un tatuaje lo mas parecido a una marca? ¿verdad?. Una marca que se llevaría en la frente o en la mano. Lugares ideales para que el chip de radiofrecuencia tuviera máxima cobertura electromagnética (la cabeza) o pudiera ser orientado como una antena (la mano, el brazo articulado por el codo y el hombro).
Pero sigo sin aceptar pulpo. ¿Por qué diablos iba yo a dejarme tatuar no se qué en la cabeza por muy indoloro y liviano que fuera? ¿para pagar en un restaurante?, me importa un carajo, sigo pagando con la tarjeta o el chip NFC del móvil. ¿Por qué me iba a convertir yo en un chip NFC vivo si ya tengo el móvil?. Es mas, ¿Porqué narices no podemos seguir pagando en efectivo? ¿o con un cheque?. Todas estas cosas parece que no tienen mucha importancia pero huelen muy muy mal. Pero volvamos al chip en la frente. Ahora si se ha dado un salto cualitativo, una motivación profunda cuyos tentáculos se están extendiendo con fuerza para asfixiarnos. Y es que resulta que para llevar el dichoso pasaporte covid, pues oye, que un chip tatuado es ideal.
Te evitas liarte con con el móvil, las descargas, el archivo pdf, los códigos QR. Yo lo he usado y es verdad que es un incordio. Y no sirve para nada porque los vacunados pueden contagiar, contagiarse, reinfectarse, enfermar, ir a la uci y morir. Pero este ya es un tema que reservo para otro post donde no me voy a cortar ni un pelo en decir lo que pienso y no voy a dejar títere con cabeza. Analicemos detenidamente la trampa para osos que nos están tendiendo y en la que estamos cayendo como moscas.
El chip tatuado podría tener cierto éxito para hacer pagos o abrir puertas, etc, al estilo de como se hace hoy día con los smartwatch, pero fijaros que el pasaporte covid se va a exigir para todo, y ahí está la madre del cordero. Si tienes que exhibir un pase, un documento para trabajar, comprar, ir a cenar, ir a comprar, al gimnasio, al cine…o simplemente salir de casa o montarte en tu coche o cuando lo exijan las autoridades que será muy frecuente o mejor aún, cuando otros dispositivos electrónicos situados en plazas, calles y lugares públicos vayan escaneando al ganado en que nos han convertido para detectar el dichoso pasaporte covid. Entonces el chip en la frente o mano es algo prácticamente obligado, y por ahí se colará la dictadura tecnológica que están preparando para nosotros mientras que seguimos viendo series y jugando a la play.
Porque claro después del chip tatuado con el pasaporte covid, van detrás el dni, el permiso de conducir, el historial médico, el certificado de penales, el historial judicial, financiero, tributario, laboral, matrimonial etc.
Y esto ya sí que se parece mucho mucho a eso que dice la Biblia que nadie podrá comprar ni vender si no lleva la marca de la bestia. La marca ya la tenemos aquí. La bestia vendrá pronto como pronto veremos.
Criterio 2: universalidad de los acontecimientos. Escala planetaria
Cuando queremos incorporar un acontecimiento a categoría de indicio de que podemos estar en el principio del apocalipsis, ese acontecimiento debe ser a escala planetaria. Por ejemplo, en el apocalipsis se dice que dos profetas predicarán durante el reinado del anticristo. Parece un acontecimiento muy particular, pero es de un alcance universal. En medio de la dictadura planetaria que impondrá a sangre y fuego el anticristo, dos profetas se las arreglarán para saltarse todas las barreras policiales y tecnológicas y predicar la segunda venida de Cristo.
Bien, pues es ese tipo de genuina universalidad planetaria lo que tenemos que buscar en los acontecimientos que van a señalizar el fin del mundo. Y nuevamente nos encontramos con el inevitable coronavirus como candidato número uno a entrar en esta categoría inquietante. Es probablemente el acontecimiento negativo inconfundiblemente universal. Esta noche he oído que el dichoso virus ha llegado a una base de la Antártida!. Luego mas universal no cabe. La segunda guerra mundial, recibió el calificativo de mundial, pero fue básicamente la suma de dos guerras, una europea y otra en el pacífico. El resto del mundo ni se enteró.
Hay que tener cuidado con este tipo de afirmaciones, porque mañana se esfuma el virus y a mi se me queda la misma cara que un burro asomado a una tapia. Pero llevamos ya dos años y esto no tiene pinta de parar sino de todo lo contrario. Es verdad que antes han habido epidemias de virus. Véase el del sida, para el cual sigue sin haber vacuna, pero a mi no me consta que hubiera una pandemia antes de coronavirus. En fin, no voy a entrar en detalles, pero sospecho que este acontecimiento es único en la historia y verdaderamente universal, que tiene toda la pinta de alcanzar a afectar a todos los habitantes de este planeta-purgatorio y contra el que la humanidad tiene poca o ninguna defensa. ¿Supondrá el fin de la humanidad, o en su defecto la civilización?. No lo creo.
Pero si puede suponer un acontecimiento capital. Un evento clave que incline el curso de la historia hacia el terreno de la inevitable venida del apocalipsis.
Esta epidemia puede quebrar la economía mundial, restringir el comercio entre las naciones y provocar un desempleo como no se ha visto ni se verá. O bien desaparecer en primavera y convertirse en un resfriado. No lo sabemos. Como hemos definido antes, sería un indicio, una señal, pero no una causa clara del apocalipsis. Para mí es un indicio muy significativo. O mucho me equivoco, que puede ser perfectamente, o esto va a desencadenar una catástrofe a cámara lenta cuyas consecuencias aún no imaginamos.
Luego ahí tenemos un ejemplo de indicio.
Criterio 3: Concordancia con profetas y visionarios
Esto ya es mas problemático. ¿Por qué? porque profetas y visionarios han habido hay y habrán miles. Y cada uno diciendo cosas diferentes, la mayoría fallando estrepitosamente, pero unos pocos acertando por simple estadística.
Pero hay muchos profetas que tienen la categoría de santos y han sido aceptados por la Iglesia. La misma Iglesia insiste en que los fieles no están obligados a creer en las profecías de sus videntes. Pero indudablemente, algunos de ellos han dicho cosas a tener muy en cuenta. Como ha pasado mucho tiempo y muchas cosas, y esos videntes ya han muerto la mayoría, y aquí no ha pasado nada (de momento) pues claro, la fe en ellos se difumina. Es normal, es humano, al fin y al cabo Dios no va a dejar demasiadas pistas así por las buenas. ¿Verdad?.
El caso es que hay muchas profecías por ahí que insisten en determinadas cuestiones que se van repitiendo a lo largo de la historia de esas profecías. Se insiste mucho en el tema de las costumbres y entre otras las costumbres sexuales. Muchos profetas dicen que el fin de los tiempos o inicio del apocalipsis llegará cuando dichas costumbres se relajen en exceso. Yo creo que esto no es ningún indicio. Las costumbres sexuales han estado relajadas casi siempre. Lo que ha variado es el nivel de represión sobre ellas. Las filias que conocemos hoy, la homosexualidad, la pederastia, el travestismo, etc han estado presentes desde hace mas de 2000 años. La pornografía existe desde casi la misma época. Lógicamente ahora hay mas medios de expresar estas tendencias. No parece que este tema sea indicio de nada.
Se insiste también desde ese mundo profético que cuando se inicie el apocalipsis habrá como un despertar temible de la naturaleza. Se sucederán terremotos, volcanes, huracanes, asteroides y todo el set de catástrofes que ya nos conocemos. Esto tampoco es un indicio de nada. Al menos por ahora. El cambio climático es mentira. Bueno esto es inexacto. Es verdad por definición, puesto que por definición el clima siempre está cambiando. Luego es mentira. Volcanes, terremotos y huracanes siempre los ha habido y los habrá. El fallecido papa Juan Pablo II hizo referencia a una profecía relacionada con el supuesto tercer secreto de Fátima en el que estaba consternado porque vio como desaparecían continentes enteros tragados por las aguas. Buenos, esto sí sería un indicio claro. Pero también podría ser una catástrofe terrible y que ello no supusiera la venida del apocalipsis.
Pensemos que, por ejemplo pueden desaparecer todos los continentes menos uno, por ejemplo américa del sur y continuar allí la historia de la humanidad. Sería un evento demoledor pero no apocalíptico. Todo esto es muy resbaladizo y complicado de analizar. Por eso nunca me ha gustado argumentar con catástrofes planetarias, que están muy bien para las películas pero nada más. Del tema catástrofes poco o nada podemos extraer.
Cuando mencioné al difunto papa Juan Pablo II, alguien podría pensar que un buen criterio para determinar si un acontecimiento es indicio del apocalipsis, podría ser el argumento de autoridad. Es decir, si alguien dice algo o profetiza algo y es una autoridad reconocida, un personaje público respetado, bueno pues se le podría conceder un crédito extra por este hecho.
Al fin y al cabo el mismo Bill Gates acaba de pronosticar mas pandemias. Ha dicho que esta terminará, ignoro en base a qué, pero que este mismo año vendrán otras pandemias. También desconozco por completo en que se basa. Igual es que sabe algo y no nos lo quiere decir. Cuidado con esto, porque en esta era en la que todo el mundo habla e internet reproduce y amplifica todos los discursos, donde cada uno tiene su canal para expresar lo que piensa, hay que estar muy atentos a lo que dicen determinados personajes. La información privilegiada, la información en general, circula mucho y se usa con sabiduría y medida, escogiendo el momento oportuno para que el hachazo tenga mas efecto. Es un principio de autoridad bastardo, lo sé, pero yo no perdería de vista a ese tipejo sin estudios que en principio era empresario de ordenadores y ahora resulta que lo sabe todo.
En cualquier caso el principio de autoridad no me vale como criterio. Juan Pablo II vio y oyó lo que le dijeron y eso no tiene mas recorrido. Es probable incluso que muchos santos, profetas y videntes fueran confundidos con determinadas ideas que han calado mucho en el mundillo profético, pero que no tienen ninguna sustentación, como por ejemplo la historia muy difundida en los últimos 20 años sobre el aviso, milagro y castigo.
Es algo perteneciente a la mitología cristiana contemporánea. Según esta historia, Los poderes del Cielo darían un aviso a la humanidad para su conversión. Ese aviso se reforzaría con un milagro que podría verse en determinadas zonas del planeta, y de no cambiar de rumbo la humanidad doliente, se vería abocada a un castigo tipo diluvio universal o similar.
La verdad es que siempre he sido escéptico en este tema. Lo han dicho es verdad las niñas de Garabandal y el Padre Pío, y aparece en otras profecías y eso es lo que me desconcierta, pero en sí mismo el planteamiento es un poco pueril. Vamos a ver. Seamos prácticos, analicemos el tema con detenimiento, porque una vez que se analiza, esto no se sostiene.
En la tierra vivimos 8 mil millones de personas. Hay 200 países, miles de lenguas, culturas, civilizaciones y religiones. Miles!. A la gente del orbe cristiano el tema del aviso, milagro, castigo si le suena familiar y si tiene sentido para ellos. Pero para un budista, un hinduista, un confucionista o tribus salvajes que practican la hechicería, no es que sea importante o no. Es que no lo comprenden, no lo entienden, cae fuera de sus coordenadas ontológicas. Para ellos es como si les hablaras en chino. Pretender extender el asunto del aviso a todo el orbe, suena a ocurrencia infantil. Y aunque fuera verdad, supongamos que cada hombre viera el presunto estado horrible de su alma para que se arrepintiera. ¿Qué haría la mayoría?, dirían , no puedo hacer mas de lo que hago, el mundo me obliga a seguir determinadas sendas. Se encogerían de hombros y continuarían con sus vidas. ¿Qué hay de los niños, enfermos, disminuidos psíquicos, dementes, ancianos etc? ¿Qué hay de las personas que han soportado una carga atroz de sufrimientos en este planeta purgatorio? ¿Que he pecado? Ah, muy bien, pues vaya lo uno por lo otro.
Conclusión
Este es un tema muy complejo y muy difícil de analizar. Ya para terminar, quiero que estos tres criterios que he dado, puedan servir de guía para saber si en un momento dado un acontecimiento que observamos es indicio del principio del apocalipsis. Creo que como resumen, el tema del coronavirus para mi si es un indicio claro de que algo puede estar pasando, aunque, insisto, esto en quince días se termina y aquí no hemos dicho nada, pero…así llevamos dos años. Decir también que costumbres sexuales, cambios climáticos, etc para mi no son indicio de nada salvo que sea algo de carácter extraordinario y cumpla con los 3 criterios dados.