Cuestiones sobre el espacio, el tiempo, la muerte y los extraterrestres

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Realmente solo nos llevamos al mas allá nuestro desarrollo intelectual. Nada más. Esta es una idea que tengo clara desde hace mucho tiempo. Así pues parece razonable, en este estado de cosas, que si nos han repartido unas cartas para jugarlas en un universo material que no tiene sentido per se, es posible que exista otra vida, que haya algo mas allende la muerte donde veamos de alguna manera, el resultado de ese juego. Si hemos ganado o perdido o si hemos hecho trampa. Sólo así tiene algún sentido la realidad que observamos a nuestro alrededor y la muerte y el dolor tendrían alguna explicación.

Cuestiones sobre el espacio, el tiempo, la muerte y los extraterrestres 

Yo no sé si este tema que voy a desarrollar aquí da para un post. Pero creo que tiene el suficiente interés para que al menos, lo intente. El planteamiento del problema es muy sencillo, y a la vez, pienso que original, dado que no lo he visto tratado en ningún sitio aunque seguro que ya se ha tocado.

Ante determinados problemas o cuestiones excesivamente difíciles de tratar, parece que se alza un muro que nos deja un sentimiento de impotencia que nos paraliza. Parece que hablar sobre viajes en el tiempo, el demonio, la muerte, la consciencia y esas cosas de las que me gusta hablar en esta cripta húmeda y oscura, requiere varias titulaciones y no es así.

Una vez una amiga me pidió que le explicara lo que sabía sobre viajes en el tiempo, y le dije que aunque lo hiciera no lo iba a entender. Ella me contestó que razonando las cosas correctamente todo se puede explicar y todo se puede entender. Y dije, pues tiene razón, así fue como me descabalgó de mi particular sueño dogmático racionalista. Mas tarde encontré una explicación que confirmaba la amonestación de mi amiga dentro del tomismo. Y es que Dios, parece ser, que ha querido que nuestra manera de llegar al conocimiento se haga por partes, paso a paso, de forma lineal y progresiva, edificando sobre lo ya construido.

Por ejemplo, los ángeles no llegan al conocimiento de esa forma, sino de otra mucho mas rápida que es como si lo entendieran todo de golpe, sin utilizar razonamientos. Nosotros no somos así y necesitamos ese ir paso a paso. Pero también descubrí que ese sistema que Dios nos concedió, lejos de ser tosco, de bajo nivel o poco operativo en realidad es tan potente como el método angélico. En el fondo llegamos a lo mismo. A la comprensión de determinados hechos. La diferencia es una cuestión de método y tiempo.

Pero aún voy mas allá. A los ángeles muchas veces es Dios quien les explica las cuestiones mas complejas. Con semejante maestro no pueden fallar. Sin embargo los humanos estamos solos en esta empresa como en tantas otras. Somos nosotros los que tenemos que cocinar los platos para poder comer. Y os aseguro que se puede hacer en esto y en muchas otras cosas.

Como esto está siendo ya muy rollo y muy abstracto, vamos a pasar de las musas al teatro y vamos a ver cómo podemos arrancar conocimiento “de la nada” simplemente razonando y aplicando el sentido común.

 

Razonando sobre el espacio y el tiempo

No hay que ser físico teórico ni el presidente de MENSA para tener una idea clara sobre estos abstractos temas.

¿Qué se nos viene a la cabeza cuando pensamos en el espacio y el tiempo?. En primer lugar que son dos cosas diferentes, en principio. ¿Vaya logro intelectual no?. Con este carrerón que llevamos vamos a dejar pequeño a Aristóteles. Pero hemos conseguido algo fundamental. Hemos dividido el problema en dos partes. Divide et impera dijo Julio César. Es el principio del análisis. Al fin y al cabo eso significa analizar, dividir en partes mas pequeñas.

Tenemos por un lado el espacio y por otro el tiempo. Perfecto. Vamos con el espacio. Para nosotros, saber o intuir qué es el espacio no tiene mucho problema. Estamos dentro de él. Nos movemos por él, lo vemos, lo medimos. Podemos decir incluso que nosotros mismos estamos hechos de espacio. Ocupamos un espacio para ser mas exactos. Nuestro ser está indisolublemente unido al espacio. Hasta aquí parece que no hemos avanzado mucho, pero si, hemos llegado a la conclusión de que el concepto de espacio está firmemente anclado en nuestra existencia.

De hecho filósofos como Kant, lo consideraban como estructuras previas a todo razonamiento o pensamiento. Son categorías que constituyen un marco previo a cualquier juicio que hagamos sobre el mundo. Sin embargo, esto no debe hacer que detengamos nuestra particular forma de analizar el problema. ¿Qué mas podemos decir sobre el espacio?. Bueno, pues de siempre nos han dicho que el espacio tiene tres dimensiones. Ancho, alto y profundidad. Esto es conocimiento del colegio, al alcance de todo el mundo. Pero qué quiere decir esos de tres dimensiones. Si nos adentramos en su significado vemos que es como si fueran tres espacios superpuestos.

Al fin y al cabo, cero dimensiones es un punto y una dimensión es una recta. Tres dimensiones son tres rectas formando un triedro trirrectángulo, dicho así en lenguaje coloquial y sin mas rigurosidad. Es decir, es como si el espacio estuviera hecho de tres espacios simples superpuestos o entrelazados. Podríamos decir que el espacio está hecho de sí mismo, que puede multiplicarse, dar de sí, expandirse.

Bueno pues así a lo tonto hemos averiguado muchas cosas sobre el espacio. Cuando algo tiene la propiedad de estar compuesto de elementos iguales superpuestos, decimos que es lineal. Cuando algo es lineal ya nos está diciendo mucho de sí mismo. Si algo es lineal, todo es proporcional, todo es fácil de medir y calcular. Las matemáticas que llevan dentro son simples.

En efecto los espacios vectoriales que describen muy bien el espacio físico tienen sobre todo la propiedad de ser lineales. Lo lineal está al alcance de cualquiera. Los primeros teoremas geométricos como el teorema de Pitágoras y el teorema de Tales son teoremas basados en la linealidad.

Ojo, eso es en cuanto a la facilidad de los cálculos, pero el hecho de que algo tan importante de la realidad como el espacio esté hecho de componentes que a su vez, son espacio, también lleva a paradojas. En el fondo los humanos no podemos hacer cálculos con lo curvo si no es aproximando lo curvo con lo lineal. El principio del cálculo infinitesimal se base en eso. El principio del paso al límite no es mas que hacer un zoom con la mente e introducir linealidad donde no la hay. Esto nos lleva a una idea inquietante. De alguna forma, lo real, lo que podemos percibir, si bien no es lineal, sólo podemos comprenderlo a partir de la linealidad. Quizá nuestro cerebro está bastante mas limitado de lo que creemos.

En resumen, dando vueltas a conceptos simples o aprendidos en el colegio y usando solo el sentido común, hemos podido extraer bastante información sobre un tema tan abstracto como el espacio. ¿Y que hay del tiempo?. ¿Podríamos hacer algo similar?.

Ya lo hizo una vez San Agustín y no le quedó mal. Fue hace 17 siglos pero había trampa porque era santo y alguna ayuda divina recibiría. Nosotros vamos a suponer que podemos contar única y exclusivamente con nuestras propias fuerzas y desde nuestra pequeñez e insignificancia vamos a hacer lo mismo que con el concepto de espacio. Vamos a ir partiendo de la nada mas absoluta escalando por los conceptos que tenemos sobre eso tan abstracto y difícil que es el tiempo.

Como vivimos en el siglo 21 y nos han precedido muchas personas a lo largo de la historia, esas personas no creáis que son gente rara. Son como nosotros. Se han hecho las mismas preguntas sobre las mismas cuestiones, y muchas veces han llegado a respuestas parecidas. Pero muchas otras, su forma de pensar original y novedosa ha producido verdaderos avances. Es lícito pues, y necesario apoyarse en lo que otros previamente a nosotros han meditado y razonado y construir a partir de ahí. Otras veces, nuestro pensamiento es tan disruptivo que necesitamos echar abajo todo lo ya establecido para construir desde cero. Tampoco es malo eso.

San Agustín dijo muchas cosas acerca del tiempo, pero yo me quedo con una. San Agustín decía que el tiempo es un concepto equívoco y escurridizo. Cuando parece haber pillado el secreto te das cuenta de que no tienes nada. Cuando por fin crees comprender el concepto, se te escapa de las manos.

Y efectivamente eso es lo que le ocurrió a muchos pensadores. Luego aquí no vamos a caer en esa trampa. Sólo vamos a tratar de razonar con lo que tenemos. Sin mas. Y si eso que tenemos no nos sirve o nuestra cabeza no da para mas, pues simplemente ahí nos quedaremos y diremos que eso es un misterio. Que el tiempo es un misterio, que está delante de nosotros y que no sabemos resolver. No pasa nada. Esto es una web dedicada a los misterios.

En primer lugar, hay un prejuicio muy claro cuando hablamos del tiempo. Tendemos a considerarlo como asociado al espacio. Como una dimensión mas. Tres dimensiones espaciales y la cuarta dimensión, el tiempo. Una componente lineal mas de una especie de ampliación del concepto de espacio: El espaciotiempo. Es decir que añado el tiempo al espacio, tengo espaciotiempo y asunto resuelto.

Esto no es así en absoluto, o tiene por qué ser así a priori. Vamos pues a quitarnos desde ya mismo ese prejuicio. El concepto de tiempo es escurridizo porque estamos dentro de el. La manera de aprehenderlo es intentar desconectarlo de nosotros. En nuestra vida cotidiana, algo pasa y le llamamos tiempo. En seguida nos damos cuenta de que está muy relacionado con el movimiento. Al fin y al cabo, aprendemos en el colegio que la velocidad es el cociente entre el espacio y el tiempo. Bueno, ya tenemos un par de cosas importantes, simplemente razonando sin prejuicios previos y partiendo de conocimientos simples e intuitivos.

El tiempo pues está relacionado de alguna manera con el movimiento. Imaginemos pues una escena cotidiana, donde el tiempo evoluciona y las cosas se mueven. Por ejemplo yo me puedo imaginar a mi mismo tecleando este post en mi portátil. Su pongamos ahora que viene Dios con su particular mando a distancia y le da a la tecla “pause”.

¿Qué ocurre ahora en nuestro experimento mental?. ¿Hay espacio?. Sin duda, podemos imaginarnos perfectamente a nosotros mismos congelados sin movimiento alguno y todo lo que hay a nuestro alrededor, incluso extendiéndolo al universo entero. Estamos dentro del espacio sin lugar a dudas, pero ¿Hay tiempo?. Pues esto ya es mas discutible, pero hemos avanzado mucho y es que ahora estamos en una duda razonable como dicen los abogados.

Hay quien podría decir que: Hombre tiempo hay, está congelado porque Dios le ha dado al “pause”, pero de alguna manera cierto reloj externo sigue corriendo aunque para nosotros no pase el tiempo. Volveríamos al lío padre de tiempo interno y tiempo externo que expliqué en otros post. Porque claro, podemos imaginar un segundo Dios mas poderoso que viene con otro mando y que tiene mejor kung fu que el primero y coge para la escena completa incluyendo el primer Dios y así hasta el infinito.

Hemos avanzado sin duda, pero corremos el peligro de enfangarnos en algo de lo que va a ser difícil de escapar. Solución, huimos hacia adelante en nuestro experimento mental. Vamos a imaginar que no sólo ese primer Dios es capaz de parar la escena, sino que usando un kung fu inigualable puede sacar de la escena todos los objetos de ella. Ya no hay pues ni materia, ni planetas, ni estrellas, ni personas, ni portátil, ni post ni nada de nada. Por no haber no hay ni energía.

Volvemos a hacernos las mismas preguntas. ¿Hay espacio?. Pues la verdad es que sí, podemos imaginar perfectamente que hay una negrura absoluta, impenetrable. Un negro terrorífico, inimaginable. Mayor aún que el vantablack que es color negro mas negro de los hechos en este planeta purgatorio. El vantablack 3.0 es capaz de absorber el 99,965% de todas las longitudes de onda del espectro visible. Por ilusión óptica es tal su oscuridad que sugiere oquedades tridimensionales absolutamente oscuras incluyendo oscuros huecos ilusorios al ser aplicado en superficies absolutamente planas esto incluso cuando es iluminado por luces láser, las cuales no refleja

Bien, pues la resultante de esta extracción sería un entorno vantablack que absorbería el 100% de radiación visible. Vamos, un fundido en negro absoluto. Pero, habría espacio. Son cosas absolutamente razonables y compatibles. La gran pregunta es ¿Habría tiempo?. Pues la verdad es que si en el ejemplo anterior ya teníamos una duda razonable, con esta extracción que hemos hecho en nuestro experimento mental, las dudas se intensifican…pero no desaparecen. Vaya por Dios. Estábamos cerca de un posible avance, pero el experimento mental no nos deja satisfechos. A mi por lo menos no me deja satisfecho. Es verdad que en este supuesto donde solo existe un espacio tridimensional sin nada más es complicado imaginarse el transcurso del tiempo, pero aún así podemos hacerlo. Es como si hubiera algo en el tiempo pegajoso, que cuanto mas esfuerzo hacemos por liberarnos de el, mas se pega a nosotros.

Esto nos lleva a situaciones realmente complejas. Es probable, que el concepto de tiempo responda a cuestiones psicológicas, a la manera que tiene nuestro cerebro de interpretar el entorno que le rodea. Pero no lo tenemos claro del todo. El tiempo debe ser algo anclado en nuestro cerebelo. Una especie de contador o de reloj como el que tienen los ordenadores para organizarse. Pero ojo, también es algo real, puesto que lo percibimos en el mundo exterior.

Aquí somos realistas, creemos en la existencia de un mundo externo a nuestra mente. No hemos caído en la trampa del idealismo. No todo está en nuestras cabezas, existe un mundo ahí fuera.

Lo único que hemos sacado en claro, que no es poco es que cuanto mas extraemos objetos del universo, mas se difumina el concepto de tiempo, pero sin llegar a desaparecer por completo. Hay científicos que dicen que, probablemente, espacio y tiempo sean concepto derivados de otro concepto aún por encima y mucho mas abstracto al que han llamado “configuraciones” pero esa teoría aún está en sus inicios.

Razonando sobre la muerte

Y para terminar vamos a intentar aplicar el mismo estilo de razonamiento sobre algo tan misterioso como la muerte. No es un tema tan abstracto como los dos anteriores, el espacio y el tiempo, pero sin duda mas misterioso. ¿Hay algo detrás de la muerte? ¿se puede volver de ella?, y si hay algo, ¿qué es?.

La muerte está muy relacionada con las creencias religiosas. Una de las funciones principales de las creencias religiosas es precisamente dar una respuesta a algo que en principio no tienen respuestas claras. Y antes de abordar el tema quería hacer un comentario sobre algo que está ocurriendo en estos momentos. Parece que la NASA ha requerido el concurso de nada menos que 24 teólogos para tratar de precisar qué ocurriría con las creencias religiosas si eventualmente se anunciara la existencia de vida extraterrestre.

Puede hablar de las religiones monoteístas que son las que mejor conozco. Cuando hablamos de vida extraterrestre, podemos inmediatamente como el problema se desdobla en 2:

  • Vida extraterrestre no inteligente: plantas, bacterias, hongos e incluso algún tipo de animales.
  • Vida inteligente y consciente como la nuestra.

En el primer caso, no sería bueno, porque habría base bíblica para sostener el tema, y no veo mayor inconveniente. Puede incluso que nuestro planeta haya expelido materia viva a planetas cercanos y que algún tipo de bacteria pudiera haber llegado a marte o a venus. Es improbable pero no imposible. Aún mas, se podría admitir que en el propio marte o en las lunas de Júpiter pudiera haberse desarrollado algún tipo de hongo o vida unicelular. Es aún mas improbable, pero tampoco es imposible.

En las escrituras el propio Jesucristo dice que hay muchos mas misterios en el universo de los que los hombres no tendremos conocimiento jamás. Así que bueno, si finalmente la NASA diera algún tipo de noticia en este sentido, sería un golpe para las religiones del cual saldrían tocadas pero no hundidas.

Pero, ay! si se diera la segunda circunstancia. Es decir, si apareciera algún tipo de evidencia de que hay inteligencias conscientes extraterrestres. Me temo que entonces, pocas religiones sobrevivirían al golpe. Evidentemente ningún líder religioso ni ningún libro sagrado habla para nada de la existencia de extraterrestres. Y aunque en teoría la existencia de extraterrestres no presupone que la no existencia de Dios, la humanidad se haría un replanteamiento global.

Conozco un sacerdote que decía que el solamente colgaría la sotana si se descubría la tumba y el cuerpo de Jesucristo, para a continuación decir que eso no ocurrirá jamás. Y ahí está la madre del cordero. Porque si bien puede producirse el anuncio por parte de la NASA, ¿sería verdadero? ¿o un engaño?. Hay fuerzas en el mundo que desean desterrar la religión y la inesperada ayuda de los extraterrestres puede facilitarles el camino. Bueno, no me extiendo mas porque esto es tema para otro post donde tratarlo mas en profundidad y con el detalle que merece, pero quería comentarlo de pasada.

Con el tema de la muerte para mi hay algo claro. Si dejamos aparte las creencias religiosas, no hay constancia fehaciente de que nadie haya vuelto de la muerte para contarnos que hay detrás. Es verdad que hay mucha gente que ha estado cerca de la muerte, incluso muy cerca, incluso casi a las puertas, incluso en la puerta misma, incluso con la misma puerta de la muerte abierta….pero nadie ha cruzado el umbral, se ha paseado por el mas allá, y ha vuelto para decirnos que hay por allí.

Porque las experiencias cercanas a la muerte son eso: cercanas, pero no han ido mas allá. Incluso el paciente en parada durante horas que ha estado cerquísima de morir, no ha muerto. Siempre ha estado vivo. Todo lo cerca de la muerte que se pueda pensar, pero vivo. Tenemos pues ante nosotros una especie de muro, un límite infranqueable. Un concepto al que nos podemos aproximar mucho, pero llega un momento en que no podemos ir mas allá.

Sabemos mucho acerca de la muerte física, porque la vemos todos los días. Pero eso no es la muerte. Eso es el proceso de morir, que es un conjunto complicado de desarrollos físicos, químicos , biológicos que conforman el hecho de morirse, pero no es la muerte.

Luego sabemos lo que nos dicen las religiones. El que tenga creencias religiosas creerá en las cosas que le van a ocurrir después de muerto, pero ojo, creerá, no sabrá. Luego tenemos el amplio abanico de sucesos paranormales o espiritistas. Esto es algo parecido a las creencias religiosas. Hay que tener fe en esas doctrinas y en esos supuestos fenómeno. Pero si creemos en ellos nos aportan una fenomenología mucho mas amplia que el resto de las religiones.

Parece que estamos condenados a admitir que el problema de la muerte se reduce a una cuestión de creencias personales. De ahí no podemos extraer ninguna o poca información. Pero démosle una vuelta al problema. Vamos a suponer que no hay nada después de la muerte. Entonces este universo es incognoscible, incomprensible e impenetrable. Una especie de broma macabra. Nuestra existencia es una especie de casualidad, la materia cuyo origen sería un misterio igual que el resto de las cosas, se vuelve autoconsciente por evolución, suerte o vaya usted a saber y bum! aquí estamos nosotros. Nacemos, vivimos y morimos sin que nuestras vidas se distingan mucho de la de los animales.

De hecho los materialistas dicen que somos animales. No es verdad, pero no es este el momento de demostrarlo. Así planteadas las cosas y con la teoría de la evolución como única guía de nuestras desventuras en este planeta purgatorio, lo primero que se nos viene a la cabeza es: si estamos nosotros aquí con nuestras cuitas en un planeta insignificante de una galaxia del montón en una zona sin importancia en el universo, compartiendo este planeta con millones de especies de otros seres vivos, y dado que el universo es enorme, deberíamos compartir el universo con muchas otras especies y por supuesto especies inteligentes.

Pues primera sorpresa. El hombre ha extendido sus orejas por todo el sistema solar y también fuera del sistema solar y…nada. Decepción absoluta. No ha nadie ahí fuera. Si el universo es tan grande, tan enormísimo, buenos pues alguien, deberían haber evolucionado y dado que el universo es tan viejo, simplemente por mera estadística debería de haber literalmente, millones de civilizaciones avanzadas como dicen en la película contact.

Se han hech0 proyectos para buscar vida extraterrestre y de hecho se ha estado y se está buscando activamente esa presencia de vida allende nuestro planeta. Todavía mas. La humanidad no es que busque activamente vida extraterrestre. Es que desea encontrar vida extraterrestre. Y además de forma entusiasta.Póster clásico Vintage de película

El hombre desea encontrarse con los extraterrestres simplemente por calmar su angustia y su soledad. Porque alguien pueda saciar su curiosidad y su sed de conocimientos, para que estos seres puedan contestar a las cuatro grandes preguntas que atormentan a la humanidad y a cada hombre desde la noche de los tiempos:

  • ¿Quién soy?
  • ¿De dónde vengo?
  • ¿A dónde voy?
  • ¿Por qué estoy aquí?

Y esa es la triste historia de la humanidad. Hacerse eternamente las mismas preguntas y no hallar respuestas satisfactorias. Sólo respuestas parciales. Y los extraterrestres son desde 1947 la última esperanza blanca de esta humanidad doliente que se arrastra por este planeta purgatorio.

Entonces parece que estamos solos. y si estamos solos, ¿qué sentido tiene todo esto?. ¿Por qué un universo tan grande? por ejemplo, primer enigma. Dios nos expulsó del paraíso terrenal ¿por qué nos echó a un cosmos material inconcebiblemente grande donde paradójicamente nos apiñamos en un pequeño planeta desde hace millones de años?.

Parece que además de estar solos en el universo, nuestra existencia es corta y carece de sentido. La muerte es el final de ella y después la nada. Fundido en negro. Sin embargo, si lo pensamos bien, si parece haber un sentido en nuestra existencia lo cual, podría extrapolar la continuidad de esa existencia después de la muerte. Al menos habría una cierta lógica. El ser humano parece diseñado para que todo en su vida sea imprevisible. Hacemos planes, nos organizamos, pero nadie sabe que va a ser de su vida. Y menos cuánto va a durar. 

Da la sensación, y aquí viene mi idea clave, de que a cada ser humano, se le reparten unas cartas y alguien le dice: a jugar!. El mundo material, los objetos, los animales, la naturaleza, las cosas que hacemos, etc sólo serían un decorado gigante que haría de marco de ese juego que todos tenemos que desarrollar. Nadie se lleva nada al otro mundo. No hay camiones de mudanza detrás de ningún coche fúnebre. Esto asombraba y escandalizaba a los hombres antiguos que enterraban a sus difuntos con sus pertenencias.

Realmente solo nos llevamos al mas allá nuestro desarrollo intelectual. Nada más. Esta es una idea que tengo clara desde hace mucho tiempo. Así pues parece razonable, en este estado de cosas, que si nos han repartido unas cartas para jugarlas en un universo material que no tiene sentido per se, es posible que exista otra vida, que haya algo mas allende la muerte donde veamos de alguna manera, el resultado de ese juego. Si hemos ganado o perdido o si hemos hecho trampa. Sólo así tiene algún sentido la realidad que observamos a nuestro alrededor y la muerte y el dolor tendrían alguna explicación.

Bien pues aquí dejamos este post en el que he tratado de poner algunos ejemplos de como extraer información sobre cuestiones muy complicadas, usando herramientas que están al alcance de cualquiera. En este tipo de razonamientos hay una premisa que se ha de cumplir siempre. No nos podemos columpiar. Cada pasito que demos, sólo podemos hacerlo si el anterior ha quedado firmemente establecido.

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