Estado actual de la demonología

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Estado actual de la demonología

Este post es una continuación del que publiqué hace un tiempo, titulado: ¿Existen las almas errantes o perdidas?, y tiene mucho valor porque, en primer lugar responde a la pregunta que hace de título al post. Ya lo creo que existen y vaya que si existen. Lo que era un tema de una tesis mas o menos especulativa del sacerdote exorcista, José Antonio Fortea, es ya una realidad constatada por sacerdotes españoles que actualmente ejercen su ministerio.

Este post viene a ser un cierre del de las almas perdidas y una puesta al día del estado actual del ministerio de liberación que es como se le conoce en la Iglesia al tema de los exorcismos.

los tiempos van cambiando, y aunque los protagonistas de esta temática son eternos: diablos, almas errantes, condenados, etc, nosotros aquí en la tierra estamos sujetos al tiempo en este planeta-purgatorio. El transcurso de, por ejemplo, 20 años, es insignificante en la evieternidad de los espíritus, pero para nosotros pueden significar avances en un campo tan interesante como la demonología.

Me produce una gran satisfacción anunciar que se están sentando unas bases de conocimiento sobre el mundo de los demonios como nunca se habían visto hasta ahora, y por sacerdotes exorcistas españoles como Javier Luzón Peña cuya obra : “Las seis puertas del enemigo“, recomiendo que se adquiera y se lea. Yo mismo, cuando empecé a leerla, no pude parar hasta terminarla, cosa que me sucede con muy pocos libros. En este post voy a tratar de resumir las ideas contenidas en esa obra, además de aportar las mías propias, o al menos, comentarlas.

Como todos sabemos, la realidad de la posesión diabólica se basa en otra realidad anterior y subyacente, que es la existencia del demonio. Y aquí viene la primera sorpresa que ya apuntó el sacerdote exorcista, José Antonio Fortea, y es que: Satanás, Lucifer y Belcebú son diablos diferentes. Cuántas veces hemos visto escrito en multitud de libros que esos tres nombres eran apelativos o sinónimos de la misma realidad oscura y preternatural.

Pero no, no es así. El imperio infernal es un mundo terriblemente jerarquizado donde Satanás, el arrogante, es el mas poderoso. Suele parapetarse en sus legiones, un colectivo que en la Biblia aparece como Legión. Emplea espíritus como Impiedad, Meridiano, Insomnio y otros espíritus de la noche, o a Somnolencia y Cansancio; y suele notarse su presencia en molestias en la cabeza y en el estómago.

No se lleva muy bien con el Lucifer bíblico, el cual va acompañado por sus espíritus de racionalismo, hechicería y espiritismo, tales como Verónica y Behemot, por Belfegor, que es un espíritu que afecta a los artistas, por espíritus de masonería, como Bafumet y Estrella del Oriente, y por otros espíritus de ocultismo.

Satanás suele apoyarse en otro demonio bíblico llamado Belcebú, que suele ir acompañado de espíritus de celos, envidias y enredos familiares que suelen manifestarse incluso en forma de insectos, por eso se le llama: el señor de las moscas.

Leviatán es un espíritu de endurecimiento del corazón, de soberbia y de confusión espiritual, que suele servirse del Ciego, del Sordo y del Mudo, así como el Burlón y sus espíritus de Humillación, Miedo, Angustia e Inseguridad.

Muerte es el jefe de una caterva de espíritus de negatividad como Rechazo y Autorrechazo, Soledad, Tristeza, Baal, Zabulón, Astarot, Agresividad, Rabia, Rencor y está muy relacionado con Dan, espíritu de destrucción y autodestrucción, y el Shobo, que es el príncipe de los espíritus de ruina y miseria, tales como Enfermedad, Derrumbe, Jedas, Desesperación, Desempleo y otros, que suelen atacar a las personas cuando padecen un hechizo de destrucción.

Luego mencionaré, en este rápido repaso del vecindario infernal, a Asmodeo, espíritu de lujuria y crueldad que intenta evitar la realización sexual de las personas. No falta su presencia cuando ha habido un amarre o se ha perpetrado un abuso sexual. Con el van Mástara y Sindiago, que son los jefes de los íncubos y súcubos respectivamente. Estos son demonios muy violentos al igual que el citado Asmodeo y otros como Lilith, espíritu súcubo de seducción, Berty, Sicarón, Milcón, Belial y Alimai, que es un espíritu de perversión sexual.

Tengo además que destacar una cosa. Como se puede observar, en los nombres de los demonios, figuran lo que podríamos denominar como nombres propias: Asmodeo, Lilith, etc. Y luego otros nombres que hacen mas bien referencia a las desdichas que suelen ocasionar estos seres de la noche: Destrucción, Rechazo,…incluso encontramos a un moderno Desempleo. 

Esto no debe extrañarnos ya que el número de espíritus infernales es altísimo. Nadie lo sabe, pero es seguro que sean muchos miles de millones o  incluso billones. Además el nombre que tienen cada uno de ellos se guarda celosamente dado que es la base para expulsarlos de los atribulados cuerpos de los posesos. Así pues, muchos de ellos, quizás los mas importantes, tienen un nombre propio histórico, pero la mayoría simplemente tienen un nombre operativo que hace referencia al tipo de maldad con la que actúan. Y seguro que la mayoría tiene un nombre que desconocemos y cuyas maldades nos son también desconocidas.

Después de este brevísimo paseo por el paisanaje infernal, veamos cómo puede la actividad diabólica afectar a objetos animales y personas. Aquí también hay clasificaciones de todo tipo, según el libro que leamos. Casi hay tantas clasificaciones como exorcistas, pero esta que voy a dar, a mi me parece la mas completa y nos da, además, una idea de lo variado y extenso que puede ser el ataque diabólico contra nosotros:

De menos a mas gravedad, los ataques preternaturales, son los que siguen:

  1. La infestación diabólica de objetos, lugares o seres vivos no personales.
  2. La vejación diabólica, que es un ataque externo contra el cuerpo o los bienes.
  3. La influencia u opresión diabólica, que es una perturbación interior: enfermedades y daños en las relaciones, en el trabajo, daños emocionales y mentales. Cuidado que este tipo de ataque no es ninguna broma y puede convertir la vida del afectado en un verdadero infierno.
  4. La obsesión diabólica, que es un tipo de influencia especialmente íntima, caracterizada por la fijación en una suerte de pensamientos negativos.
  5. La posesión diabólica, en la cual los diablos controlan el cuerpo del afectado en diversos momentos. No siempre.

En el caso de animales y plantas y los lugares (casa encantadas, camposantos etc) no se habla de posesión, por no ser criaturas personales, sino de infestación diabólica.

Los amuletos y objetos hechizados son como sacramentos para el diablo. También las plantas y animales pueden ser utilizados por los diablos para dañar a las personas. Cosechas que se pierden, perros agresivos, muerte de animales de granja.

Los lugares, las casas también pueden ser infestados: puertas que se abren y cierran, objetos que se mueven, empujones, sensaciones de que alguien te habla al oído, estruendos, crujidos, olor a azufre quemado. Es frecuente que en este tipo de lugares encantados, se hayan dado o tenido lugar: misas negras, abortos, asesinatos, incestos, estupros, prostitución, trata de esclavos, de mujeres, etc.

En otras ocasiones el origen de estas perturbaciones muy presentes en las casa encantadas, se debe a la presencia de almas de fallecidos, llamadas almas errantes. La presencia de estas almas está muy relacionada con fallecimientos repentinos o por otras causas que hacen que estas almas queden vinculadas o atrapadas en un lugar.

También es frecuente que aparezcan si el fallecido tiene causas pendientes de cualquier índole con otros familiares. La resolución de este tipo de problemas es mas fácil, en primer lugar porque los causantes no son demonios. Son almas humanas. Y en segundo lugar, porque lo que persiguen esas almas es básicamente sufragios por ellas, o sea oraciones o mucho mejor aún, Misas para salir del purgatorio.

La vejación diabólica se dirige contra las personas, es un ataque personal, pero se realiza desde fuera. El demonio no llega a meterse en el interior de la persona. Es algo parecido a lo que le ocurrió a Job. Golpes, accidentes, incendios, daños materiales, robos y otros perjuicios semejantes.

La influencia u opresión diabólica es un ataque que se produce hacia el interior de la persona víctima. Enfermedades recurrentes, dolores inexplicables, trastornos emocionales raros, rupturas matrimoniales inopinadas, fracasos profesionales reiterados, ruina y miseria, ser rechazado misteriosamente por los demás. 

Este tipo de afecciones se suele provocar por hechizos como: males de ojo, trabajos de vudú, macumbas, umbandas, entierros o amarres.

La obsesión diabólica ataca al interior de las personas en su dimensión psíquica. Son fijaciones en pensamientos negativos, persistentes de desconfianza, rencor, ira, injurias sacrílegas, vacío, no encontrar sentido a la propia vida, soledad infinita, fatiga, desaliento, desesperación, autodestrucción, impulsos de suicidio, angustia o miedo sin fundamento, incluso durante el sueño sufriendo pesadillas terroríficas. En este sentido, doy un consejo práctico. Y no sólo por el tema de la obsesión diabólica. Si se sufren pesadillas reiteradas, y esas pesadillas son terroríficas, de esas que te despiertas sudando y aterrorizado, hay que ponerse en guardia.

No vale por ejemplo una pesadilla ocasional o un mal sueño debido a una indigestión o similar. Tienen que ser particularmente horribles y paralizantes.

Las posesiones diabólicas son poco frecuentes. Aproximadamente un 20% de las personas que acuden al sacerdote exorcista. Los signos son los habituales que todos conocemos: Hablar lenguas desconocidas, levitación, Telekinesis, Sansonismo, aversión a lo sagrado, conocer cosas ocultas. Si se presentan 2 o mas de estos signos estamos ante una posesión diabólica casi con total seguridad.

Dado que la posesión diabólica puede confundirse con ciertas enfermedades psíquicas, conviene subrayar que enfermedad psíquica y posesión no son incompatibles, ya que en ocasiones, el demonio aprovecha la fragilidad psicológica de la víctima como puerta para atacarle preternaturalmente, y al revés, la posesión conduce a la víctima a una desestabilización emocional como perjuicio añadido.

Luego, tenemos el complejo tema de las almas errantes o almas perdidas, que ya lo he tratado en un post anterior, pero que vamos a profundizar aquí y ahora un poco mas a la luz de nuevos conocimientos. Está claro, que cuando una persona no rechaza a Dios, pero no acepta su situación post mortem, habrá de sufrir en la oscuridad y falta de paz las consecuencias de su ofuscación, en un misteriosos camino de purificación personal.

Ante todo son personas desconcertadas y frustradas ante una muerte que no esperaban. Sean adultos, niños o incluso bebés no nacidos, no han aceptado su muerte y por eso viven apegadas al mundo de los vivos. Están sumidas en una terrible oscuridad, en la que no reconocen donde se encuentran. Es un purgatorio muy oscuro y tenebroso, y como dije en el post de las almas errantes, buscan seres con capacidades mediúmnicas que emitan luz azul o bien se aparecen a los vivos mendigando atención y oraciones para entender ellas mismas el estado en el que están, cortar sus ataduras con los vivos y descansar en paz.

Y aquí que hacer un inciso con el tema de la mediúmnidad. Efectivamente hay muchas personas que poseen esas capacidades, y en muchas ocasiones, esa capacidad es de origen preternatural. No en todos los casos por supuesto, pero en la mayoría, esta mediúmnidad se debe a la influencia de algún demonio de muerte, bien contra el médium o bien contra el lugar donde se producen las perturbaciones. Los ataques de esos demonios a una persona, sobre todo en su gestación o en la infancia, o bien si se trata de lugares donde se han cometido abortos o asesinatos, provocan que en esa persona o lugar atacado, una puerta abierta al mundo de los muertos.

Hasta aquí un resumen mas o menos corto de las maneras en las que nos pueden atacar los diablos. Pero el demonio es un perro furioso que está atado con una cadena. Si nos mantenemos fuera del radio de dicha cadena, el demonio puede ladrar y enfurecerse todo lo que quiera, pero su maldad no podrá alcanzarnos. Eso es lo que se nos dice y se nos ha dicho hasta ahora.

Pronto veremos que el demonio y personas malvadas tienen los medios y la forma de estirar mucho es cadena y devorarnos cuando mas creemos estar a salvo. No sólo eso. Dios ha querido hacer este juego mucho mas complejo y sumirnos en una batalla muy difícil de librar para nosotros. Es como si quisiera dejarnos al borde de un abismo donde deberemos hacer un casi imposible equilibrio entre una incierta salvación y una mas que segura condena.

Y no lo digo solamente porque es algo que yo perciba así en base a mi experiencia y raciocinio. Lógicamente puedo estar equivocado o al menos, estar exagerando, pero lo vamos a ver ya mismo y seréis vosotros los que tendréis que juzgar. Vamos a ver pues la tesis principal del post que recoge las ideas del sacerdote exorcista D. Javier Luzón Peña y que enumera las puertas o vías por las que los diablos pueden afectarnos, que a falta de una son seis. Yo siempre creí que era básicamente el ocultismo, pero no, no. Son seis puertas.

Y lo que es aún peor. En tres de ellas somos nosotros los responsables de abrirlas a Satanás, con lo cual podemos atajarlas con acciones positivas y proactivas por nuestra parte. Pero las otras tres son acciones externas que otros pueden ejercer contra nosotros. Evidentemente en esos casos somos inocentes de las consecuencias de dichas acciones (en principio), pero podemos sufrir sus consecuencias, y ya veremos que la naturaleza de ellas hace muy difícil la lucha. Dichas vías de entradas de los diablos son las siguientes:

Aquí van las primeras tres marcadas en rojo. Estas son las que está en nuestra mano cambiar.

  1. Vivir en pecado. Evidentemente esto es tema nuestro y está en nuestra mano cerrar esta puerta. El primer paso de una liberación dela opresión de satanás es apartarse de lo que desagrada a Dios, confesarse arrepentido e iniciarse en la vida sacramental.
  2. La relación con el ocultismo. El ocultismo es básicamente idolatría. Es una especie de adulterio espiritual. En otras palabras, le estás poniendo los cuernos a Dios con: adivinación, hechicería, ouija, canalizaciones, curanderismo, santería, runas, horóscopos, velas, cuarzos, atrapa sueños, etc.
  3. El rencor. El rencor es re-sentimiento, en cuanto que nos hace sentir de nuevo el dolor sufrido uno y otra vez, y por eso es tan tóxico. Su acción no se limita solo a lo espiritual. En el plano somático es el medio ideal para el desarrollo de tumores malignos.

A continuación tenemos las otras tres vías sobre las que poco podemos hacer para prevenirlas.

  1. Los maleficios recibidos. Maldecir es algo especialmente diabólico. Suelen manifestarse por amarres, entierros, vudú, hechizos de muerte, realizados con pertenencias de la víctima, entre las cuales basta simplemente una foto de redes sociales.
  2. Las heridas en el seno materno. No solamente el aborto, sino que el ataque de los demonios suele empezar en el período de gestación de la víctima. Se pueden hacer una idea de la nula capacidad de defensa ante esto. 
  3. Las ataduras ancestrales. Son cargas epigenéticas, heredadas de nuestros ancestros. La procreación, nos pone en contacto con la cadena de antepasados que nos transmiten sus herencias, las cuales pueden ser negativas o muy negativas como veremos.

Si ha habido antepasados que han cometido pecados especialmente graves, sus consecuencias retumbarán y resonarán por varias generaciones. Usualmente cuatro, aunque en otras versiones se habla incluso de una onda expansiva que aparecería en 5 generaciones consecutivas. Esto es un horror de consecuencias impredecibles, que arruina toda buena disposición y trabajo positivo y duro que podamos hacer en nuestra vida.

Echando una cuentas muy fáciles y teniendo en cuenta la versión de 4 generaciones, si nosotros somo la generación de análisis, tendríamos que tener controlados a los padres (2 personas), abuelos (4 personas), bisabuelos (8) y tatarabuelos (16). En total 30 personas de forma directa, voy a suponer, como parece razonable, que tíos y primos no influyen.

Y yo me pregunto, ¿en 30 personas antepasados directos míos durante 4 generaciones, no van a haber algunos que hayan cometido maldades, tengan alguna tara psicológica o psiquiátrica o hayan sido grandes pecadores?. Pues me apuesto lo que quieran a que mas de la mitad. Quizá no todas las maldades se hereden de forma epigenética, pero que algo nos llevamos no me cabe la menor duda. Es como los rascas de premio seguro.

¿Y como se puede luchar contra esto?. Evidentemente es imposible. No se molesten en buscar la solución. No la tiene. Es un problema sin solución. Es una consecuencia directa del pecado original y de haber sido desterrados a un cosmos material en el que apenas sobrevivimos por la gracia de Dios. No obstante hay una vía de, al menos, aliviar el problema. Ya habrán adivinado que se trata de oraciones. Existen ya una serie de oraciones muy elaboradas por los sacerdotes exorcistas fruto la la experiencia acumulada de siglos.

Hay una manera y tipología de formular esas oraciones y parece ser, según dicen los propios exorcistas, que al menos alivian el posible problema que nos puedan acarrear estas ataduras ancestrales. Si además el problema es especialmente grave como por ejemplo, alguna abuela bruja que consagrara a los nietos a Satanás, abortos cometidos en la familia, incestos, suicidios, asesinatos, masonería, alcoholismo, drogadicción, pueden acarrear penosas consecuencias que se transmitan a toda la familia por varias generaciones, entonces hay que ponerse en manos de un especialista para recibir oraciones de liberación.

Hoy día se rinde culto al racionalismo, a la ciencia. El racionalismo es un modo de soberbia y vanidad espiritual que presenta muchas modalidades. En el fondo es un pecado contra el Espíritu Santo. Está muy presente en teosofías orientales o en los libros de autoayuda que, prescindiendo de Dios, proponen una felicidad como resultado de una autorrealización.

Cuando una persona tiene problemas persistentes con los demonios, casi siempre hay alguna raíz en el ocultismo. Hay que descubrir esa raíz y cortarla para que se produzca la liberación.

El New Age es un movimiento pseudoespiritual mezcla de ocultismo esotérico de matriz masónica y de misticismo pagano-oriental, que tiene sus raíces inmediatas en la Sociedad Teosófica fundada en 1875, que tiene por objeto fundar un nuevo orden mundial anticristiano proponiendo el ocultismo como creencia universal. Y así muchas personas se han ido contaminando con esa cultura donde no hay un Dios personal sino una energía, en la que todo es divino (panteísmo hinduista) y una misma cosa (monismo taoísta); que pone su centro en el hombre (subjetivismo) y en sus deseos (relativismo moral); donde todas las religiones son iguales (sincretismo); donde se reduce lo espiritual a lo psicológico y donde la salvación es fruto del conocimiento (gnosticismo) o de prácticas humanas (autorrealización).

En fin, el tema es complejísimo e inacabable. Espero que al menos haya quedado claro las 6 vías de entrada del demonio en nosotros y los tipos de perturbaciones que puede producirnos.

Los que me han leído aquí y oído mis podcast saben que yo soy un creyente en la acción de los demonios. Por razones personales, no puedo dar detalles, pero a mi me consta directamente su existencia y no me queda lugar a dudas de ello. La actualización los conocimientos exorcísticos que he tratado de resumir en este post, lo único que pone de manifiesto es la gravedad del problema que es mucho mayor de lo que yo pensaba.

Ciertamente Dios nos pone en la tesitura de tener una vida espiritual y lo mas virtuosa posible o correr un riesgo cierto de ser víctimas de la acción diabólica. Y aún así no estamos exentos de la acción de hechiceros y magos negros, o de algo tan imposible de luchar contra ello como las almas errantes o las ataduras ancestrales y del seno materno. Pero hay incluso una dificultad añadida, aún mas si cabe, que yo pongo encima de la mesa.

En estos tiempos actuales donde ni la misma iglesia cree en el diablo, la raza humana está mas expuesta que nunca a este peligro. Hoy hay exorcistas, pocos pero los hay. Lo cual no quiere decir que los haya dentro de cinco años. Apenas queda un 9-10% de creyentes practicantes que van a Misa los domingos y que podríamos decir, se creen esto de alguna manera. Ese porcentaje puede crecer si incorporamos fieles de otras religiones monoteístas.

La sociedad de hoy es básicamente atea y eso es la mejor noticia que podría tener Satanás. Ese ateísmo infiltrado en todos los estamentos sociales es campo de Agramante para que las posesiones, obsesiones y vejaciones se extiendan sin control. Y para que se cometan pecados cada vez mas graves y numerosos cuyas nefastas consecuencias se extiendan por varias generaciones.

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