Creo que lo he dicho ya muchas veces. Me gusta el misterio. Desde que tengo uso de razón me gusta el misterio. He comprado libros de misterio y de terror desde que empecé a tener dinero. También cómics.
Descubrí a Lovecraft desde muy joven y compré casi todos sus libros. También leí las obras completas de Edgar Allan Poe. Supongo que muchos de los que siguen este podcast también han tenido estas extrañas lecturas.
Siempre he sido un creyente en el misterio. Es verdad. He dado siempre credibilidad a todos los fenómenos paranormales y misteriosos. De hecho si se coge una lista de fenómenos paranormales y temas de misterio, se podría hacer una enciclopedia. Es verdad que el misterio es mucho de casos, de casuística y poco de teorías. Ésta es una carencia que, con el tiempo, vamos a resolver en este blog.
Internet está lleno de casuística y mucha de ella repetida hasta la saciedad en infinidad de páginas. Pero teorías bien estructuradas, eso ya es harina de otro costal. Yo desde luego no las he visto, exceptuando los típicos lugares comunes y las consabidas sandeces.
En mi serie de posts sobre le misterio de Garabandal, la idea por supuesto, no es repetir los secretos y las profecías de esas apariciones, ya que están replicadas en miles de páginas web. Yo no pierdo el tiempo en hacer otra redundancia mas. Los incluyo porque forman parte del cuerpo del post. Pero lo que pretendo es transmitir una o varias ideas, teorías, apuntar explicaciones, y siempre lo mas novedoso que pueda.
Creo que en ese caso concreto de posts sobre Garabandal lo he conseguido al igual que en muchos otros. Y si no ha sido así, pues habré fracasado. Venía pensando en estas cosas, durante esta noche de insomnio, cuando he juntado una serie de pensamientos sobre la credibilidad que le damos a hechos misteriosos.
De esa gran enciclopedia que compone el mundo del misterio, de innumerables capítulos y tomos, y en los que yo creo como dije mas arriba, me he preguntado, cuáles son las razones que nos llevan a creer en el misterio.
CRITERIOS DE CREDIBILIDAD EN EL MUNDO DEL MISTERIO
Vamos a poner un ejemplo para que este rollo se entienda mejor. Un tema clásico del misterio son los viajes astrales y su relación con el mundo de los sueños. Yo creo que los viajes astrales son reales. ¿En que me baso para tener tal creencia?.
Bueno, pues sin entrar en analizar la bondad de los criterios, éstos serían los siguientes:
- Hay muchas personas, mucha casuística, que afirman que han tenido viajes astrales, a lo largo de la historia, en todos los lugares del mundo.
- Yo conozco personalmente a algunas de ellas y me merecen la mayor de las confianzas
- Personalmente he experimentado lo que yo creo que es un viaje astral y muchos otros sueños lúcidos y de contenido trascendente.
- Existe tradición literaria de muchos autores y también religiones y movimientos espirituales que dan fe de que los viajes astrales existen.
¿son suficientes estos criterios de credibilidad para demostrar que existen los viajes astrales?. Pues obviamente no. Si por demostrar entendemos algo parecido a una demostración matemática.
El misterio no son matemáticas. Ni siquiera es una ciencia experimental. Para saber si un hecho misterioso es real o no, hay que acudir a criterios probabilísticos. La credibilidad es un concepto intermedio entre la probabilidad y la certeza. Con esos 4 puntos que he dado anteriormente sobre la credibilidad de los viajes astrales no se puede demostrar al cien por cien que son reales.
Pero si podemos afirmar varias cosas. Primera que hay una gran probabilidad de que sean reales. Segundo, que el número de casos y la calidad de los testimonios nos proporciona un alto grado de credibilidad del fenómeno, desde mi punto de vista.
El mayor problema que yo le veo a un fenómeno paranormal es que no sea falsable. Es decir, si no tengo la certeza absoluta de que es verdadero, al menos que tenga la certeza absoluta de que es falso. Esto es una teoría falsable. Pues la verdad es que los fenómenos paranormales ni son certezas absolutas ni son falsables.
Hombre, yo siempre puedo negarlo todo, como hacen los escépticos furibundos, pero negar por negar sin argumentos no hace falsable a una teoría. Entonces no queda otra que examinar los hechos, sentarse en el sillón de nuestro despacho, encender una pipa como Sherlock Holmes y sopesar internamente todos y cada uno de los pros y los contras del fenómenos paranormal y luego hacer una especie de puntuación personal y subjetiva, y si tiene mas de 5 pues admitimos como válido el fenómeno.
Claro, esto es muy subjetivo podría pensarse. Yo diría que es subjetivo, pero no muy subjetivo. Y voy a poner otro ejemplo:
Yo he presenciado con claridad, delante de otros dos testigos y enfrente de mis narices como un objeto pesado se movía. No estaba dormido ni en duermevela, ni me he podido confundir ni nada. Ahora depende de otros que me crean o no. Para mí pues la telekinesis existe porque la he visto en acción. Y ya os adelanto que me da igual lo que otros opinen.
Una segunda derivada y no menos interesante, sería saber cual es el origen o causa de ese fenómeno de telekinesis que yo he presenciado. Ahí tenemos que valorar diferentes hipótesis, asignar un grado de credibilidad a cada una de ellas y quedarnos con la que mas puntuación saque. Y ya aviso que no es nada fácil. Hay mucha subjetividad, y hay prejuicios adquiridos.
Pero como hemos dicho antes, esto no son ciencias exactas. Si fuera así, sería muy aburrido. Tenemos que construir una hipótesis que sea coherente, que sea falsable, que no contenga contradicciones y que no sea mas fantástica o difícil de entender que los propios hechos que pretende explicar.
Veamos un ejemplo de hipótesis a mi juicio mas fantástica que los hechos que pretende describir:
El ufólogo José Antonio Caravaca, gran investigador y teórico sobre este difícil asunto de los ovnis, y cuya obra os recomiendo que compréis y leáis, propone o apunta la siguiente explicación para entender lo que ocurre en el fenómeno ovni:
Según el diagrama adjunto, Caravaca sugiere que hay dos realidades. La realidad A, y la realidad B. Existe también, según su hipótesis, una especie de zona intermedia o tierra de nadie que separa ambas realidades. El testigo de un avistamiento o ovni o de un aterrizaje o de un encuentro cercano, se situaría en la realidad A, al igual que todos nosotros.
El fenómeno ovni se situaría en la zona intermedia y sería lo que va a observar el testigo. Caravaca propone que el avistamiento ovni no es real, sino que es una proyección de la realidad B sobre la tierra de nadie inter – realidades.
¿Cuáles son los problemas a mi juicio de semejante hipótesis?
a) Al estar proponiendo dos realidades nada menos, para explicar el fenómeno, la propuesta se parece peligrosamente a una explicación ad-hoc, es decir a una ocurrencia. ¿Por qué no 3 realidades o 10 o infinitas.
b) Por lo dicho anteriormente la hipótesis ni siquiera es falsable. Ninguna ocurrencia lo es. A mí esto no me parece muy importante el que una teoría sea falsable o no, porque no nos estamos moviendo en terreno científico al cien por cien. Pero no es un punto a favor de la hipótesis y tiene que constar.
c) La hipótesis debería de ser original y ésta no lo es. ¿A qué nos suena todo esto?. Dos realidades, una “mas real que otra”, proyección de ideas, interpretación…Parece la clásica caverna de Platón que tiene mas de 2000 años de antigüedad.
En fin, que, desde mi punto de vista, esta hipótesis no me vale. O al menos, si se formula en estos términos, deberían aportarse mas pruebas. Ya sabéis otro de los principios básicos de la lógica que publiqué en esta web. Hechos extraordinarios requieren pruebas extraordinarias. Luego por lo tanto, pruebas extraordinarias requieren criterios extraordinarios y convincentes al máximo.
Veamos otro ejemplo. En muchos programas de radio y tv del comunicador Iker Jiménez, se han expuesto casos de fenómenos paranormales, y los invitados con formación científica cuando se les ha preguntado por una posible hipótesis científica que explique los fenómenos paranormales, todos ellos con alguna diferencia han descrito la siguiente sarta de tonterías:
a) Existe un campo de energía que llena todo el espacio y que es digamoslo así la materia prima que provoca los fenómenos paranormales. ¿Ah sí? ¿Un campo de energía? ¿Donde? ¿Cuando?, ¿En toda la Tierra?, ¿También en el resto del universo?. ¿En base a que estudios científicos? ¿A qué pruebas?. ¿Cuál es la naturaleza de esa energía? ¿Electromagnética? ¿gravitatoria? ¿nuclear? ¿radioactiva?…
b) El protagonista del fenómeno paranormal es capaz de , atención: Concentrar y transportar dicha energía, enfocarla al lugar de los fenómenos, realizar el fenómeno paranormal, todo ello de forma inconsciente e inopinada y sin despeinarse.
Y tienen el desparpajo de llamarse a sí mismo científicos los Gaona y Loeches de turno, que para decir estas sandeces podrían quedarse en su casa.
Obviamente este tipo de hipótesis incumple una de la reglas elementales de la lógica y del sentido común que ya hemos expuesto antes. La explicación no puede ser mas fantástica que los hechos que pretende explicar.
Si estos cientificistas, esta vez sí de prestigio y esta vez sí con titulación, lo que les hace mas culpables, fueran capaces de demostrar las tontunas que predican en la mesa de Cuarto Milenio para explicar científicamente los fenómenos paranormales, habría que darles varios premios nobel ipso facto.
El estudioso de la parapsicología, Santiago Vázquez, sí tiene mas claro estos temas, porque el, al igual que yo, cree en ellos. Alguien podría decir que mi punto de vista es negativo porque critico a otros y no digo lo que pienso.
Lo que pienso, yo lo tengo claro, pero puede que no aporte nada desde un punto de vista científico, porque nadie puede aportarlo, y el que diga que sí miente. Mi pensamiento al respecto es el siguiente:
Si tienes algún tipo de creencia en lo espiritual, en el mas allá, en la trascendencia, estos fenómenos, incluido el fenómeno ovni, se explicarían si asignamos a su causa una causa sobrenatural, de carácter espiritual.
Si por ejemplo no tenemos esas creencias espirituales, si somos materialistas, que es algo muy digno y respetable, la hipótesis extraterrestre para el fenómeno ovni, lo explica con un suficiente grado de credibilidad. No al 100%, pero sí de una manera razonable y alejada de la hipótesis extravagante y alambicada del investigador Caravaca.
Un materialista se encontraría con grandes dificultades para encajar otro tipo de fenómenos paranormales, como por ejemplo los parapsicobiofísicos, en sus paradigmas mentales. Tendría que acudir a negarlo todo o creer en las tonti-explicaciones de los cientificistas que invita el comunicador Iker Jiménez a su programa.
Este tema promete, y voy a dejarlo aquí para así propiciar mas posts sobre este asunto.