La falacia del determinismo

Entendiendo el determinismo

Llevo ya muchos posts escritos en esta web dedicada al misterio, y empiezo ya cada vez que escribo uno nuevo a sospechar que me repito, que en algún lugar de esta Cripta ya he tocado el tema del que voy a hablar. En este caso voy a hablar del determinismo y problemas anejos y seguro que en parte ya lo he tocado.

Voy a relacionarlo con la teoría de la predestinación cristiana, que creo que es fundamental para entender el determinismo, y después de estar años dando vueltas a este tema creo que he llegado a una conclusión, que al menos a mí me vale. No sé si os valdrá a vosotros, cuando acabéis de leer o escuchar el audio de este post, podréis sacar vuestras conclusiones.

Efectivamente hay un post titulado: Determinismo, predestinación y fatalismo ; donde hablo un poco de este tema, pero aquí lo voy a desarrollar bastante mas.

Hay sesudos tratados filosóficos y científicos sobre el tema del determinismo. En internet podéis encontrar toneladas de documentos pdf sobre el tema, y se necesitarían varias vidas para leer lo que se ha publicado sobre el mismo. Os remito y animo a que os informáis y leáis lo creáis conveniente. Yo después de mucho tiempo pensando sobre el asunto, lo que me urgía era dar una respuesta personal y operativa a este asunto y no tanto leer y releer libros que ya tengo leídos.

Básicamente y por centrar el tiro, el determinismo sería aquella doctrina filosófica o forma de pensar que dice que todo está escrito, que no existe el libre albedrío, que nuestros actos no son libres ni pueden serlo nunca, que la creencia en el libre albedrío y la libertad individual son solamente ilusiones. Hay personas que piensan que esto es así y otros que el determinismo no existe y que el libre albedrío es real. Esto está muy relacionado con el tema religioso, por varias razones. La primera que para pecar y por lo tanto ser castigado, primero hay que ser libre. Para convertirse y abandonar una vida de pecado, primero hay que ser libre. En definitiva, para salvarse o condenarse, hay que hacer actos enteramente voluntarios y por lo tanto, primero hay que ser libre. Si vivimos en una especie de mecanismo de relojería donde todo sucederá según una fatal sucesión de acontecimientos inevitables, ni la moralidad ni la religión tendrían ningún sentido. Para realizar actos con carga moral o ética, primero hay que ser libre.

Pero pronto veremos que el asunto no es sencillo. Si hacemos un primer ejercicio mental de pensar profundamente en esto, tenderíamos a pensar que siguiendo la ley de causa y efecto, como todo efecto tiene una causa, en un último término y llevado todo hasta sus últimas consecuencias, pues todo estaría escrito de alguna forma.

Por otra parte todos, tenemos la sensación de que podemos tomar decisiones libremente, de que tenemos el control y las riendas de nuestro destino, de nuestra vida, por lo menos hasta cierto punto. Estamos en el cine y a la salida tenemos un accidente de tráfico, pero podía haber sucedido de otra forma. Por ejemplo si nos duele la cabeza, podemos decidir no ir al cine y así nuestro destino hubiera cambiado y no hubiéramos tenido ese accidente de tráfico.

Ah, pero alguien podría argumentar que no fuimos enteramente libres al tomar esa decisión, porque una causa no controlada por nosotros: el dolor de cabeza, nos impidió ir al cine. Luego estábamos destinados a no tener nunca ese accidente de tráfico que hubiera cambiado nuestras vidas.

Este razonamiento parece impecable, pero aún así se podría argumentar que sin dolor de cabeza, ni ninguna otra causa objetiva y diferenciable, podemos no obstante no ir al cine, simplemente…porque no nos apetece. Algo indefinido ha variado nuestro mecanismo de toma de decisiones, no sabríamos concretarlo si nos preguntaran, pero que al final ha inclinado la balanza por no ir. Luego entonces, todos hemos tenido esa sensación y hemos tomado decisiones así, que nos reafirman en que el libre albedrío existe.

Aún así, los partidarios del libre albedrío podrían argumentar que aunque no sepamos los mecanismos mentales últimos que tiene el cerebro para tomar decisiones, en el fondo y dado que el cerebro en sí es una especie de máquina, muy compleja y desconocida pero hecha de materia y sujeto a las leyes que gobiernan la materia, pues que todo obedecería a un encadenamiento sutil y complejísimo de causas y efectos y al final nuestras decisiones aparentemente libres no serían libres en absoluto.

Y así, los partidarios de una y otra postura en torno al determinismo, podrían argumentar y contra-argumentar ad infinitum y esta cuestión se convertiría en una discusión bizantina sobre el sexo de los ángeles. ¿Qué nos quiere decir esto?. Que en primer lugar estamos ante un problema en el que evidentemente nos faltan datos. También hay que considerar que este problema se puede resolver atendiendo a condicionantes externos como el de la existencia de Dios y le ley moral. Si Dios existe y nos impone una ley moral para que seamos sujetos morales, evidentemente tiene que haber libre albedrío como hemos dicho antes, si no, el problema no tiene sentido. O sea, no tiene sentido la ley moral.

Pero la cosa se complica mas, porque la doctrina católica incluye la teoría de la predestinación. Antes de continuar, quería hacer un paréntesis para compartir una cosa con vosotros. Para hablar de la teoría de la predestinación, tenía localizado un libro que se titula: «religión demostrada» del Padre Hillaire. Es un libro de 1900, muy bueno como compendio de teología y filosofía relacionada con el cristianismo. El caso es que yo recuerdo perfectamente haber leído un texto sobre la predestinación en eso libro. y sé además lo que decía. Ese libro lo tengo en papel, que es como me gusta leer los libros. Pero da la casualidad de que además lo tengo en archivo pdf. Tengo miles de libros en pdf y otros formatos, al objeto de documentarme y relacionar cosas sin tener que comprar otra casa para guardar libros. El caso es que ni en el de papel ni en el electrónico he encontrado ese pasaje.

Y digo bien en ninguno de los dos porque son ediciones diferentes y podría no estar en uno de ellos. he rebuscado por mi biblioteca a ver si era otro libro de formato parecido y los he confundido. Lo que es seguro es que la doctrina de la predestinación lo leí en un libro en papel, que ahora no localizo por ningún sitio.

Quizá simplemente es verdad que he confundido los libros y ahora no recuerdo donde lo leí. Lo que tengo claro es que no me lo he inventado y podría decir incluso hasta el tipo de letra. Estos temas son verdaderamente desconcertantes. Porque tengo perfectamente grabado en la cabeza que el texto sobre la predestinación era de Padre Hillaire. En fin, no le voy a dar mas vueltas, pero siempre recuerdo las palabras de una vieja amiga de la que ya hace mucho que no se nada. Ella me decía, que la manera que tiene el diablo de atormentarla era cambiar las cosas de sitio, esconderla y confundirla sobre hechos cotidianos. Las consecuencias no eran muy graves, ni muchísimo menos, pero la sensación era perturbadora. Exactamente igual de perturbadora que lo que yo he sentido hoy.

Y bueno, hecho este inciso o paréntesis voy a explicaros que es la predestinación en función de las palabras de alguien que recuerdo perfectamente, pero que hoy no he conseguido referenciar.

Decía el protestante Calvino acerba de la predestinación:

En 1537, Calvino había hecho imprimir en Basilea su libro Institución cristiana,
en el que se encuentra el resumen de la herejía calvinista. Como Lutero, Calvino
enseña que el hombre no es libre, pero añade que la predestinación y la reprobación son absolutas, y termina por ser fatalista. Según él, nadie puede perder el estado de gracia.

Calvino suprime todo culto externo y hasta el mismo sacerdocio; reconoce
ministros y ‘predicadores, pero sin ningún carácter de orden: cualquiera puede ser
ministro y dejar de serlo; bástale una delegar don de los ancianos. ¿Es necesario añadir que en el sistema de predestinación admitido por Calvino, las buenas obras son inútiles?… Es la destrucción de toda moral.

Sin embargo la doctrina católica afirma lo siguiente sobre el libre albedrío:

La primera libertad es el libre albedrío. La Iglesia lo ha defendido valerosamente contra el fatalismo de los paganos, de los maniqueos, de los mahometanos; contra Lutero, Calvino y los jansenistas. Lo protege hoy contra los positivistas contemporáneos, que atribuyen nuestras acciones a influencias exteriores.
Frente a los errores pasados y presentes, la Iglesia afirma, como un dogma
de fe, la libertad del hombre en el gobierno de su vida.

El alma es libre, es decir, el alma posee la facultad de determinarse por su propia elección, de hacer una cosa preferentemente a otra, de obrar el bien o de hacer el mal. Esta facultad se llama libre albedrío.

La voluntad es dueña absoluta de sus operaciones; se determina a sí misma a obrar o no; la voluntad es libre. Mi conciencia me dice que cuando mi cuerpo busca el placer, yo puedo resistirle; cuando mi estómago siente hambre, yo puedo negarme
a satisfacerla; además, yo puedo infligir a mi cuerpo castigos y austeridades, a pesar de los sufrimientos de los sentidos. Ahora bien, ¿cómo podríamos nosotros
tener imperio y libre albedrío sobre nuestras tendencias instintivas, si la inteligencia y la voluntad no tuvieran actos propios, independientes del cuerpo, si nuestra alma no fuera espiritual? Sería imposible. Nuestra alma es, pues, espiritual.

Sin embargo yo leí en ese libro fantasma que ahora no encuentro, que la teoría de la predestinación estaba incluida dentro de la doctrina de la Iglesia Católica. ¿Y qué dice esa doctrina de la predestinación?. Pues muy sencillo. En teoría nosotros nos condenamos o salvamos en función de nuestros actos. Bueno, de nuestros actos y de una serie de cosas mas complejas. En teoría, en función de decisiones que tomamos libremente, vamos al cielo o al infierno. Sin embargo aquí el purgatorio no entra. Es una circunstancia adicional que nos impone Dios. Es nuestra voluntad y libre albedrío la que nos condena o no.

Pero claro, Dios lo sabe todo. Porque Dios es omnisciente. Si Dios no fuera omnisciente, no sería Dios. Entonces, Dios sabe que va a pasar al final con el destino para toda la eternidad de nuestra alma. Eso no quiere decir que nos vaya a decir nada. No nos va a hacer ninguna confidencia, ni va a influir, si acaso para bien, enviando gracias y mociones. Pero hablando con propiedad, ¿eso que llamaremos predestinación, que no es otra cosa que para preservar la omnisciencia de Dios, debemos sacrificar el libre albedrío aunque sea a nivel teórico?, digo, ¿esa predestinación que acabo de definir no equivale a determinismo?.

Bueno, por una parte nosotros no tenemos información previa. En nuestro universo material tenemos libre albedrío. Dios sabe que va a pasar pero no nos lo dice. La ciencia apoya eso. Fue Einstein que dijo, y esta frase si es suya y no las miles que se le atribuyen, dijo Einstein que Dios no solamente juega a los dados sino que los arroja donde no podemos verlos.

Esta frase la dijo Einstein cuando luchaba intelectualmente y debo decir que sin éxito, contra las consecuencias filosóficas de la mecánica cuántica relacionadas con el determinismo de las que luego hablaré. Pues con esto se pone de manifiesto que Dios juega a un extraño juego. El sabe que, por ejemplo, vamos a ir al infierno. Nuestra vida se debate en multitud de decisiones, aciertos, errores, pecados, buenas obras, gracias desperdiciadas, mociones desoídas, y tras muchas oscilaciones en decisiones y contra-decisiones que que para nosotros se dieron en un contexto de libre albedrío, finalmente acabamos en el averno. Dios lo sabía desde un principio.

Existe otra posibilidad además de la ya dicha de que Dios sabe pero no interfiere en nuestro proceso de salvación. Esa posibilidad, que también preserva la omnisciencia es que Dios sabiéndolo, decida voluntariamente ignorar ese conocimiento para preservar el libre albedrío. Como este es un tema muy controvertido e importante para mi, y espero que para vosotros, si no, es que no he sabido explicarme, durante la redacción de este post, he hecho una consulta por whatsapp a un sacerdote joven, pero muy versado en teología y que me merece el mayor de los respetos. La conversación fue la siguiente:

La Cripta de John Dee: Buenas noches Padre. Una pregunta. ¿La teoría de la predestinación está incluida en el catolicismo? 

Sacerdote: Hola, por la fe católica, creemos que Dios predestina a la gloria a los santos, es decir, decreta su salvación y les da las gracias necesarias para alcanzarla.

Por el contrario, no decreta, es decir, no quiere la condenación de los réprobos, sino que sólo la permite, habiendo puesto a su disposición la gracia suficiente para salvarse, y que no aprovechan.

Esto se diferencia de los calvinistas, que afirman que Dios predestina a algunos al infierno, es decir, quiere su condenación, lo cual es una herejía y una injuria a Dios, que quiere que todos se salven.

La Cripta de John Dee: ¿Se podría decir, Padre, que Dios entonces «no sabe» quién se va a condenar antes de que se condene?

Sacerdote: No, lo sabe perfectamente, y lo permite por un bien mayor. Pero lo cierto es que es un misterio que aquí no comprenderemos nunca…

La Cripta de John Dee: Sin duda es un tema misterioso

Sacerdote: Desde luego: por un lado, creemos que Dios quiere que todos se salven; ahora, sólo nos salvamos por gracia de Dios; por tanto, sólo se salvan aquellos a quien Dios ha dado la gracia de salvarse; y, por eso, parece que los que se condenan no han recibido la misma gracia que los otros…

Pero creemos también que Dios es bueno y justo, y que ofrece a todos la salvación y no castiga a nadie si no es por las propias culpas. Y que los condenados, si no han recibido la gracia de salvarse, ha sido porque la han rechazado.

Y ahora fijaros en la pregunta cabrona que hago:

La Cripta de John Dee: Está claro, Padre. Entonces hay que actuar en vida, como si ya estuviéramos predestinados a salvarnos ¿no?

Y fijaros en su respuesta:

Sacerdote: Exactamente, si estamos en gracia de Dios, ya nos podemos considerar predestinados.

Vosotros, ¿os habéis enterado de algo en esta conversación mantenida entre esta Cripta y el sacerdote?. Hay un fallo muy sutil y que pasa desapercibido si no se explica bien.

Por un lado, Dios efectivamente sabe de antemano quien se va a condenar tal y como os he dicho antes. Por otro lado permite que esas almas que el sabe que se van a condenar, aunque el no lo desea al contrario de lo que piensan los calvinistas.

Pero por otro lado, a pesar de los medios dados por Dios para que esas almas se salven, esas almas finalmente se condenan como efectivamente Dios sabía, puesto que es Dios y es omnisciente.

Y para rematar la jugada yo le digo al sacerdote, hombre si actuamos siempre bien como si nos fuéramos a salvar, pues acabaremos salvándonos haciendo así de juez y parte en la historia de nuestra salvación en una especie de mecanismo híbrido entre la predestinación y el libre albedrío. A ese mecanismo híbrido, se le conoce como profecía autocumplida. Yo voy a hacer lo posible para que la profecía se cumpla en el sentido que a mi me conviene. No sé a vosotros. A mi no me convence el planteamiento.

Vamos a ver, esto es como el embarazo. O hay libre albedrío, o no lo hay. O existe el determinismo, o no existe. Y si dios sabe que va a pasar, el determinismo existe aunque sea a un nivel muy profundo. Y si dios sabe lo que va a pasar y no se lo vela voluntariamente, el determinismo existe por mucho que digamos que no.

otro tema distinto es que dios está fuera del mundo material, del universo y su relación con nosotros y el cosmos tiene múltiples aspectos que desconocemos por completo. Evidentemente aquí faltan datos. Aquí hay un misterio muy profundo y perturbador que aún no está resuelto. Está claro, que a nuestro nivel humano, el libre albedrío existe pero de la misma manera que existe en matrix. En una simulación también podemos percibir el libre albedrío. Me siento inclinado a pensar que de un modo misterioso podemos librarnos de la losa del determinismo dado que nos faltan muchas variables para tener una idea cabal del problema. Pero no lo sabemos. No lo sabemos. Y esta es una idea profundamente perturbadora. Si finalmente existe el determinismo, nada tiene sentido. Nuestras vidas tienen el mismo propósito y valor que en matrix. Una especie de sueño lúcido donde todo está predeterminado, calculado.

Siguiendo con el ejemplo de matrix, el protagonista, Neo, es capaz de dominar el entorno y hacerse protagonista de su salto al mas allá y a las leyes que gobiernan ese mas allá que no es otra cosa que el mundo real porque precisamente, Neo, el protagonista, tiene verdadero libre albedrío y sus decisiones son realmente libres…en teoría. Porque luego vimos al final de la serie de películas que incluso la aparición de Neo y sus sucesores también estaba prevista por el arquitecto que creó matrix. Lo que me lleva a preguntarme. ¿Vivimos en una realidad simulada? ¿no este universo y esta vida que vivimos demasiado especial y no somos como demasiado protagonistas como para no pensar que quizá nada sea casual?. Pero no voy a entrar en esto ahora, será en un futuro post.

Fijaros que dilucidar este problema existencial, es muy importante saber qué es una máquina, si las máquinas pueden pensar, etc. ¿Os acordáis del post donde dije que la informática es un verdadero conocimiento emergente que surge con sus propias leyes?. Pues aquí vemos su aplicación, aunque ya digo que profundizaremos en otro post.

Y ¿Qué tiene que decir la ciencia acerca del determinismo y el libre albedrío?. Pues la verdad es que tiene bastante que decir en favor, no quizá del libre albedrío, pero si en contra del determinismo.

Las leyes físicas son absolutamente deterministas, se gobiernan por ecuaciones en las que además el tiempo es reversible. Pero, y hay varios peros muy importantes. En último término las leyes de la mecánica cuántica son leyes probabilistas, es decir, la ley es determinista, pero cuando hago una medida, el resultado es aleatorio. Esto dicho a grandes rasgos y de forma muy resumida, pero es así. Y al fin y al cabo solo tenemos conocimiento físico si podemos medir, y si la medida es aleatoria, el determinismo, si existe, debe estar a un nivel que francamente desconocemos. Pero es que hay mas. En la naturaleza existen determinadas leyes que son intrínsecamente probabilísticas. O sea, no es un problema de la medida y de las cualidades del acto de medir en la mecánica cuántica. Es que las leyes de la naturaleza, algunas pero muy fundamentales, son por así decir, probabilistas de fábrica. Por ejemplo cuando un electrón cambia de nivel de energía, ese es un evento absolutamente aleatorio. No hay forma de predecirlo por mucho que afinemos el proceso de la medida.

Luego existen determinadas cuestiones que no afectan al determinismo en sí, pero lo dificultarían enormemente en la práctica. Básicamente porque siempre se producen errores al medir. Aunque la medida sea muy precisa, sobre objetos grandes y simples, no solo queda siempre un error residual, sino que ese error se amplifica en las ecuaciones diferenciales del movimiento dando origen a la tan traída y llevada teoría del caos, que no es mas que eso. Fallos en la medida que se multiplican en la evolución del sistema.

En fin, estas precisiones sobre lo que nos dice la ciencia sobre el determinismo, no nos soluciona el problema. Mas bien lo empeoran como dijo Einstein: Dios no solamente juega a los dados sino que los arroja donde no podemos verlos. Mi conclusión final es que tenemos libre albedrío, porque la alternativa es matrix. No obstante creo que es un problema del que nos faltan muchos datos y perspectivas, y que no podremos solucionar nunca.

 

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