Introducción
Este nuevo post, es un poco la continuación de uno que escribí hace poco, la magia tifoniana, y que se quedó un poco incompleto.
En ese post vimos ampliamente en qué consistía la magia tifoniana y su relación con entidades hipotéticamente extraterrestres, entre ellas destacaría Lam, del cual hemos hablado largo y tendido.
Bien , pues ahora vamos a incidir y profundizar mas en estas cuestiones dando una vuelta de tuerca. Le he puesto el título de los mitos de Cthulhu, porque, no es que piense que sea el mejor título, pero es que está pasando algo raro con las redes sociales. Para tener visibilidad, dependes de los dichosos algoritmos de Google otros, de YouTube, etc. Esos algoritmos cambian continuamente. Yo no cobro dinero por esto, ni pretendo fama, ni ser conocido, ni promocionarme ni nada por el estilo. Es mas, lo detesto. Soy anti-comercial, anti-postureo y casi anti-social.
pero una cosa es eso, y otra que no tiene mucho sentido escribir si luego nadie te lee o mas bien te escucha. la difusión de este podcast es mas el audio que la parte escrita. Entre otras cosas porque también está pensado para ser escuchado, por la noche, con cascos etc. Y por qué no decirlo, porque ya nadie lee.
Yo no soy experto en estas cabañuelas del SEO y de las diferentes técnicas de posicionamiento en la red, pero he llegado a una modesta, modestísima pero creo que acertada conclusión: El título del podcast es fundamental. Un buen título, impactante y buscado es determinante a la hora de la audiencia. Yo hasta ahí llego. Intento poner un buen título y lo demás lo dejo al albur de la divina providencia.
Bien, perdonad el rollo, pero tenía que contarlo. Vamos a empezar ya con lo que nos ocupa en esta oscura y húmeda Cripta, que no es otra cosa que el misterio.
En 1972 el experto en ocultismo Kenneth Grant. publicó un libro llamado “el renacimiento mágico”. En ese texto, Grant teoriza sobre una posibilidad inquietante que el escritor Howard Philips Lovecraft y el famoso ocultista británico, Aleister Crowley en realidad podrían estar escribiendo sobre las mismas entidades monstruosas y de horror cósmico. En el caso de Lovecraft, serían seres pertenecientes al mismo universo o mitología de los llamados Mitos de Cthulhu y en el caso de Crowley serían los demonios procedentes de sus rituales mágicos, como por ejemplo la invocación a Lam, que ya conocemos.
Empecemos con Kenneth Grant y veamos por qué su hipótesis debería ser tomada muy en serio dado que como ahora vamos a ver tenía amplios conocimientos del tema. Kenneth Grant era un novelista y escritor británico que desarrolló gran interés por el ocultismo desde el comienzo de su carrera hasta terminar siendo un asiduo practicante de la religión thelémica y de las experiencias sobrenaturales.
Grant afirmó haber recibido mensajes de una entidad no humana llamada Selva. Todo esto ocurría durante la Segunda Guerra Mundial. En 1944 conoce al escritor, autor, alpinista, aventurero y ocultista Aleister Crowley que ya contaba con 69 años, quien rápidamente se convierte en su mentor.
De Crowley, Grant aprende los arcanos y las profundidades de su culto. la religión de Thelema y supuestamente desarrolla la capacidad de entrar en contacto con diversas entidades procedentes de espacios o universos interdimensionales así fue que terminó siendo miembro de la Ordo Templis Orientis (O.T.O) y de la Astrium Argentium.
Aleister Crowley moriría como ya sabemos en 1947 y tras la muerte del maestro, Kenneth grant se convirtió en la cabeza visible de otro culto esotérico: la orden tifoniana y cuyo profeta no era otro que HP lovecraft.
Por definirlo de un modo general, este culto tifoniano o de la orden tifoniana incorporaba elementos de la religión thelémica, de la mitología de Lovecraft y de la ufología. No olvidemos, y no es casualidad que por ese año de 1947 ya se había producido el caso Roswell (New México) y los avistamientos de Kenneth Arnold. Los cultos platillistas y la moderna ufología se estaban incorporando a toda velocidad a los arquetipos de la cultura popular.
Kenneth Grant, es pues el nexo de unión, la persona que conectaba con estos dos oscuros mundos. Había conocido en persona a Crowley y a su vez, conocía profundamente la obra de Lovecraft .
Crowley, por su formación de mago era un hombre que creía fervientemente en criaturas preternaturales y compartía exactamente la misma visión cosmológica soñada y narrada por Lovecraft y su círculo de escritores en los mitos de Cthulhu.
Ambos según Grant, habitaban en el mismo universo las mismas criaturas amorfas , las mismas arquitecturas demenciales; sólo que eligieron caminos distintos para expresarlas en el plano de la realidad. Crowley escribió y trabajó sobre ellas de un modo directo y explícito en su práctica mágica de invocaciones de esos seres oscuros.
Mientras que Lovecraft utilizó la literatura para presentarlos como oscuras pesadillas de ciencia ficción. Esa misma ciencia ficción resucitaría de nuevo a estos seres de pesadilla en la saga de películas Alien. El monstruo de la película Alien y su secuela es la viva representación de un demonio y sobre todo de la representación viva iconográfica de ese demonio que coincide milimétricamente con la descripción de algunos videntes y santos que tuvieron que soportar la visión del infierno de quienes allí habitan. No sabemos de qué oscuro rincón de su retorcida mente sacó la imagen el diseñador suizo; H.R. Giger, pero acertó de pleno.
La conexión Crowley-Lovecraft es de naturaleza sutil sólo para iniciados y algún que otro entendido. Si bien no se conocieron personalmente, ambos estaban muy familiarizados con la obra del otro; pero Kenneth Grant fue todavía más allá y sostuvo que Crowley y Lovecraft no sólo se referían a las mismas fuerzas oscuras sino al mismo manuscrito cósmico en donde quedan registradas las realidades, mundos, civilizaciones y criaturas que tendrían en común que estarían descritos en un manuscrito llamado Necronomicón Astral.
Según Grant existen dos formas de acceder a este supuesto saber prohibido el primero era mediante los métodos extremos y frecuentemente crueles que usaba Crowley para salir de la realidad ordinaria o sea llevar al practicante a un choque emocional casi siempre por medio del tabú con el objeto de hackear al cerebro reptil. Y el segundo método, es a través de la meditación profunda o sueños autoinducidos como hacía o describía el propio Lovecraft.
Existe una antigua idea, tal que hay una especie de memoria del universo que vibra en todos los átomos y cuya historia puede rastrearse en todos los objetos del universo. Esta idea ya había sido tratada por personajes tan diversos como el científico y filósofo sueco Emanuel Swedenborg o el pintor y poeta británico William Blake. Vemos estas teorías también reflejadas mas recientemente en el pensamiento del estudioso de la consciencia Jacobo Grimberg, el físico David Bohm o el maestro Krishnamurti. Estas teorías puede que tengan una apoyatura en la teoría del universo holográfico de Leonard Susskind, pero eso será materia de otro post que estoy elaborando.
Varias décadas después estos nombres seguirían conectados, porque a finales de los años 70 del s.XX nacería una corriente esotérica que se denominaría magia del caos . Esto ocurriría en el seno de una sociedad ocultista llamada los Iluminados de Thanateros la que tenía como integrantes al escritor de teorías de conspiración Robert Wilson, el psicólogo y gurú del ácido lisérgico, Timothy Leary o el escritor William S. Burrough.
Esta sociedad se practicaba una mezcla de Cábala, Vudú, neo-chamanismo, filosofías orientales y psicoanálisis. Y eran seguidores, casi adoradores de los mitos de Cthulhu.
Y vosotros diréis. Muy buena la charla, muy instructiva, un montón de datos y de información. Entiendo además que bien hilada, pero…¿qué me quieres decir con esto? ¿por qué oscuro camino deberemos reptar?.
Pues veréis, para preparar este post, he leído un libro excelente llamado: «El señor de las tinieblas» de Peter Lavenda, de la editorial Aurora Dorada. Es un libro extraordinario. Super bien escrito, con infinidad de información e ideas. Perfectamente estructurado y donde se explica a la perfección lo que estoy contando aquí, solo que en 400 páginas. Pero veréis. Me ha sucedido algo extraño con este libro a medida que lo leía.
He tardado en leerlo como unos 20 días, porque yo zapeo mucho por los libros. Siempre tengo empezados como 10-12 libros al mismo tiempo. Me compro un libro y normalmente me leo del tirón las 30 o 40 primeras páginas. Normalmente ahí me hago una idea de si el libro merece la pena o no. Y aunque merezca la pena, suelo dejarlo ahí, porque siempre está entrando algún libro en casa, o necesito saber o leer de otra materia porque estoy escribiendo sobre ella o porque me apetece. Sea como fuere el caso es que siempre estoy leyendo como digo unos 10 libros simultáneamente. Cuando voy terminando algunos, otros ocupan su lugar.
Con este libro, dejé todos los demás en donde los tenía y no paré de leerlo hasta que lo terminé, incluso quedándome hasta tarde. Este tipo de libros es mejor leerlos por la noche.
Y veréis lo que pasó. Los que me conocéis, sabéis que estoy liberado de la pesada tarea de trabajar. Por lo tanto, tengo mucho tiempo libre y leo o estudio cosas según me vienen a la mente. O sea que voy divagando. Entonces ocurrió lo siguiente. Al menos en cinco o seis ocasiones se me encendía la bombilla en la cabeza para estudiar algo y lo hacía ¿vale?. A la noche siguiente, avanzaba en la lectura del libro y aparecían en en esa lectura con precisión matemática la última idea que estuve mirando y que me vino a la cabeza el día anterior o hace dos días.
Esos temas fueron los siguientes:
- El concepto de Eón
- Aiwass-Set-Shaitán-Satán-Yazidíes
- Cthulhu como sumo sacerdote de los Grandes Antiguos
- La Osa Mayor
- La Noche de Walpurgis
- La alineación de las estrellas
- Los Gnósticos valentinianos
- Zodíaco tropical vs. Zodíaco sideral
- Precesión de los equinoccios
El último día que me ocurrió esto, por quinta vez tal y como os dije, tuve que dejar de leer el libro. Me produjo una sensación extraña, como si en todo momento, desde que comencé su lectura, el libro ha ido controlando todo los pasos que he dado y todos los movimientos que he hecho. De hecho me ha enviado algún tipo de comunicación telepática desde el futuro, proponiéndome lo que había de estudiar para comprender mejor y sumergirme mas profundamente en las cosas que se iba a leer en el libro al día siguiente.
Insisto. Si esto me ocurre uno o dos veces, vale. Acepto pulpo. Puede ser casualidad, puede ser autosugestión, me quedaría pensativo, pero lo atribuiría a la mera probabilidad. Pero claro cuando son varias, cuatro , cinco, seis veces seguidas y en orden, pues ahí ya no hay casualidad que valga. Ahí hay algo mas.
En particular y previamente a la lectura del libro, estuve obsesionado muchos días con el concepto de precesión de los equinoccios. Me empollé el tema, ahí descubrí el tema del año platónico que tiene 25700 años si no recuerdo mal y que es fruto de que el eje de la tierra no está quieto sino que describe un círculo, es decir que tiene un movimiento de precesión. El eje de la tierra, el axis mundi, tarda casi 26.000 años en dar un giro de precesión.
Esto tiene consecuencias por ejemplo en el zodíaco y por consiguiente en las predicciones astrológicas, ya que ese axis mundi, al girar, se proyecta sobre la eclíptica y claro los signos cambian. Eso es lo que se conoce como el horóscopo sideral. Básicamente la consecuencia es que estamos retrasados un signo con respecto al zodíaco tropical.
El hecho de que el axis mundi tenga un movimiento de precesión tiene como consecuencia que la estrella polar no siempre es la estrella polar. Esta estrella digamos que es la mas fija de las estrellas fijas. ¿Por qué? porque es la estrella a la que mas directamente apunta el eje de la tierra, ahora mismo el sistema de estrellas apuntadoras del eje de la tierra son Merak y Dubhe, ésta última es la estrella polar. Están en la parte trasera de la constelación del carro.
Pero aún hay mas, el movimiento de precesión del eje del axis mundi da lugar a las eras siderales. Cada vez que la proyección del eje recorre los doce signos del zodíaco estamos en una era. La duración de esas eras son el resultado de dividir el año platónico, los 25700 años entre 12, lo que da poca mas de 2000 años por era.
Actualmente estamos en la era de Piscis, caracterizada por el dominio del Cristianismo cuyo símbolo es un pez precisamente, y en poco tiempo pasaremos a la era de Acuario. Bueno y todo este rollo del eje de la tierra y la estrella polar ¿a qué viene?, preguntaréis.
Un eón, del que he hablado mas arriba equivale a una era astrológica o sideral mas o menos, siempre según la tradición ocultista occidental que corresponde al tiempo que tarda el Sol por el punto equinoccial vernal en uno de los signos zodiacales, proceso que se conoce como precesión de los equinoccios. Este proceso se refleja en muchos escritos y rituales thelémicos como por ejemplo el título de la revista ocultista de Crowley: The Equinox.
Por otra parte los gnósticos valentinianos creían que los eones paran parejas de contrapartes a la vez que emanaciones divinas. Acordaros que otra de las comunicaciones telepáticas que tuve del propio libro fue estudiar a los gnósticos valentinianos, de los cuales no había oído hablar jamás.
por otra parte, según la gnosis tifoniana, un eón sería equivalente a una emanación de Dios. Cuando hablamos de emanaciones, los que ya sabéis algo de esoterismo, porque sois ya ocultistas potenciales enseguida habréis pensado en la cábala y los sefirot del árbol cabalístico. Teniendo en cuenta todo esto, se hacen un montón de cálculos, de «cábalas», nunca mejor dicho sobre la duración de los eones, teniendo en cuenta la Biblia y la mística judía. No os voy a aburrir con esos cálculos aunque su lectura es fascinante y responde miles de preguntas. Solo os voy a dar un dato. Con esos cálculos en la mano, que son antiquísimos, sale clavada la edad del universo: 15.000 millones de años.
Tanto Crowley como Lovecraft intentan en el fondo advertirnos de lo mismo. Que la Tierra está siendo infiltrada por una raza de seres extraterrestres que provocarían tremendos cambios en nuestro mundo. Y yo me pregunto, ¿no hemos empezado ya a ser víctimas de esos cambios?. Nos previenen de inminentes alteraciones de nuestros estados físicos, mentales y emocionales, debido a poderosas influencias del exterior. Esta raza de extraterrestres ya ha estado aquí y está regresando al planeta Tierra en mayor número que antes y con una agenda (¿os suena la palabra agenda?) que solo sus servidores son capaces de imaginar.
En el advenimiento del nuevo Eón, los Grandes Antiguos volverán a la Tierra. La idea de que la raza humana no es la primera de nuestro planeta es una idea ampliamente desarrollada en los Mitos de Cthulhu. Está vinculada a la idea lovecraftiana de los Grandes Antiguos, dioses o criaturas extraterrestres, o ambas cosas que llegaron a la Tierra en «eones pasados» y que volverán de nuevo «cuando las estrellas estén alineadas», «cuando el cielo sea propicio». ¿Veis la importancia de conocer cuando están alineadas determinadas estrellas con el axis mundi?.
Porque esa es la clave de el paso al nuevo Eón y la aparición de esos demonios de pesadilla sobre la Tierra. Hay además personas en la tierra que están en comunicación secreta telepática y a través de rituales con los Grandes Antiguos y están preparando el camino para su regreso, «cuando las estrellas estén alineadas».
A esas personas en el lenguaje de Aleister Crowley se les llamaba magos, y en el lenguaje moderno de hoy día, les llamamos contactados.
Yo siempre creí que los cuentos y las historias de HP Lovecraft eran solo eso, cuentos y leyendas. Pero siempre que los leía, algo interior me estaba diciendo: si si, si son cuentos…pero no tanto como te piensas. Seguidores de Aleister Crowley como el mencionado varias veces aquí Kenneth Grant, estaban convencidos de que había un nexo entre la magia de Aleister Crowley y HP Lovecraft. E insistieron en ello durante toda su vida. Y esa insistencia tuvo eco y seguidores en las órdenes de magia tifoniana y muchos movimientos contraculturales de los años 60 y 70 del siglo pasado.
Una mención a esos movimientos podéis tenerla en la figura Thomas Leary y William S. Burroughs y el movimiento contracultural. Meses antes de escribir este post, estaba en Alicante y allí siempre me pasa por la única librería de viejo que queda. Y me sentí extrañamente atraído por un libro de Jack Kerouac. Eran dos novelas que venían juntas en un mismo volumen. Lo compré sin pensar. Como sabéis yo no leo novela desde hace mucho tiempo, con alguna excepción muy excepcional. Creo que la juventud es el tiempo de la novela. Sin embargo algo me impulsó a leer esas novelas de Jack Kerouac e investigar al autor. Allí me enteré que era un icono de la generación beat. Es la generación de mi padre, la gente que ahora muere con mas de 80 años y que protagonizaron la revolución hippie de los 60 y 70.
Así que, bueno, como conclusión de todo esto, lo que puedo deciros es que si el universo o lo que quiera que sea, os impulsa a seguir un camino, pues seguir tirando del hilo hasta que ese hilo se acabe. Os iréis llevando una sorpresa tras otra y al final vais a descubrir una verdad. No la verdad con mayúscula. Pero si una verdad con minúscula que hará referencia sobre todo a vuestro mundo interior, una verdad que tendrá significado para vosotros. Así ha ocurrido en mi caso y así os lo he contado.