Quizá los que lean este post dentro de un año se reirán un poco porque la crisis ya ha pasado y estas palabras se las habrá llevado el viento como a tantas otras. Pero que mas da. Al fin y al cabo, tarde o temprano a casi todas las palabras se las lleva el viento.
Lo cierto es que cuando escribo esto es finales de enero de 2022 y la crisis con Ucrania dista mucho de haberse solucionado. Probablemente lo hará, no lo pongo en duda, pero a fecha de hoy, insisto, finales de enero de 2022 no se ve una solución fácil al problema.
Digo que se solucionará entre otras cosas por el razonamiento que que voy a expresar aquí. Y veréis. Como de costumbre voy a empezar por el final y voy a dar la solución al problema al principio del post. Desde mi punto de vista, habrá guerra, algún tipo de guerra, si Putin hace el siguiente cálculo: Putin puede pensar: «si me retiro de la frontera de Ucrania ahora, lo primero que va a hacer Ucrania es pedir el ingreso en la OTAN por la vía de urgencia. Eso significaría la guerra, pero la guerra en unas condiciones muy desventajosas para Rusia. Porque ya sería un país OTAN, ya tendría bases americanas y los globalistas con Soros a la cabeza habrían puesto sus garras en la población ucraniana para someterla por adoctrinamiento. Estamos ante un escenario de guerra ahora o guerra mas adelante. Voy pues a la guerra ahora que Ucrania no es OTAN y los tengo ya rodeados. Además pillamos a los aliados desunidos, un presidente USA débil, etc».
Si Putin hace este razonamiento que acabo de decir, habrá guerra en febrero. La única forma de salir de aquí es que se llegara a algún complicado cambalache de cesiones y contra cesiones por las cuales Ucrania pasara a ser un país neutral, una especie de suiza, independiente de Rusia en todo, pero sometida a un tipo de vasallaje. Yo te dejo ser libre, si, pero a cambio de…una serie de condiciones que serán secretas y de las que el pueblo no se enterará.
El punto débil de Rusia ahora mismo es mas bien propagandístico, y las potencias occidentales saben como usarlo. El planteamiento es muy simple: Basta con machacar día y noche en todos los telediarios: ¿Ucrania es un país independiente?, Sí. ¿Quién atenta contra la independencia de Ucrania rodeando el país con un poderoso ejército?. Rusia. Pues la carga de la prueba está en Rusia y mediáticamente esto la hace quedar fatal.
Pero el planteamiento es muy tramposo. No hace falta ser doctor en historia para saber que no es que Ucrania sea parte de Rusia, es que históricamente Rusia procede de Ucrania. Ucrania es la madre de todas las Rusias. Es como Asturias con respecto a España. Por avatares de la historia Ucrania logró la independencia de Rusia por el desmoronamiento de la Unión Soviética, pero eso no enmascara la realidad histórica. La península de Crimea siempre fue rusa y fue Nikita Kruschev quien se la regaló a Ucrania. Rusia no hizo otra cosa que recuperar lo que es suyo. Las provincias orientales ucranianas no es que sean de mayoría rusa o filo-rusas o pro-rusas, es que son directamente rusas.
Si observamos el mapa, vemos que Rusia, a pesar de haber perdido un 30% de su territorio después de la caída del muro, todavía sigue siendo un país enorme. Pero ser un país grande no tiene por qué ser una ventaja estratégica. Rusia es un país grande pero muy fácilmente invadible. Si lo comparamos con España, podemos ver que España es una península rodeada de mar y de una cadena montañosa altísima por la parte terrestre. Es decir, incluso con planteamientos de guerra moderna, España es mas defendible que Rusia. Al ser Rusia una especie de imperio enorme, central, con tantas fronteras terrestres, su ejército tiene que ser básicamente terrestre. Pero en caso de guerra, enormes partes de su territorio pueden ser comidas por los invasores. Por eso no puede permitirse que los posibles invasores se coloquen a las puertas de Moscú.
Si observamos el mapa vemos dos cosas. La primera que Ucrania es país enorme y que su frontera puede que esté a escasos 500 km de Moscú. O sea, ¿una base de misiles a 500 km de Moscú?. Eso es algo que Rusia no puede consentir y no lo va a tolerar en modo alguno. Antes irá la guerra con todas las consecuencias. Luego podrá haber todas las soluciones intermedias que se quieran, todas las componendas diplomáticas secretas que podamos imaginar, pero ese escenario no se va a dar incluso si hay que ir a la guerra nuclear.
Y no olvidemos que en caso de guerra atómica, es un juego donde todo el mundo pierde. Rusia es un país que tiene territorio, estructuras y una población resiliente para aguantar una guerra nuclear. Pero. ¿Cuánto durarían las sociedades occidentales en pie con solo que les cayera una bomba atómica?. Ya os lo digo yo. Ni 24 horas. Y les caerían cientos o miles de bombas. A Rusia también sin duda. O no, como dice Rajoy. O no tantas. Y ellos están preparados. Si quieres ganar un combate de boxeo no solo tienes que tener una buena pegada. También tienes que ser un buen encajador. Si no puedes encajar bien los golpes estás perdido.
En la guerra nuclear, el que resiste gana, como decía Cela. Si a eso se le puede llamar ganar. Pero aunque sea una victoria pírrica, sería victoria al fin y al cabo. Occidente debería tener mucho cuidado en hacer apuestas que luego no va a poder pagar.
Y así podríamos continuar indefinidamente razonando sobre temas geopolíticos y estratégicos, que sin duda son interesantes, pero que a mi por lo menos me acaban aburriendo. La historia tiene muchos giros de última hora y es casi imposible de predecir. Como esta es una web dedicada a temas de misterio, vamos a profundizar un poco en el alma oculta de los rusos.
Rusia tiene como país una gran similitud con España. Mas que un país, es un organismo vivo. Cuando España tenía un imperio, ese imperio no era una metrópoli con colinas como el Británico. Se hablaba de que había varias Españas. Las otras Españas con sus virreyes. El ejemplo lo tenemos en las últimas tierras españolas. Cuba y Puerto Rico no eran colonias. Eran España. Eran lo que hoy llamamos comunidades autónomas. Tan españolas como Murcia o Galicia. Simplemente se independizaron. Y ahí empezaron su calvario, claro.
En el caso de Rusia es muy parecido, se habla de las Rusias, de la madre de todas las Rusias. Cuando cayó la Unión Soviética, muchas de esas Rusias se independizaron aunque mantienen lazos estrechos entre todos ellos. Es pues un organismo vivo. Si te comes una parte, si amputas una parte, lo que queda sigue siendo Rusia. Y tiende a reunirse con la parte separada. Es muy difícil destruir la unidad nacional de un pueblo así. Su territorio puede pasar por guerras, invasiones y mil avatares históricos, pero siempre será recuperado por su verdadero dueño. También hay que saber que Rusia como nación, es un país que nunca olvida las afrentas y España ya le debe unas cuantas a Rusia por nuestro servil y estúpido papel poniendo aviones y tanques en los países bálticos para jorobar todo lo que podamos a Rusia.
Solo un milagro ha impedido que varios de esos aviones hayan sido derribados de un plumazo. Estamos haciendo el idiota como país. ¿Por qué razón hemos nosotros de salir a la palestra, a dar la cara en un conflicto que ni nos va ni nos viene?. España es una potencia de tercera regional, con una economía en quiebra que lo único que tiene es una cara bobalicona para que se la partan.
La relación con Nostradamus
Me he decidido a escribir este post, porque cuando supe de ete conflicto enseguida recordé que una antigua novia m regaló allá por el lejano 1982 un libro que entonces fue muy valioso para mi.
La edición de las profecías de Nostradamus de Jean Charles de Fontbrune, ya fallecido. Ciertamente me decepcioné bastante con el libro pero no porque fuera malo, sino por ignorancia de lo que es en el fondo una profecía. Yo esperaba ver una cronología del fin del mundo con fechas, horas y todo tipo de detalles y me llevé varias sorpresas. la primera que el libro se titula: Nostradamus: historiador y profeta. Eso que parece un subtítulo atractivo esconde una especie de engaño. Mas de la mitad del libro corresponde a profecías de Nostradamus que ya se han cumplido a lo largo de la historia. De ahí lo de historiador. Es decir, que lo que a mi me gustaba entonces, era digamos lo sensacionalista, la carnaza, saber el futuro, que un profeta me dijera que iba a pasar en aquella lejana guerra fría.
Pues me fui al 25% restante del libro que contenía parte profética mollar, allí donde el profeta iba a dar el do de pecho, y me encuentro una serie de cuartetas un tanto deshilachadas, inconexas, donde no hay forma humana de orientarse. En seguida me di cuenta de que establecer una cronología era misión imposible. Pero es que, prescindiendo de fechas, ni siquiera era posible ordenar las diapositivas en el tiempo.
Pero entre muchas cosas que leí y releí, una cosa si me quedó clara:
- Habrá tercera guerra mundial
- El enemigo de Occidente será una coalición entre Rusia, China y ciertos países musulmanes. ¿os suena de algo?. ¿Maniobras en el Índico de Rusia, China e Irán?. Fijaros que habla de países musulmanes, no árabes.
- Habrá invasión de Europa y utilización de armas nucleares.
Esas tres ideas nunca se me fueron de la cabeza. Pero el tiempo pasó. Entonces no había Rusia sino Unión Soviética. Entonces los países musulmanes seguían siendo amigos de Occidente. Entonces China era un país pobre, subdesarrollado, que pasaba hambre y cuya relevancia política, militar y económica era exactamente cero.
Pero el tiempo pasó, La Unión Soviética desapareció y dejó en su lugar a Rusia, China pasó del tercer mundo a ser la primera potencia mundial y los países musulmanes son enemigos mortales de Occidente. Simultáneamente Occidente emprendió una decadencia que estamos viviendo ahora de forma acelerada.
Y aquí, es cuando de verdad cobra toda su importancia la profecía de Nostradamus. Aquí es donde se revela con toda su crudeza, con toda su insidia y con toda su carga de negros presagios de un futuro sangriento que sacudirá nuestras corruptas y adormecidas conciencias y nos sacará de nuestras adoradas zonas de confort para siempre.
Veamos algunas cuartetas significativas. Las voy a dar ya traducidas para una mayor claridad.
- La invasión ruso-musulmana en el Rhin y el Danubio. Combates en Malta y en el Golfo de Génova.
El año en que estarán dispuestas a alejarse del engaño, las dos mayores potencias de Asia y África llegarán hasta el Rhin y el Danubio. Habrá entonces gritos y llantos en Malta y en el Golfo de Génova
- La derrota de Occidente. Advertencias del Papa. El mensaje de Nostradamus despreciado por la izquierda y por Alemania. El retorno de la monarquía.
Los rusos pondrán en fuga a Occidente. Ni la gente salida de la revolución (hombres de la izquierda) ni los alemanes, escucharán mi mensaje cuando los peligros de la guerra sean señalados por el Papa durante su pontificado, y bajo la república; entonces Francia conocerá su mayor infortunio. Luego regresará la monarquía.
- Cohetes utilizados contra Occidente y Japón. La III guerra mundial. El reino de los rojos.
Fuego procedente del cielo (cohetes) alcanzará el Occidente, y luego, el Mediodía (el mundo musulmán) correrá hasta el Japón. Los gusanos morirán de hambre sin ni siquiera encontrar raíces con las que alimentarse. Será la tercera guerra mundial que hará brillar los fuegos de la guerra de los rojos, que reinarán. Se conocerá el hambre.
Fijaros que Nostradamus, que vivió en el s.XVI habla de tercera guerra mundial, y de naciones que entonces no tenían importancia ninguna. Creedme, los que no hayáis leído el libro de Nostradamus, que hay muchísimas mas cuartetas donde describe una y otra vez esta alianza entre Rusia, China y los musulmanes en una guerra total contra Occidente.
Coincide también con las profecías cristianas. Quiebra económica y guerra, casi al mismo tiempo causan una gran catástrofe humanitaria por el uso de armas nucleares químicas y bacteriológicas. Varias naciones son destruidas, se nos dice. La humanidad entra en una decadencia y un marasmo absolutos, y hete aquí que surge un salvador. De la misma manera que Cristo vino para salvar al mundo, el Anticristo vendrá también como salvador de la humanidad. El paralelismo entre Cristo y el Anticristo es absoluto. El Anticristo será una especie de pacificador y de reunificador de la humanidad, Pero al final se manifestará como un dictador terrorífico.
Esto del Anticristo también aparece en muchas otras cuartetas de las profecías de Nostradamus, pero eso lo dejaremos para otra ocasión. Esta crisis de Ucrania se enmarca en la III guerra mundial que precederá a la venida del Anticristo y las guerras del Anticristo que tendrán lugar posteriormente. Y ya cuando las guerras del Anticristo acaben aterrizará la Jerusalén celeste y se producirá la segunda venida del Mesías.
El pensamiento ruso
Los rusos mas o menos piensan lo siguiente. En palabras de Alexander Duguin:»El problema de Europa Oriental, o sea Ucrania y Bielorrusia especialmente porque su integración dentro de la OTAN es un obstáculo para la Gran Rusia, fijaros que hablan de la gran Rusia…, continúa Alexander Duguin; especialmente porque compartimos muchos lazos históricos y culturales con estos países, siendo muchos de ellos eslavos, ortodoxos o que tienen orígenes eurasiáticos bastante claros. Ellos son nuestros hermanos, pero lamentablemente hacen parte de la OTAN… La mejor solución sería que se convirtieran en un vector de integración entre nosotros y los países de Europa Occidental, lo que permitiría desarticular proyectos como el Nord Stream 2. En eso todos nosotros coincidimos, pero lamentablemente la realidad es otra: Europa Oriental se ha convertido en un “cordón sanitario”, es decir, en la clásica herramienta al servicio de la geopolítica anglosajona diseñada para evitar la integración del continente europeo con Eurasia. De vez en cuando, este cordón se rompe, pero ahora está bajo el control de nuestros enemigos. En el momento en que Rusia se vuelva cada vez más fuerte, seremos capaces de quitarlo.
El Báltico y Europa Oriental hacen parte de nuestra agenda geopolítica de mañana. No obstante, ahora está en juego el espacio postsoviético-postimperial. Eurasia es nuestro hogar y nuestra principal tarea es ponerlo en orden.»
Como podemos ver, la filosofía política rusa no tiene nada que ver con el corrupto Occidente. Ellos sin duda son un país europeo, pero su destino como nación, su hogar está en Asia. Ellos acabarán recuperando su imperio euroasiático.
Los rusos son anti globalistas y por eso hay que apoyarles en su lucha contra el Occidente corrupto. Niegan el liberalismo, el globalismo, el post-humanismo, la ideología de género, la hegemonía occidental, la doble moral y la cultura posmoderna. Sin embargo, ¿Qué es lo que afirman?
Primero, Rusia como el bastión del mundo ortodoxo y Moscú como la Tercera Roma;
La monarquía rusa como el dique (katejón) que previene el triunfo de la inequidad en el mundo;
Los ideales eslavófilos sobre el destino universal de los eslavos (y otros pueblos) orientales gracias a un Tercer Renacimiento;
La teoría eurasiática de Rusia como una civilización distinta e independiente de Occidente;
Las ideas de los populistas rusos de que la sociedad rusa es profundamente agraria y su rechazo de la industrialización;
Las ideas soviéticas sobre la oposición de Rusia a Occidente y el resto del mundo;
Para los rusos, es necesario no solo volver a restaurar estos paradigmas, sino también resolver los profundos cismas que existen entre ellos y las oposiciones históricas que uno u otro han tenido en su momento. Lo que ellos quieren es volver hacia el pensamiento ruso, ellos lo llaman «resucitar nuestro Logos y ahondar en él». Y además afirman que esta tarea solo la pueden llevar a cabo pensadores y místicos, pues requiere de una gran inspiración y una amplitud de miras tan cristalina que solo puede porvenir de quienes conozcan a profundidad el destino ruso.
Muchos pensadores en dicen que el conflicto con Occidente era algo inevitable, aun cuando la mayoría de las personas estaban ilusionadas con la Perestroika, las reformas o el reinicio de nuestras relaciones con Estados Unidos, saben que llegaría este momento. Ahora solo los locos o los agentes occidentales se dan el gusto de ignorar esta gran verdad. El despertar de Rusia es inevitable y llegará el momento en que su Logos despierte.
Fijaros, y ya para concluir, que Rusia es un país que sigue siendo espiritual, que se contrapone a un Occidente absolutamente corrompido y materializado, y que tiene un «logos que despertar» sea lo que sea eso. Como decía Juan Pablo II, estamos ante la primera gran batalla entre el Espíritu y el anti-Espíritu.