El pueblo elegido
Ahora que está de actualidad el eterno conflicto de oriente próximo, no está de más recordar resumidamente la historia de: el pueblo elegido.
El pueblo elegido (por Dios) es Israel. Dios, además de elegir a Israel como el pueblo elegido, también le prometió un territorio: la tierra prometida. Desde entonces, hace 5000 años, hay guerras en esas tierras, como en casi todos los sitios.
En este post también veremos como hay un paralelo, una prefiguración entre los acontecimientos del Antigüo Testamento y el Nuevo Testamento. Hay muchos años de diferencia entre uno y otro testamento. También se establecen paralelismos entre ambos testamentos y la era del Espíritu Santo, que es la nuestra.
De esta forma, desde la creación del mundo hasta el nacimiento de Jesucristo, sería la era del Antigüo Testamento regido por Dios Padre.
Desde el nacimiento de Cristo hasta su ascensión a los cielos, sería la era del Nuevo Testamento, regida por Jesucristo.
Desde el día de Pentecostés hasta la actualidad, es la era de la Iglesia de Cristo, regida por el Espíritu Santo. Así, Padre, Hijo y Espíritu Santo rigen los tiempos de este planeta-purgatorio.
El pueblo elegido
En la época en que el pueblo de Israel estaba cautivo en Egipto, aún no era el pueblo elegido por Dios. Israel clamaba a Dios por la llegada de un salvador que los sacara de Egipto. Dios proporcionó este salvador a Israel en la persona de Moisés.
Moisés sacó al pueblo de Israel y lo llevó a través del desierto hacia la tierra prometida. En el camino hacia la tierra prometida estaba el pueblo de los filisteos, mas o menos donde hoy está la costa de Gaza. El pueblo de Israel no quería pasar por Filistea (camino mas fácil y corto) hacia Canaán (la tierra prometida) por temor a la lucha que se desataría con los filisteos. Los filisteos de la antigüedad son los palestinos de hoy (philistei es muy parecido a la palabra palestinos).
Así que el pueblo de Israel se dispuso a dar un rodeo por el mar rojo. Los historiadores creen que pasó por una zona de marismas donde crecían cañas con las cuales los egipcios fabricaban el papiro. El mar rojo de la actualidad, era llamado entonces el mar de las cañas.
Egipto y su Faraón representan en el antiguo testamento el mundo y el pecado. La Biblia es la historia de nuestra salvación. El Faraón representa la ley de este mundo pecador. Dios llevará al pueblo de Israel a través del desierto, y por el camino, los constituirá en pueblo elegido. Se prefigura aquí la futura Iglesia basada en las 12 tribus de Israel. Mas tarde serían 12 apóstoles. En el estudio bíblico aparecen ciertos números esotéricos muchas veces: el 3, el 12, el 40 y el 50.
En el AT (Antiguo Testamento) hemos de ver siempre a Cristo, es la base explicativa del por qué de la futura aparición de Cristo. Así el AT se cumple en el Nuevo Testamento. Por ejemplo Isaías describe cientos de años antes la Pasión de Jesucristo. El AT es una serie de promesas que habrán de cumplirse en el nuevo.
Cuando el pueblo de Israel caminaba por el desierto Dios siempre lo acompañaba. Por el día en forma de columna de nubes, y por la noche en forma de columna de fuego. Esto se interpreta como que Dios siempre está a nuestro lado en todas las circunstancias y extensión de nuestra vida.
Los egipcios salieron en persecución del pueblo de Israel. Los israelitas al verse acosados y experimentar la dureza del exilio empezaron a murmurar contra Moisés. La respuesta de Moisés fue exhortarlos a que no tuvieran miedo. El papa Juan Pablo II hizo una proclama parecida hace unos años a los cristianos que experimentan crisis de todo tipo.
Es un mensaje de esperanza, primera característica de la nueva relación entre Dios y su pueblo. La esperanza es una palabra que significa creer que es Dios quien actúa en todo momento. Es una virtud teologal. Moisés es una prefiguración de Cristo. Todo el AT es una preparación a la venida de Cristo.
La Misión de Moisés fue salvar a Israel de Egipto, y la misión de Jesucristo es salvar a la humanidad del pecado.
La transición hacia el pueblo de Israel como pueblo elegido fue a través de los siguientes personajes:
Abram/Abraham -> Isaac -> Jacob/Israel -> Doce tribus de Israel.
En dos ocasiones, Dios (Yahvé) cambia el nombre a personajes clave. A Abram lo llamó Abraham, y a su nieto Jacob lo llamaría Israel. Dios hace estos cambios de nombre a veces, cuando va a encargar una tarea importante, o el personaje en cuestión está destinado a ser muy importante. Abraham era un pastor rico originario de lo que hoy es Irak, y fue el patriarca del pueblo elegido.
Jacob fue el padre de las doce tribus de Israel. A partir de ese momento nace el pueblo de Israel. Lo que hoy queda en Israel es una sola de esas tribus: Los judíos.
En este momento del exilio, Dios está a punto de constituir una nación santa con sus propias leyes. Los israelitas seguían huyendo acosados por los egipcios y clamaban por la ayuda y la intervención directa de Dios. Esta intervención se produjo cuando abrió las aguas del mar rojo, el pueblo de Israel pasó y luego abatió las aguas sobre el ejército perseguidor.
Esto se interpreta como que debemos permanecer fuertes en la Fe, resistir los acosos del demonio (el faraón) y del mundo (Egipto). Dios nos ayudará, lo único que se nos pide es no asustarnos por el ruido de la caballería egipcia.
El exilio continúa y los Israelitas comienzan a murmurar y quejarse. Aún así, Israel va tomando conciencia, poco a poco de su pertenencia al pueblo elegido por Dios. Israel no cesa de pedir pruebas y de tener dudas. Es lo mismo que nos pasa a los cristianos hoy día (y siempre) nunca bastarán todas las pruebas y señales que Dios nos envía. El caso extremo es el de los ateos, personajes que siempre negarán cualquier prueba y señal de Dios sea cual sea ésta.
Dios en su infinita paciencia, dijo al pueblo de Israel que los alimentaría con el maná, y esto serviría como prueba. La palabra maná viene de la expresión man hû que en hebreo significa ¿qué es esto?. Y esa fue la frase mas escuchada cuando el maná apareció al día siguiente. En el Arca de la Alianza están guardados, las tablas de la Ley, el bastón de Aarón y una muestra del maná. La aparición del maná se interpreta como una prefiguración de la Eucaristía.
Dios selló una alianza (pacto irrevocable) con el pueblo de Israel. Así Dios no puede denunciar este pacto porque Dios es fiel. No puede hacerlo por malos que seamos nosotros. Dios, mas adelante sellará este pacto con la sangre de Jesucristo.
Así, Dios estableció entre los israelitas un reino de sacerdotes, una nación santa proclamando al pueblo de Dios.. A cambio Dios nos exigirá fidelidad. Dios establece la dignidad de sacerdotes al pueblo elegido.
Los cristianos por el bautismo también son sacerdotes. ¿qué significa ser sacerdote?. Significa ser puente entre Dios y los hombres y además ofrecer sacrificios a Dios. Somos posesión de Dios. Nación santa significa tener una relación filial pueblo-Dios. El verdadero reino de Dios vendrá con la segunda venida de Cristo.
Esta fidelidad a Dios se materializa en las tablas de la Ley que Dios entrega a Moisés, que consta de dos elementos:
La teofanía: el decálogo o “los diez mandamientos”
La ley mosaica o conjunto de normas para que los israelitas se relacionen entre sí y con otros pueblos.
El código de la alianza son normas sociales y de higiene comunes en la antigüedad. El problema que se produce, es que el pueblo de Dios incumplirá sistemáticamente el decálogo y se conformará como la ley mosaica. Esto es una constante en la historia de los pueblos hasta nuestros días.
Moisés comunica a Israel las Leyes, y obtiene del pueblo el asentimiento: “haremos lo que dice el Señor”. Moisés construye un altar y doce estelas de piedra que representan a las doce tribus de Israel, luego hizo unos sacrificios a Dios en dicho altar. Esto se interpreta como la prefiguración de la Misa.
Ocurrió sin embargo el primer pecado grave. Estando Moisés en el monte, Israel pide a Aarón que construya un becerro de oro para adorarlo. Esto es así porque Moisés era el único guía espiritual de Israel. Al desaparecer temporalmente, el pueblo se echa en brazos de la idolatría. Dios dice a Moisés que baje del monte y ponga orden. Al bajar Moisés funde el becerro de oro y lo disuelve en agua, y da a beber el brebaje a los pecadores.
Moisés intercede ante Dios por el pecado de Israel, esto se interpreta como la oración de intercesión. El fuego con el que funde el becerro se interpreta como la prefiguración de la penitencia.
Israel estuvo 40 años huyendo de Egipto de los cuales sólo pasó uno en el desierto. Los otros 39 los pasó refugiado en la ciudad de Kades.
Enlaces de interés
La Trinidad y la Encarnación – Catequésis de Petronio – La Cripta de John Dee
El Apocalipsis, el Anticristo y el Templo de Salomón – La Cripta de John Dee